
Resumen del libro Aventuras empresariales: Doce cuentos clásicos sobre Wall Street por John Brooks (Business Adventures)
Resumen corto: Business Adventures nos enseña cómo gestionar una empresa, invertir en bolsa, cambiar de trabajo y muchas otras cosas al compartir algunas de las experiencias que las grandes empresas y sus líderes han tenido durante el último siglo. En el camino, descubriremos por qué, después de recibir este libro como regalo de Warren Buffett, Bill Gates lo considera su libro favorito.
3 de las principales ideas del libro son:
- Es imposible predecir todo lo que puede pasar en bolsa
- Nuestros bias dificultan el uso del dinero
- Si queremos saber cómo no lanzar un producto, miremos el ejemplo del Ford Edsel.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


Es imposible predecir todo lo que puede pasar en bolsa
No lo solemos tener en cuenta, pero uno de los factores que tiene más peso sobre el comportamiento de la bolsa, son las emociones de las personas. Esto se hace especialmente evidente en el caso de elementos altamente volátiles como las criptomonedas.
Un gran ejemplo, es el accidente que ocurrió en 1962, uno de los eventos más importantes en la historia del mercado de valores: el Flash Crash de 1962. Había habido 6 meses de caída de precios en todo el mercado cuando llegó el final de mayo. Y justo en mitad de un momento lleno de pesimismo, un error humano lo convirtio en una catástrofe para muchos. En esa época aún había que actualizar los precios de las acciones manualmente. Y en la mañana del 28 de mayo, llegaban tarde.
Después de darse cuenta de que los precios de las acciones estaba tardando más de lo normal, los inversores entraron en pánico. Asumieron que el precio había bajado y que la única forma de reducir sus perdidas era vender. Esto a su vez causo que muchas más personas vendieran al ver cómo estaban bajando los precios de las acciones, lo que al final causo un efecto cascada que perdidas de alrededor de $ 20 mil millones en valor de acciones.
Sin embargo, saber que el Dow Jones no podía bajar de los 500 puntos salvó a todos. Una vez que bajó lo suficiente, comenzaron a comprar. Sabían que acercarse a este punto significaba que los precios volverían a subir pronto. En un par de días, todo el mercado se recuperó por completo.
Este ejemplo demuestra lo facil que es que todo se convierta en un caos. Somos mucho menos racionales de lo que pensamos.
Nuestros bias dificultan el uso del dinero
Nuestro cerebro no es muy bueno valorando el precio real de los objetos, y esto lleva a que muchas veces compremos cosas sin tener en cuenta el valor real, es decir que otras cosas podríamos comprar con ese mismo dinero.
A este ‘’valor real’’ de un objeto se le conoce como coste de oportunidad, opportunity costo, es la pérdida de ‘’ganancia potencial’’ que podríamos conseguir de invertir en otras opciones, cuando decidimos ir con una
Esto significa básicamente que tenemos tendencia a tener visión de túnel y pensar que la única opción es la que tenemos enfrente, cuando en realidad tenemos una infinidad de posibilidades además de esta, pero que no estamos teniendo en cuenta. Lo cual significa que estamos ‘’perdiendo oportunidades’’ y por lo tanto cada decisión tiene un coste de oportunidad, porque implica no poder tomar otras decisiones
Esto en si no es nada malo, ya que es imposible no elegir, incluso cuando no hacemos nada estamos decidiendo no hacer nada e invirtiendo nuestro tiempo en ello, pero sí que es importante saber e intentar aumentar nuestras posibilidades para mejorar la probabilidad de tomar una mejor decisión
Por ejemplo, puede que decidamos comprar algo en una tienda local, pero podríamos comprarlo por mucho mejor precio en Amazon, esto es algo que suele pasar por ejemplo con las proteínas.
Y también podemos aprovecharlo si queremos conseguir que alguien compre nuestro producto, debemos intentar hacer que nuestro producto parezca lo más atractivo posible, de forma que parezca la mejor opción
Se ha visto que cuando gastamos dinero mostramos respuestas, en los escáneres de cerebro, que son muy parecidas a las señales de dolor. Por lo que cuando alguien ha de comprar algo, se lo piensa tanto como si fuese a prepararse para recibir un golpe, por lo que si queremos mejorar nuestras posibilidades de vender, debemos hacerlo de forma que el gasto tarde lo maximo
Por ejemplo, algo que han hecho muchos gimnasios durante el Covid ha sido que podemos usarlos gratis durante unos meses pero debemos pagar el año siguiente.
De esta forma con una inversión de unos meses se aseguran un retorno del doble, y además hacen que sea mucho más fácil para el cliente decidirse a hacerlo, porque solemos ver al yo del futuro como una persona diferente al yo del presente.
Esta es también la razón por la que no deberíamos usar tarjetas de crédito, ya que al no ver como perdemos el dinero físico, reducimos el efecto del coste de oportunidad y es mucho más fácil que gastemos dinero.
Además se ha visto que como se diga algo puede afectar a nuestra percepción del coste de oportunidad. Un ejemplo de ello es el de jugar con los porcentajes. En un estudio le preguntaron a los participantes si preferían vivir con un 20% menos de su salario o con un 80% de su salario.
Ambas preguntas presentan la misma situación, pero los participantes preferían el segundo caso, debido a que 80% suena a más y cuando se trata de dinero solemos ir a por la opción que nos da más.
Esto se debe a que estas decisiones las tomamos por ‘’instinto’’ usando lo que Daniel Kahneman llama el Sistema I, que es básicamente nuestro modo automático con alta probabilidad de error. La magia del marqueting está en encontrar las mejores palabras para explicar porque lo que ofrecemos merece la pena y es útil
Cómo no sacar un producto
¿Alguna vez hemos oído hablar del Ford Edsel? Si no es así, no es de extrañar, fue uno de los mayores fracasos de Ford.
El primer error que cometió la empresa fue juzgar mal el mercado. La industria automotriz estadounidense se estaba fortaleciendo en 1955. La gente ganaba más dinero y podía pagar más coches de precio medio. A Ford no le estaba yendo bien en este sector, por lo que comenzaron a planificar el Edsel para solucionarlo.
Pero después de los tres años que les llevó terminar el coche, el mercado había cambiado. La desaceleración de la economía y las tendencias cambiantes hicieron que los coches más baratos fueran más populares.
Otro problema con el Edsel fue la comercialización del coche por parte de Ford. Apostaron a lo grande, invirtiendo 250 millones de dólares para prepararlo. Las expectativas de los consumidores eran altas, pero cuando finalmente salió el automóvil, era otro vehículo como los demás.
Los clientes incluso encontraron que los aspectos técnicos del automóvil estaban llenos de problemas. Ford había pasado tanto tiempo estudiando el mercado que no consiguieron que estuviera en condiciones de funcionamiento. La aceleración era errática y los frenos no funcionaban, entre otros problemas.
Si estamos construyendo un producto, es importante intentar hacerlo lo mejor que podamos, pero tenemos que reducir los tiempos de producción y añadir oportunidades para conseguir feedback. Sino, podemos sacar un producto sólo para encontrar que ya no hay mercado, y que todo lo que considerábamos inversión, se ha convertido en pérdidas.
