
Resumen del libro El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma por Bessel van der Kolk 2020 (The Body Keeps the Score 2014 )
Resumen corto: El cuerpo lleva la cuenta trata sobre nuevos y fascinantes tratamientos para el trauma basados en los hallazgos más recientes como la terapia del movimiento ocular y el neurofeedback. Van der Kolk dice que muchos de nosotros tenemos rastros de traumas de la adversidad o negligencia infantil, que pueden ser parte de la razón de los problemas que tenemos ahora. Para lidiar con ellos, el autor nos recomienda prácticas como la atención plena, el yoga, el juego y más.
¿Quién es Bessel van der Kolk?
Bessel van der Kolk es profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. Ha estado investigando el trauma durante más de 30 años y ha publicado más de 150 artículos científicos peer-reviewed.Fundó Centro de Trauma en Brookline Massachusetts hace 35 años, que desde entonces ha tratado a miles de adultos y niños con diversos tipos de trauma.
Según Van der Kolk el trauma está mucho más extendido de lo que pensamos. Muchas personas experimentan un trauma del desarrollo infantil mientras crecen. En este libro, explica nuevos y emocionantes tratamientos científicos para el trauma y la curación emocional que van más allá de la terapia de conversación tradicional o los fármacos.
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El trauma cambia drásticamente el cerebro, el comportamiento y nuestras vidas
Al comienzo de su carrera, Bessel Van der Kolk trabajó en una “clínica de Asuntos de Veteranos”. Comenzó a ver a muchos pacientes que participaron en la guerra de Vietnam.
Los veteranos llegaban a la clínica y le contaron los extraños síntomas que estaban experimentando:
- Tenían flashbacks. En mitad del día, de la nada, revivian algún recuerdo horrible de la guerra. Un hombre dijo que estaba cuidando a su bebé y cuando empezó a llorar le vinieron las imágenes y los sonidos de los niños quemados y mutilados que había visto en Vietnam.
- A menudo no podían controlar sus impulsos. Muchos veteranos sufrían cambios emocionales violentos. Tenían un temperamento incontrolable que aterrorizaba a sus familias y a ellos mismos. En el edificio de Asuntos de Veteranos, a menudo dejaban agujeros en los paneles de yeso.
- Se involucraron en el abuso de sustancias y comportamientos de riesgo. Para evitar lidiar con el dolor o la vergüenza por lo que sucedió en Vietnam, recurrieron al alcohol y las drogas.
- Sus emociones fueron bloqueadas. No podía sentir amor hacia sus familiares y amigos.
Hoy en día es un diagnóstico de salud mental bien reconocido. Pero en la década de 1970 la situación era diferente. En ese momento, la palabra PTSD no existía, pero Van der Kolk había oído hablar de soldados que sufrían neurosis de guerra o shock de guerra. Pero la biblioteca de la clínica de Asuntos de Veteranos no tenía ni un solo libro sobre ninguno de estos temas.
De forma que a los veteranos se les diagnosticaba depresión o abuso de sustancias u otros trastornos. Pero el autor creía que estos diagnósticos no eran útiles porque describían los síntomas, ignorando el trauma que era la causa de los síntomas. Y no fue hasta recientemente en 1980 se hizo oficial el diagnóstico de PTSD.
¿Por qué es importante tener un diagnóstico?
Comunica el hecho de que el trastorno de estrés postraumático no es un signo de debilidad en un soldado, sino un trastorno físico real en su cerebro. Permite a los pacientes recibir los tratamientos adecuados que abordan la causa de su sufrimiento y no los síntomas.
Permite que más estudios se centren en el área del estrés postraumático. Durante los últimos 30 años, el Departamento de Defensa de EE. UU. y el Departamento de Asuntos de Veteranos han gastado cientos de millones de euros en la investigación del PTSD. Antes de tener un diagnóstico claro, era difícil conseguir financiación.
El trauma afecta a la población en general mucho más de lo que pensábamos
En 1982, Bessel Van der Kolk empezó a trabajar en el Centro de Salud Mental de Massachusetts, un hospital donde Harvard prepara a los futuros médicos. Sus nuevos pacientes ya no eran veteranos de guerra. Eran personas a las que diagnosticaron depresión, ansiedad, trastorno bipolar y otros trastornos. Sin embargo, Van der Kolk vio en ellos síntomas de trauma que le eran familiares. Y comenzó a preguntarse si el trauma era la verdadera causa de su sufrimiento mental.
En 1995, se realizó un gran estudio de más de 17.000 personas para recopilar datos sobre los efectos de las experiencias adversas de la niñez. Esto ahora se conoce como el ACE study abreviado. Se considera influyente en el mundo de la psiquiatría. El estudio ACE encontró que exite un alto porcentaje de personas atraviesan experiencias infantiles traumatizantes.
La investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ha demostrado que uno de cada cinco estadounidenses fue abusado sexualmente de niño. Uno de cada cuatro fue golpeado por un padre hasta el punto de dejar una marca en su cuerpo. Y una de cada tres parejas se involucra en violencia física. Una cuarta parte de nosotros crecimos con familiares alcohólicos, y uno de cada ocho fue testigo de cómo golpeaban a su madre.
El estudio ACE encontró que cuantas más experiencias adversas durante la infancia tenía alguien, mayor era su riesgo de problemas de atención, depresión crónica, abuso de alcohol e intentos de suicidio.
Por ejemplo, las personas que tuvieron al menos cuatro experiencias adversas en la infancia tenían siete veces más probabilidades de decir que eran alcohólicas, en comparación con las personas sin ninguna experiencia. Encontraron una correlación entre tener estas experiencias adversas en la niñez y luego tener problemas económicos y estar involucrado en violencia doméstica o sexual.
Teoría de apego
Dando un paso atrás, es posible que muchos niños no tengan un cuidador que sea abiertamente abusivo, pero están físicamente ausentes, son emocionalmente negligentes o no crean una relación sana con sus hijos.
En la década de 1950, el psiquiatra John Bowlby notó que los bebés que fueron separados de sus madres en el hospital durante mucho tiempo tenían más probabilidades de morir. Por aquel entonces era normal que los hospitales restringieran las visitas de los padres a sus hijos, a menudo a una hora por semana. Bowlby demostró cuan angustiosa era esta privación de los padres para los niños, y las políticas sobre las visitas al hospital cambiaron.
Estos primeros descubrimientos se convirtieron en la base de lo que hoy en dia se conoce como teoría del apego. Es obvio que un niño pequeño se centra en su cuidador, la persona de la que depende para sobrevivir.
Las investigaciones que muestran que si el cuidador no está en sintonía emocional con su hijo, si no responde a sus llantos o súplicas, o si se va por períodos prolongados de tiempo, esto puede interrumpir la formación de un vínculo de apego seguro entre el cuidador y el niño.
La teoría del apego dice que los niños desarrollan estilos alternativos para afrontarlo intentando obtener la atención que pueden de sus cuidadores. Y cuando ven que no pueden, con el tiempo se vuelven ansiosos por crear relaciones o lo evitan por completo. Esta primera relación con nuestro cuidador principal se convierte en un mapa emocional interno que puede dar forma a muchas de nuestras relaciones adultas.
El problema con esto, es que muchos niños no tienen a nadie cerca con quien se sientan seguros. No tienen un adulto en el que pueden confiar como una base segura desde la cual explorar el mundo. Las personas con un estilo de apego interrumpido no se sienten seguras en su cuerpo y no sienten que se pueda confiar en otras personas para recibir apoyo emocional
