
Resumen del libro Superlife Las cinco fuerzas vitales que te harán sentir saludable, en forma y ¡eternamente genial! por Darin Olien 2022
Sinópsis/Resumen corto: SuperLife analiza cómo podemos aprovechar lo que el autor llama cinco fuerzas vitales para el bienestar humano. Nuestra salud se deteriora a medida que envejecemos. Los dolores y molestias son una parte inevitable de la vida, y los remedios más comunes suelen ser tomar un analgésico o reposar aún más. Pero esto no tiene porqué ser así.
Los dolores de cabeza, el cansancio y el insomnio no son típicos. Tampoco son inevitables. Si ponemos un poco de esfuerzo, podemos sobrevivir sin ellos. Y todo comienza con el cuidado de nuestro cuerpo. Según el autor, si seguimos los consejos del libro podremos optimizar nuestra salud, sentirnos fantásticos y aumentar nuestra longevidad.
¿Quién es Darin Olien?
Darin Olien es un conocido nutricionista, creador de suplementos y el cerebro detrás de la popular marca de batidos sanos Shakeology. Es más conocido por ser coanfitrión de la serie de Netflix Down to Earth con Zac Efron, así como por su podcast, Darin Olien Show. Se ha dado a conocer como un cazador de superalimentos exóticos, visitando tribus de todo el mundo en busca de plantas poco conocidas con potencial como superalimentos.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


¿Somos lo que comemos?
La popularidad de este término proviene del hecho de que es en gran parte correcto. Cada parte de nuestro cuerpo está compuesta de componentes de alimentos y bebidas. El autor se refiere a esto como un milagro que realiza nuestro cuerpo las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana: convierte la sustancia inerte en tejido vivo.
Y para mantenerlo sano, requerirá una amplia gama de materiales. Por eso el autor se refiere a la nutrición como el primer paso para asegurar nuestra salud. Una nutrición adecuada nos proporciona los materiales de construcción para la vida. Y comer alimentos integrales naturales es el mejor método para recibir todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.
Entonces, ¿qué compuestos requiere nuestro cuerpo? La lista comienza con los macronutrientes fundamentales: lípidos, carbohidratos y proteínas. Impulsan todas las operaciones dentro de nuestras células. Sin embargo, esto es solo la punta del iceberg. Nuestro cuerpo necesita además minerales, vitaminas, sales, enzimas, antioxidantes, electrolitos y fitonutrientes. La lista sigue y sigue. Afortunadamente, no tenemos que memorizar todo o hacer un seguimiento de los nutrientes en particular. Hay un método más fácil, consumir más alimentos naturales, en particular frutas y verduras.
El brócoli, por ejemplo, es bastante nutritivo. Este superalimento crucífero contiene una variedad de nutrientes que nuestros cuerpos requieren, incluidas vitaminas, ácidos grasos y enzimas. Si alguien hiciera un multivitamínico con los mismos beneficios que tiene el brócoli se haría de oro.
¿No suena ideal? Sin embargo, muchas personas evitan comer frutas y verduras en favor de dietas poco saludables. Incluso pueden ser conscientes de que sus dietas no son ideales e intentar compensar tomando suplementos nutricionales. Pero la mayoría de los suplementos comerciales no son absorbidos por nuestros sistemas. No están en una forma que los humanos puedan digerir fácilmente, y simplemente entran y salen.
Comer una variedad de comidas integrales naturales es la mejor forma de recibir lo que nuestros cuerpos necesitan. Esto incluye no solo frutas y verduras, sino también ciertos tipos de legumbres semillas, nueces, cereales y brotes.
¿Qué deberíamos comer para estar sanos?
Los alimentos integrales son buenos para nuestro cuerpo, pero hoy en día es difícil saber que es realmente sano y que no, ya que siempre hay más en la comida de lo que parece. Nuestros productos ya no son tan nutritivos como antes. Las prácticas agrícolas modernas pueden ser peligrosas: la agricultura industrial a gran escala depende de los pesticidas para aumentar el rendimiento de los cultivos.
