
Resumen del libro Your Best Just Got Better Work Smarter, Think Bigger, Achieve More por Jason W. Womack
Reseña/Sinopsis: Your Best Just Got Better (2012) describe las técnicas más efectivas para establecer nuestras metas y usar nuestro tiempo para lograrlas. Este libro revela qué partes de nuestra vida están agotando nuestra motivación, así como qué podemos hacer para llevar nuestra ambición al siguiente nivel.
¿Quién es Jason W. Womack?
Jason W. Womack es un aclamado conferenciante y coach de directores ejecutivos, gerentes, empleados y empresarios. Ha realizado más de 1200 talleres de rendimiento en la empresa en todo el mundo, compartiendo sus consejos expertos sobre cómo trabajar de forma más inteligente y aumentar el rendimiento.
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¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar si nuestra jornada laboral es todo lo efectiva que podría ser?
¿Realmente estamos haciendo todo lo que hacemos? Lo más probable es que no. La verdad es que todos sufrimos de una clara falta de eficiencia en nuestra vida diaria. Para empezar, por ejemplo cuánto tiempo pasamos todos los días siendo interrumpidos por compañeros. Puede parecer trivial hablar sobre el juego de anoche con un compañero de trabajo, pero hazlo media docena de veces y habremos perdido una hora.
Estamos lejos de trabajar a nuestro máximo potencial, pero ¿qué podemos hacer al respecto?
Solo hazlo: probablemente estemos acostumbrados a este pegadizo eslogan de Nike. Pero, ¿hemos considerado alguna vez que esas palabras podrían ser mucho más que una campaña publicitaria? Just Do It es uno de los consejos más simples pero más valiosos para cualquier persona que quiera lograr cualquier tipo de objetivo.
Definir lo que queremos hacer impulsará nuestro viaje hacia un trabajo más inteligente. Tener un objetivo claro requiere honestidad con uno mismo, que podemos lograr con solo pararnos frente a nuestro espejo por la mañana y hacernos la siguiente pregunta: “Si pudiera mejorar únicamente en en una cosa, ¿cuál sería?” y cuando volvamos a casa al final del día, deberiamos hacernos otra pregunta: “¿Qué hice hoy para estar más cerca de lograr mi meta?”
Digamos que nuestra meta es correr una maratón. ¿Hemos salido a correr esta semana? ¿Estamos haciendo todo lo posible para tener una dieta más saludable? Establecer nuestras metas al empezar el día, y revisar como nos ha ido el día y que podemos mejorar son las mejores estrategias para acercarnos a nuestras metas.
Esto nos lleva a otro aspecto vital para establecer nuestras metas: dividirlas en partes más pequeñas. Por ejemplo, nuestro sueño de correr una maratón puede parecer desalentador. ¿Por qué no dividir nuestro entrenamiento en unidades más pequeñas? Podríamos empezar con 5 km, luego 10 km y así. Si podemos convertir nuestro objetivo aparentemente enorme en una serie de tareas manejables, tomar medidas se vuelve mucho más fácil.
También es importante que abordemos nuestras tareas una a la vez. Aunque es genial estar entusiasmado por lograr nuestras metas, siempre hay que tener cuidado. Si intentamos hacer demasiadas cosas a la vez, encontraremos que nuestra energía y motivación se agotan. Esto se aplica no solo a las tareas relacionadas con nuestros objetivos, sino también a otras distracciones.
Hemos aprendido a procrastinar, así que ahora debemos ‘’desaprenderlo’’
La escuela requiere que aprendamos una gran diversidad de cosas, pero el hecho de que las clases tengan tantas personas y que la velocidad y estilo de aprendizaje de los alumnos pueda ser tan diferente como para que ninguno vaya a la misma velocidad, hace que crezcan sentimientos de irritación y que muchos acaben por dejar de estudiar o pierdan el interés
Que no puedan entender las lecciones o que vayan demasiado lento, hace que los estudiantes opten por hacer otras cosas con su tiempo, y muchas veces estas cosas son las redes sociales o juegos, pasatiempos que nos dan subidones de dopamina instantáneos
Esto junto a otros elementos que nos comenta el autor:
- Que las escuelas nos enseñan que el trabajo no tiene porque ser divertido y que tenemos que hacer las cosas cuando nos las piden, en lugar de disfrutarlas
- Que hacer lo justo ya nos puede dar el visto bueno, incluso sin entender lo que estamos haciendo realmente
- Que siempre existe una respuesta correcta y que arriesgarse a contentar y experimentar esta mal
La realidad es que nadie es vago, es tan solo que hemos pedido la capacidad de disfrutar aquello que tiene recompensas a largo plazo porque el sistema educativo no ha cumplido con nuestras necesidades
De forma, que si somos capaces de desaprender nuestra forma de lidiar con el trabajo, podemos aprender a disfrutarlo mucho más, acercarnos al proceso de flow o fluir y gracias a ello ser más efectivos
¿Qué tareas hemos pospuesto hoy?
Todos posponemos cosas en nuestras listas de tareas pendientes, con la promesa de que volveremos a ellas tan pronto como tengamos un poco de tiempo libre, mientras que la lista solo se hace más y más larga. Esto nos hará retroceder mientras perseguimos nuestros objetivos, pero podemos combatirlo manteniendo un buen ritmo.
El autor tuvo que aprender la lección de mantener su ritmo de la forma más difícil. Un ávido triatleta, estaba corriendo en el Wildflower Triathlon y descubrió que había completado la primera milla en solo seis minutos, aunque su ritmo planificado era de ocho minutos por milla.
Efectivamente, en la marca de cinco millas empezó a llegar a su limite y tuvo que reducir la velocidad. Esto no habría sucedido si hubiera mantenido su ritmo. Mantener el ritmo es una forma de usar nuestro día de forma más efectiva. Pero hay otra forma de aprovechar al máximo el tiempo que tenemos. Valorándolo.
15 minutos es alrededor del uno por ciento de un día. Aún así, es tiempo suficiente para hacer muchas cosas. Cuando el autor tuvo que esperar unos minutos para una reunión, se las arregló para escribir una tarjeta de agradecimiento, revisar su calendario para las próximas tres semanas, reservar su hotel y coche de alquiler para un próximo viaje, revisar sus mensajes de voz y planificar brevemente un artículo. Recordemos esto eso la próxima vez que tengamos 15 minutos libres. Los tiempos de espera inconvenientes pueden convertirse en oportunidades para marcar esos pequeños elementos de nuestras listas de tareas pendientes. Esto, a su vez, liberará espacio mental para tareas más importantes, lo cual es vital, como veremos a continuación.
