Resumen del libro Cómo encontrar un trabajo satisfactorio por  Roman Krznaric 2012 (How to Find Fulfilling Work 2012)

Resumen del libro Cómo encontrar un trabajo satisfactorio por  Roman Krznaric 2012 (How to Find Fulfilling Work 2012)

Resumen corto/Sinópsis: Cómo encontrar un trabajo satisfactorio nos explica porque no estamos solos si nos sentimos atrapados en nuestros trabajos o anhelamos un trabajo más satisfactorio. El libro nos explica que hace que el trabajo nos llene y sea útil, y nos presenta una serie de pasos que podemos seguir para encontrar un trabajo que saque lo mejor de nosotros y nos mantenga felices.

¿Quién es Roman Krznaric?

Roman Krznaric fue nombrado uno de los principales divulgadores de filosofía de Gran Bretaña por The Observer. Fundó el primer Museo de Empatía del mundo, así como la Biblioteca de Empatía digital. También es miembro fundador de la facultad de The School of Life, junto a Alain de Botton y miembro de la facultad de Year Here. Otros de sus libros que también destacan son Carpe Diem Regained, y How Should we Live?. También trabaja como consultor de organizaciones como Oxfam y las Naciones Unidas. Empathy y The Wonder Box son otros de sus libros más populares.

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¿Por qué no nos gustan nuestros trabajos?

¿Sabíamos que al menos la mitad de todos los trabajadores en los países occidentales están insatisfechos con su trabajo? Según una encuesta realizada en toda Europa, el 60 % de las personas elegirían una carrera diferente si pudieran empezar de nuevo. 

Nuestra falta de satisfacción en el trabajo se debe con frecuencia a que nuestras expectativas han aumentado. Hoy en día no buscamos un trabajo que pague bien, sino un trabajo que le dé sentido a nuestras  vidas. 

Aunque es posible que no nos sintamos del todo bien si nos toca trabajar en una línea de ensamblaje, nuestros abuelos probablemente estaban de acuerdo e incluso agradecidos por el dinero. Según el autor, la gente solía considerarse afortunada si tenía un techo sobre la cabeza y comida en la mesa. Pero ahora que la mayoría de nosotros en el mundo occidental tenemos suficiente dinero para satisfacer nuestras necesidades básicas, estamos buscando algo más que un buen salario.  

Queremos seguir nuestras pasiones, valores y talentos, queremos que nuestro trabajo sea satisfactorio.Y según el autor, tenemos dos opciones entre las que elegir, podemos bajar nuestras expectativas o podemos aumentarlas. La primera opción se basa en que el trabajo siempre ha sido tedioso e insatisfactorio y que, como resultado, debemos reducir nuestras expectativas y buscar la satisfacción fuera del trabajo, porque siempre que tengamos un minimo de dinero para sobrevivir, podemos dedicar el resto del tiempo a lo que nos llena.

La segunda opción se basa en considerar que si pasamos 8 horas al día trabajando, aunque parecen ir en descenso, no encontrar un trabajo que nos llene implicaría que solo nos queda un tercio de nuestras vidas, si dormimos ocho horas, para hacer algo que nos llene. 

Si asumimos que solo tenemos una vida en este mundo, ¿por qué desperdiciarla haciendo algo que no nos llena?

¿Por qué es tan difícil encontrar un trabajo que nos guste?

Cuando se trata de elegir una carrera, muchos de nosotros nos damos cuenta de que no es tan fácil como elegir lo primero que suene bien, o aquello que parece que hacemos bien. Que haya demasiados caminos para elegir es quizá la principal causa de nuestra confusión. Estamos mal equipados para manejar una gama tan amplia de opciones. 

Como explica Barry Schwartz en su libro La Paradoja de la Elección, tener más opciones podría parecer una buena idea a simple vista, pero varios estudios han demostrado que tener tantas opciones en todas las áreas de nuestra vida, solo aumenta el estrés y confusión, porque sin importar qué elegimos siempre parece que estamos perdiendo algo. 

Consideremos el caso de Benjamin Franklin, que en ese momento era solo un adolescente. Cuando tenía doce años y no quería trabajar en la empresa de velas de su padre, así que decidió encontrar otra opción. Dieron un paseo por las calles juntos, observando a varios trabajadores como carpinteros y albañiles en acción, pero de entre todas las opciones la que le llamó la atención fue la de trabajar en la imprenta de su hermano porque así podría leer tanto como quisiera. 

Durante los siguientes nueve años, Benjamin trabajó como para su hermano, hasta que tuvieron diferencias de opinión que le llevaron a dejar su ciudad natal e ir a Philadelphia, donde pudo no solo crear su propia imprenta, sino también desarrollar su carrera como escritor y crear lo Poor Richard’s Almanack

Hoy en día, no es tan fácil encontrar un trabajo, sea por el número de ofertas o por la competencia a nivel global. Cuando visitamos una página web de carreras hoy, como Linkedin, veremos miles de posiciones diferentes. Cuando vemos tantas opciones no solo no nos hace más felices, sino que resultan en una sensación de parálisis, o lo que se conoce como parálisis por análisis, la incapacidad de hacer porque nos sentimos abrumados por la cantidad de información. 

¿Por qué nos genera estrés nuestro futuro?

El problema no siempre es la falta de opciones, sino la sensación de estar atrapado en un trabajo en particular. En algunos casos, es el cambio lo que es difícil. Con frecuencia nos sentimos atrapados porque invertimos tiempo y esfuerzo en obtener el título que nos llevó a un trabajo con el que ahora no estamos satisfechos. 

Las primeras decisiones que nos llevaron por un camino profesional en concreto crean una fricción que nos mantiene atrapados en un trabajo que no nos llena. Como resultado, nos sentimos limitados por nuestras decisiones anteriores, las decisiones que tomamos cuando apenas teníamos 17 o 18, y no sabíamos muy lo que queríamos o cómo funcionaba el mundo. 

¿Cómo podemos saber lo que queremos cuando lo único que hemos hecho es estudiar y responder exámenes? Nuestros padres podrían habernos aconsejado que estudiáramos derecho o medicina, pero, a medida que crecimos, aprendimos más sobre nosotros mismos, cambiamos y nos dimos cuenta de que queríamos dedicarnos a algo  diferente, cómo crear nuestro propio proyecto y ser emprendedores, o escribir un libro o quizá viajar por todo el mundo. Sin embargo, el sesgo de coste hundido, un sesgo cognitivo que hace referencia al hecho de que valoramos mucho más lo que ya hemos invertido y que hace que intentemos “evitar las perdidas” dificulta la decisión de cambiar de carrera. 

Pero cuando nos dejamos llevar por esto, lo que no entendemos es que quizá hayamos invertido cinco o diez años, pero si no hacemos el cambio acabaremos pasando el resto de nuestras vidas haciendo algo que no nos gusta. Eso significa que si nos jubilamos a los 70, seguramente el número siga subiendo, habremos sacrificado más de cuarenta años porque no queríamos “desperdiciar” cinco.

Debemos cambiar nuestra mentalidad y superar esta barrera psicológica para poder hacer un cambio de carrera. Podríamos considerarlo como una elección entre dos tipos de arrepentimiento: o nos arrepentiremos de haber abandonado la carrera en la que invertimos tiempo y energía, o nos arrepentiremos de no haber tenido el coraje de renunciar y buscar un futuro más satisfactorio. Al final la decisión es nuestra.

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