
Conectados pero Solos por Sherry Turkle (Alone Together)
Adam Skali Comentarios 0 comentarios
Resumen corto: Alone Together o en español Conectados pero solos Porque esperamos más de la tecnología y menos de los demás explica el efecto de nuestra creciente individualidad y dependencia en los aparatos electrónicos. Lo que debería habernos acercado nos acaba alejando cada vez más. Por Sherry Turkle
¿Quién es Sherry Turkle?
Sherry Turkle es una profesora del MIT, conocida por escribir varios best sellers relacionados con la interacción humano-máquina. también es la fundadora y directora del MIT Initiative on Technology and Self.
¿Los robots y la creciente población anciana?
Con una población cuya longevidad está en aumento constante, pero sin forma clara de mejorar su calidad de vida, cada vez son más los lugares y tecnologías que buscan responder a la pregunta de ¿quien cuidara de mi cuando este mayor?
En Japón, el país que más está sufriendo este problema. Hace 25 años se dieron cuenta de que no tendrán suficientes personas jóvenes para cuidar de la población envejecida, y decidieron buscar nuevas respuestas. Una de sus soluciones es el robot Wanda-kun, o pequeño/joven Wanda, un robot con forma de koala, capaz de hacer sonidos, cantar, y decir algunas frases.
El ejemplo de Wandakun nos ha demostrado que cuidar de alguien, o algo, no significa solo que alguien cuide físicamente de ello, sino que también puede significar que esa persona pueda tener acceso a algo que le permita sentir emoción, y propósito. En este caso, Wandakun no hace nada que definamos cómo cuidar, pero su “cuteness” y grado de indefensión son suficientes para que los clientes se sientan atraídos y conecten con el.
Solo necesitamos que nos pidan cuidar de ellos para que los consideremos cómo humanos
El mejor ejemplo es el del Tamagotchi, un juego en el que teníamos que alimentar a un personaje que no se parecía a nada real, pero que aun asi nos importaba los suficiente cómo para dedicarle horas. Los juegos con perros, gatos o cualquier animal también demuestran este efecto.
Solo con decir algunas palabras ya es suficiente para que consideremos que el robot es más importante de lo que parece y lo tratemos con cariño.
En un experimento se vio cómo se comportaba la gente con una muñeca Barby, un robot capaz de decir “tengo miedo” y un roedor. Al roedor no le podían hacer nada, a la Barby podían h...