Como resultado, debemos considerar cuán “limpia” es nuestra comida. También hay otra cuestión a considerar. Las líneas de suministro global transportan alimentos desde granjas rurales a miles de kilómetros de distancia hasta la tienda de alimentos que se encuentra justo afuera de nuestra puerta. Sin embargo, ¿cuán fresco es este producto?
Hoy en día el término “fresco” ha sido adoptado por los fabricantes de alimentos. Está estampado en la caja de todo, y en gran parte el término ha perdido su significado. Es una pena, porque ahora es más importante que nunca. Los alimentos que compramos hoy en día vienen del otro lado del mundo y pueden pasar semanas en almacenamiento y envío.
Y esto puede tener un impacto en su calidad. A las pocas horas de ser recolectados, los nutrientes comienzan a degradarse y este proceso nunca termina. Por eso, si tenemos la oportunidad de comprar alimentos producidos localmente, debemos aprovecharla.
Y ante todo debemos tener cuidado con los pesticidas y otros compuestos que puedan llevar los alimentos, porque varios estudios han demostrado que estas sustancias son peligrosas. Según un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud, el NIH de Estados Unidos, los niños que crecen en granjas que usan pesticidas tienen un riesgo más elevado de cáncer.
Así que siempre que sea posible deberíamos optar por la opción menos industrializada para reducir las probabilidades de consumir pesticidas. Claro, puede ser un poco más caro. Pero, ¿a quién preferimos pagar: a un agricultor que trabaja duro para producir alimentos sanos y de alta calidad, o a un médico que aunque quiera quizá no nos pueda curar?
¿Por qué es importante la flora intestinal?
Las bacterias de nuestra flora bacteriana, nuestra microbiota, determinan cuánta energía podemos conseguir de los alimentos, al igual que cuanta tendencia tendremos a acabar con problemas de inflamación.
Los microbios forman una gran parte de nuestra masa corporal. Por cada célula, tenemos alrededor de 10 células microbianas. Y su efecto no se limita a nuestra masa, enfermedades o humor, sino que también son parte de nuestro genoma.
Se cree que al menos 500 de nuestros genes son de naturaleza microbiana, y es natural, porque son nuestros ancestros más antiguos. Se cree que todas las células del mundo nacieron de un mismo ancestro común.
Es más fácil diferenciar a las personas por su flora bacteriana, que por su genoma. Nuestra microbiota es algo tan característico de cada uno de nosotros, que si realmente queremos diferenciar entre individuos tan solo tenemos que estudiar sus bacterias y cómo se comportan. Esto ilustra lo equivocados que estamos cuando pensamos que todos los microbios son malos, y cuánto daño hacemos cuando usamos antibióticos sin pensar.
El microbioma, como cualquier otro órgano del cuerpo, puede estar sano o no. Muchos de nosotros tenemos un equilibrio inadecuado de bacterias en nuestros intestinos, y esto está dañando nuestra salud. Un estudio realizado por la Universidad de Copenhague descubrió que la falta de diversidad en la flora intestinal está relacionada con una gran cantidad de enfermedades modernas, que van desde el Síndrome del Intestino Irritable (o SII) hasta la obesidad.
¿Hay algo que podamos hacer para cambiar la situación? Parte de nuestro microbioma se hereda y no tenemos ninguna influencia sobre él. Sin embargo, los alimentos que comemos tienen un impacto en nuestros microbios intestinales. Puede que no nos sorprenda saber que se pueden encontrar bacterias buenas en alimentos integrales frescos y naturales.
Para mantenerlo sano, es recomendable comer alimentos con un alto contenido de fibra y otros nutrientes que mantendrán a nuestra microbiota “feliz”. También ayuda comer alimentos fermentados, ya que la fermentación no es más que un proceso por el cual dejamos que ciertos microorganismos “procesen” un alimento, y por lo tanto al comerlos, conseguimos estos microorganismos.
Los alimentos como el chucrut, el yogur y la kombucha son beneficiosos para nuestra flora intestinal. y se ha demostrado que tratan enfermedades como el intestino irritable. Los médicos y nutricionistas están comenzando a reconocer la importancia de estas bacterias en nuestras vidas. Como resultado, es fundamental que nos mantengamos atentos no sólo a nuestro cuerpo, sino también a la vida bacteriana que vive dentro de nuestro cuerpo.
