
You Are Not Your Brain The 4-Step Solution for Changing Bad Habits por Jeffrey M. Schwartz y Rebecca Gladding
Reseña/Sinópsis: You are not your brain investiga nuestros mensajes cerebrales engañosos que nos programan para tener pensamientos dañinos como "No soy lo suficientemente bueno". También explica cómo podemos cambiar este cableado dañino desafiando estos mensajes cerebrales y dirigiendo nuestra atención a otra parte. Al hacerlo, podemos reconfigurar nuestro cerebro para que trabaje a nuestro favor y no en nuestra contra.
¿Quién es Jeffrey M. Schwartz?
Jeffrey M. Schwartz es médico y psiquiatra investigador de la Facultad de Medicina de la UCLA. Su trabajo se centra en la neuroplasticidad autodirigida y su aplicación al trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Quién es Rebecca Gladding?
Rebecca Gladding, MD, es instructora clínica y psiquiatra asistente en UCLA. Sus áreas de especialización incluyen mindfulness, ansiedad y depresión.
¿Nos sentimos impotentes cuando "vamos" a algún lugar donde no queremos estar, emocional y mentalmente?
Todos tenemos estos deslices, que son causados por mensajes cerebrales engañosos que generan pensamientos erróneos o impulsos dañinos que nos desvían de nuestra verdadera meta* e intenciones. No solo eso, sino que los mensajes cerebrales engañosos contribuyen a problemas como el pensamiento excesivo y la ansiedad.
Tomemos, por ejemplo, uno de los clientes de los autores. Cuando sus mensajes cerebrales engañosos comenzaron a obligarlo a creer que no era digno de cualquier cosa buena que se interpusiera en su camino, acabó sufriendo miedo escénico y miedo al rechazo durante muchos años.
Aparte de sus experiencias de la infancia, fue influenciado por un evento en concreto cuando tenía veinte años: se quedó en blanco frente a un famoso productor de Broadway. Desde entonces, su cerebro había estado ignorando sus cualidades positivas y centrándose en sus defectos.
Prestó atención a estos inquietantes mensajes falsos y, como resultado, empezó a evitar por completo las audiciones, una respuesta crónica poco saludable que solo reforzó los mensajes en su cerebro de que no era bueno. Pero él no está definido por estos mensajes engañosos, y nosotros tampoco. Aunque parezca que no tenemos más remedio que escuchar lo que nos dice nuestro cerebro, debemos recordar que la biología no es nuestro destino.
No estamos condenados a vivir...