
Agilidad Emocional por la Dra. Susan David (Emotional Agility 2016)
Adam Skali Comentarios 0 comentarios
Resumen corto/Sinópsis: Emotional Agility (2016) o en español Agilidad Emocional proporciona las teorías y herramientas que nos permitirán liberarnos del control de nuestras emociones. En lugar de dejar que nos dominen, este libro nos enseñará cómo tomar el control de lo que sentimos y sacarle partido para nuestras metas.
¿Quién es Susan David?
Susan David es psicóloga médica. Dirige el Instituto de Coaching en el McLean Hospital, en Massachusetts, y ha trabajado para importantes empresas como consultora. Sus artículos han sido publicados en el Harvard Business Review y Wall Street Journal. En 2016, condensó años de experiencia en investigación, coaching, oratoria y consultoría en un libro. Elaboró un proceso de 4 pasos que nos ayuda a permitir que nuestras emociones apoyen nuestros resultados, no que los controlen.
La importancia de los “ganchos”
Se sabe desde hace mucho tiempo que cualquier gran libro necesita un gran "gancho", un dispositivo simple que motiva a los personajes y hace que la historia se mueva. Pero los ganchos también existen fuera del mundo literario. De hecho, nos “enganchamos” a ciertas historias en nuestra propia vida. Nuestro cerebro está constantemente tratando de dar sentido a nuestras experiencias y convertirlas en una historia coherente. Crea narrativas a partir de miles de millones de elementos de información sensorial.
La "historia" básica que nos contamos cada dia puede ser similar a la de la autora:
"Me estoy despertando y saliendo de la cama. La persona pequeña que salta hacia mí es mi hija. Crecí en Johannesburgo, pero actualmente vivo en Nueva York. Necesito levantarme de la cama porque tengo que ir al trabajo".
El problema es que las historias que fabrica nuestra mente rara vez son precisas. En cambio, distorsionan la realidad, un gran porcentaje de las veces de manera negativa. Y eso produce emociones negativas. Digamos que alguien deja de responder a nuestros mensajes durante un tiempo, podríamos pensar que ya no quiere hablar con nosotros, o quizá simplemente estan ocupados.
Este tipo de distorsiones ocurren todos los días y los resultados pueden ser dañinos. No solo porque crean hostilidad donde no deberían, sino que además sin darnos cuenta transmitimos este sentimiento a las personas que nos rodean, creandonos aun más problemas.
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