Desentrañando el Camino hacia la Revolución: Tensiones en la América Colonial

El período posterior a la Guerra Franco-India estuvo marcado por relaciones tensas entre Gran Bretaña y sus colonias americanas. Hubo mutua hostilidad, sin que ninguno de los lados comprendiera completamente las intenciones del otro. Esta tensión persistió incluso después de la Ley Townshend, pero para 1760, tanto Gran Bretaña como América buscaban un retorno a la normalidad y la prosperidad. Durante casi dos años, parecía que los conflictos de la década de 1760 quedarían en el pasado. El Parlamento no tomó medidas provocativas adicionales, los líderes coloniales radicales perdieron prominencia y los bienes británicos volvieron a fluir en las colonias en cantidades mayores.

Sin embargo, en 1772 surgieron signos de descontento continuo. En junio de ese año, un barco de aduanas llamado Gaspee encalló mientras perseguía a presuntos contrabandistas cerca de Rhode Island. Una multitud local tomó el control del barco por la fuerza y el Parlamento formó una comisión para investigar el incidente. Este incidente reveló que el Parlamento todavía no entendía completamente la política colonial. Los comisionados tenían la autoridad para llevar a cualquier culpable a juicio en Gran Bretaña, socavando el principio de un juicio por jurado de iguales.

En Massachusetts, las tensiones crecieron debido al problema persistente de cómo financiar la administración real. Aunque la mayoría de los impuestos de Townshend habían sido revocados, el salario del gobernador Thomas Hutchinson seguía siendo pagado con el impuesto sobre el té restante. Además, había indicios de que esta política podría extenderse para incluir a todos los jueces. Esto generó oposición, y los Comités de Correspondencia volvieron a aparecer.

El gobernador Hutchinson exacerbó la situación al afirmar la supremacía del Parlamento y negar cualquier distinción entre la autoridad parlamentaria y la independencia colonial. Su suposición de que la independencia era impensable y que el Parlamento debía estar a cargo no se alineaba con las opiniones de todos en las colonias.

La situación escaló en mayo de 1773 cuando el Parlamento aprobó la Ley del Té. Esta ley no tenía relación con los impuestos anteriores sobre el té y tenía como objetivo abordar los problemas financieros de la Compañía de las Indias Orientales, una corporación privada con un monopolio en el comercio con India y China. La Ley del Té permitía a la compañía importar té directamente a las colonias para reducir su excedente y establecer una fuente de ingresos estable.

Sin embargo, los colonos percibieron la Ley del Té de manera diferente. Temían que estableciera un precedente para que otras empresas británicas vendieran directamente en las colonias, socavando su economía colonial independiente. Esta perspectiva alimentó una oposición generalizada a la Ley del Té, mucho más allá de lo que el Parlamento había anticipado.

A medida que las tensiones aumentaban, la resistencia radical ganaba impulso. En enero de 1773, las declaraciones confrontacionales del gobernador Hutchinson avivaron aún más el fuego. La situación llegó a su punto culminante cuando tres barcos que transportaban té de la Compañía de las Indias Orientales llegaron a las colonias en diciembre de 1773.

En Boston, el barco Dartmouth llegó y se convirtió en el punto focal de la resistencia. Los Hijos de la Libertad, vestidos como nativos americanos, abordaron el barco y arrojaron 90,000 libras de té al puerto de Boston, un evento conocido como el Motín del Té de Boston.

La noticia del Motín del Té de Boston llegó a Gran Bretaña en enero de 1774, y el gobierno británico reaccionó con indignación. Lo consideraron un desafío a su autoridad, lo que llevó a una serie de medidas punitivas conocidas como las Leyes Coercitivas (o Leyes Intolerables en América). Estas incluyeron el Proyecto de Puerto de Boston, la Ley del Gobierno de Massachusetts, la Ley de Administración de Justicia, la Ley de Alojamiento y la Ley de Quebec.

El general Thomas Gage reemplazó a Hutchinson como gobernador de Massachusetts en 1774, efectivamente colocando a la colonia bajo ocupación militar. En respuesta a estas medidas opresivas, las colonias comenzaron a discutir acciones colectivas, lo que llevó a la convocatoria del Primer Congreso Continental en Filadelfia en septiembre de 1774.

En el Primer Congreso Continental, los delegados debatieron cómo responder a las Leyes Coercitivas y a los problemas más amplios de los derechos coloniales. Endosaron las Resoluciones de Suffolk, un documento que alentaba la resistencia contra la opresión británica. El Congreso también formó la Asociación Continental para hacer cumplir un boicot a los bienes británicos.

Los comités locales de la Asociación, establecidos para supervisar el boicot, más tarde se convertirían en órganos esenciales del esfuerzo de la Guerra Revolucionaria. Las colonias acordaron la no importación y no consumo de bienes británicos, aunque los detalles variaron según la colonia. Carolina del Sur, por ejemplo, aseguró exenciones para el arroz e índigo.

En respuesta a los boicots y la no importación, el gobierno británico anunció planes para un bloqueo continental y represalias adicionales en las colonias. Las advertencias del general Gage de que las Leyes Intolerables estaban teniendo un efecto contrario no fueron escuchadas, y los británicos enviaron generales adicionales para asesorarlo.

A medida que las tensiones aumentaron y los boicots tuvieron efecto, se preparó el escenario para confrontaciones más significativas. El Congreso Continental se disolvió en octubre de 1774, acordando volver a reunirse en mayo de 1775. Los comités locales que hacían cumplir los boicots y se organizaban para un posible conflicto sentaron las bases para la Guerra Revolucionaria.

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