
Resumen del libro Aquí no se dan consejos por Mark Epstein 2022 (Advice Not Given)
Resumen corto: Advice Not Given (2018) o en español, Aquí no Se Dan Consejos nos explica la meditación desde el punto de vista de un psiquiatra que puede dar fe de sus beneficios terapéuticos. La vida viene con su parte justa de estrés y ansiedad, desde preocupaciones económicas y profesionales hasta relaciones y sin fin de distracciones a través de las cuales navegar. Así que no es de extrañar que muchas personas busquen el consuelo de la psicoterapia para ayudar a resolverlo.
Epstein proporciona un enfoque práctico de la meditación, y ofrece ejemplos clínicos de lo útil que puede ser para nuestra salud mental, ambos ideales para quien se embarca por primera vez en el camino. La meditación no solo puede ayudarnos a estar más presentes y menos distraídos, sino que también puede ayudarnos a organizar nuestras ideas y recuperar la calma en el día a día.
¿Quién es Mark Epstein?
Mark Epstein es un psiquiatra cuyas experiencias le han proporcionado un interés único en las conexiones entre la psicoterapia y las prácticas de meditación budista. Ha escrito varios libros que exploran esta conexión, incluido The Trauma of Everyday Life (2013).
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Cómo meditar si nunca hemos probado
Si tenemos un problema con la meditación, es probable que se deba a la mala práctica de tratar de meditar con un objetivo estricto en mente cómo volverse no pensar en nada durante 20 minutos.
Este es un enfoque equivocado, ya que esto busca que lleguemos al estado ideal desde el principio, algo que si hemos intentado aprender a tocar un instrumento, o cualquier deporte, sabemos que es imposible. Por eso, en vez de crear expectativas demasiado altas, que aumenten nuestra probabilidad de dejarlo, es mejor bajar nuestras expectativas. De esta forma, será más fácil que lo convirtamos en un hábito.
Pero aun asi, seguramente para muchos de nosotros, es francamente difícil sentarnos en silencio y no obsesionarnos con arrepentimientos pasados o preocupaciones futuras. Hay dos razones principales por las que el cerebro prefiere mantenerse alejado del presente. La primera es que es nuevo e impredecible. Nuestros sentidos captan nuevos estímulos a cada momento, y nuestras sensaciones cambian de un momento a otro.
En segundo lugar, cuando hay algo desagradable, el cerebro vuelve a lo familiar. En lugar de lidiar con algo nuevo e impredecible, se retira al terreno mental de lo pasado. Sin embargo, con la práctica, podemos acostumbrar nuestro cerebro a vivir en el presente.
Para ayudar a nuestra mente a acostumbrarse al presente, podemos empezar por la meditación de sonido. Podemos hacer esto encontrando un lugar tranquilo y cómodo para sentarnos y cerrar los ojos. Una vez allí, el autor nos recomienda centrarnos en los sonidos que nos rodean. Mientras hacemos esto, intentemos notar la sensación de escuchar algo, y notar como aparece sin que podamos controlarlo, y como desaparece igual de rápido, igual que nuestros pensamientos.
La meditación no es una forma de escapismo
El psicoterapeuta Jack Engler , amigo del autor, llegó a entender mejor la meditación cuando viajó a la India para aprender de un maestro indio conocido como Guru Munindra. Engler al principio estaba confundido cuando, durante sus primeras dos semanas con el gurú, las únicas preguntas que Munindra hacía eran sobre las deposiciones.
Engler empezó a preguntarse si la gente en la India hablaba sobre el estreñimiento y la diarrea como la gente en Estados Unidos hablaba sobre el clima, asi que le dijo que estaba allí para aprender sobre el Dharma, también conocido como el camino de la iluminación que a menudo se asocia con la meditación.
Fue ahí cuando le explicó por qué no había enseñado ninguna técnica de meditación durante las primeras dos semanas. Quería que sus estudiantes entendieran que la meditación no es una experiencia separada o un escape de las realidades mundanas de la vida. Por el contrario, la meditación es una forma de comprometerse con el momento presente, incluso si es desagradable.
Quería que la meditación fuera una parte tan básica de su vida como usar el baño. La meditación no debe utilizarse como una estrategia para evitar la vida, a pesar de que muchas personas han caído en la trampa de utilizar la práctica como una forma de escapar de los problemas.
Puede sonar tentador sentarse, cerrar los ojos y concentrarse con calma en nuestra respiración en lugar de nuestros problemas, pero la meditación no es una forma de construir muros que mantengan a raya nuestras obligaciones. Es una forma de aprender a dejar de lado nuestro lado más instintivo, y centrarnos en nuestro lado racional.
¿Que significa vivir en el momento?
La atención plena es una forma de meditación y una que se usa con moderación. Mientras que muchas formas de meditación implican centrar la mente en una cosa, ya sea un mantra, un sonido o la oscuridad que vemos al cerrar los ojos, la atención plena se trata de abrirnos a todas las sensaciones mientras las dejamos pasar y no nos fijamos en ninguna cosa.
El mindfulness es ciertamente beneficioso, pero no necesitamos pasar cada minuto despiertos en ese estado. Hay una parábola budista sobre un granjero que refleja cómo sería una actitud saludable hacia la atención plena.
Antes de la cosecha, el agricultor debe prestar atención a las vacas que pastan, para asegurarse de que no se coman los cultivos. Pero después de la cosecha, el granjero puede relajarse ya que ahora solo necesita asegurarse de que las vacas no se alejen.
Podemos adoptar el mismo enfoque con la atención plena no hace falta forzarnos constantemente. Con que nos aseguremos de practicarlo de forma habitual, con el tiempo, se acabara convirtiendo algo que hacemos de forma subconsciente .
Una de las razones de la popularidad de la atención plena es que sirve como un gran primer paso hacia otras formas de meditación más avanzadas. Muchas tradiciones budistas lo han utilizado para este propósito. Según otra parábola, Buda veía la atención plena como una balsa que puede ayudar a las personas a cruzar un río: pero una vez que hemos cruzado ese río, no es necesario arrastrar la balsa con nosotros.
