
Resumen del libro You Do You How to Be Who You Are and Use What You’ve Got to Get What You Want por Sarah Knight
Reseña/Sinopsis: You Do You (2017) Repletos de ideas sensatas, este libro sugiere que, independientemente de lo que nos hayan dicho, no hay nada de malo en ser nosotros, con imperfecciones e idiosincrasias.
¿Quién es Sarah Knight?
Sarah Knight es una escritora independiente y antigurú conocida por su versión superventas del género de autoayuda. Es la autora de The Life-Changing Magic of Not Giving a F**k, una guía para usar nuestro tiempo de forma más inteligente basada en una charla TEDx que acumuló 6 millones de visitas y Get Our Sh*t Together.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


Muchas normas sociales carecen de fundamento
Es fascinante cómo nuestra sociedad tiene muchas normas extrañas que la gente no cuestiona. Por ejemplo:
- ¿Por qué trabajamos exactamente 40 horas cada semana?
- ¿Cómo se han establecido los tiempos para las distintas carreras universitarias, y porque son casi todos iguales?
- ¿Por qué casi todas las jubilaciones comienzan aproximadamente a la misma edad a los 60 años o más?
- ¿Por qué no nos enseñan de pequeños que existe la opción de crear nuestros propios negocios?
A veces, si exploramos las razones detrás de algo, podemos descubrir que no hay una causa real, simplemente se hace porque “siempre se ha hecho asi”, o lo que se conoce como sesgo de prueba social.
Según Robert Cialdini profesor de psicología y el famoso autor del libro Influence, la prueba social significa que cuando vemos a otras personas haciendo algo, asumimos que es correcto. Es por eso que las reseñas de los clientes, los testimonios y el respaldo de celebridades pueden aumentar las ventas de un producto de manera efectiva.
La alternativa a seguir a la multitud es tener claro cómo queremos que sea nuestra vida, algo que llaman “Diseño de estilo de vida”. El diseño de estilo de vida trata de tener claro cómo queremos que sea nuestra vida. (En lugar de seguir lo que todos los demás están haciendo). Suena simple, pero la mayoría de nosotros no lo hacemos, y simplemente vivimos como máquinas acatando órdenes. Por ejemplo, si queremos evitar caer en el patrón predeterminado de 9-5, entonces debemos diseñar el estilo de vida que queremos y tomar decisiones que nos lleven en esa dirección.
Un problema que podemos encontrar en el proceso de decidir nuestras metas, es que muchas veces no sabemos exactamente lo que queremos. Esto suele pasar porque a medida que nos fuerzan a estudiar temas determinados en el instituto, perdemos la conexión con nuestros deseos y tendencias. Nos acostumbramos a seguir lo que nos digan los demás, por miedo a que nos pongan mala nota o que nos digan que nos equivocamos. Pero, por suerte podemos recuperar la conexión con nuestros deseos y motivaciones más profundas, o con lo que Robert Greene llamaría la energía de nuestra infancia.
Para empezar el proceso, Ferris nos recomienda escribir varias cosas que queramos ser, tener y hacer en el próximo año o dos. Estos pueden incluir posesiones, habilidades y experiencias que queremos tener.
Decide qué funciona para ti a través de la prueba y error
Si algunas reglas son sensatas y otras no tienen sentido, ¿cómo diferenciamos las dos? Bueno, si un principio nos perjudica más de lo que ayuda a otros, probablemente deberíamos cuestionarla.
Esto pone tres mandamientos comunes: “Hazlo lo mejor que puedas”, “Trabaja en equipo” y “No seas egoísta”, en la línea de fuego.
Comencemos con la noción de que siempre debemos hacerlo lo mejor posible. Darlo todo es agotador y eso puede afectar nuestra salud. Por ejemplo en el caso de la autora, durante años, se levantaba al amanecer y se ponía a trabajar. Estudiaba todo el día y hasta bien entrada la noche. Sus notas en la universidad fueron excelentes, pero su salud pronto cayó en picado, dejándola con un bulto no diagnosticado en el cuello, la manifestación física de todo ese estrés y falta de sueño.
Luchar sin cesar por la perfección también es una receta segura para la decepción. Si tenemos la calificación perfecta, la única forma en que puede cambiar es empeorando. Esto sugiere que nuestra mejor apuesta es ser más flexible y aceptar que no podemos ser perfectos todo el tiempo.
Después está la idea de que debemos “darlo todo por el equipo”. Hablando sin rodeos, esto simplemente no es cierto: es perfectamente legítimo anteponer nuestros propios intereses. Solo preocuparnos por nosotros mismos e ignorar a los demás es definitivamente algo que debe evitarse.
El objetivo es ser alguien que se preocupa por los demás, pero también se ocupa de sus propias necesidades antes de cuidar de los demás. Esto se debe a que solo podemos ayudar a quienes nos rodean si estamos bien. Esta es una idea bastante intuitiva, incluso si a menudo la olvidamos.
Un ejemplo claro de esto son las instrucciones de seguridad del avión. La razón por la que se nos dice que primero cuidemos nuestra propia máscara de oxígeno es que no podremos ponerle una máscara a nuestro hijo si nos hemos desmayado.
Para acabar, es importante enfatizar que algunas personas son jugadores de equipo por naturaleza, mientras que otros simplemente no lo son, y eso está bien. Si jugar en un equipo no es lo nuestro, no tiene por qué ser un problema. Tenemos todo el derecho de priorizar nuestra propia salud y bienestar
La importancia de la claridad
Mantenerse firme puede ser complicado, sobre todo porque a menudo nos dicen que estamos “siendo difíciles”. Dicho así, parece que estamos siendo infantiles y petulantes, y es por eso que a menudo se expresa de esa forma: es un gran método para evitar que nos defendamos.
Pero no tiene nada de malo clavarnos los talones y tener claro lo que queremos en la vida. Imaginemos que estamos en un restaurante. nos gusta nuestro bistec bien hecho y así lo pedimos. Cuando llega, sin embargo, esta un poco crudo. Le recordamos al camarero nuestro pedido y pedimos otro filete.
Si hemos estado en este tipo de situación, sabemos que es muy probable que nos hayamos sentido un poco incómodos por hacer que vuelvan cocinarlo. Bueno, si ser sincero sobre lo que queremos y lo que no queremos, y comunicar esos deseos, significa que estamos siendo difíciles, que así sea, podemos reconocerlo.
Recuerde, sin embargo, que hay una diferencia entre mantenerse firme y pisotear a los demás. Defendernos también es importante cuando se trata de tomar decisiones importantes en la vida. Esto se debe a que las opiniones de otras personas pueden ser lo único que nos impide perseguir nuestros sueños.
Digamos que estamos jugando con la idea de renunciar a nuestro trabajo. Es probable que nos sintamos incómodos con esto incluso si odiamos nuestro trabajo. Es comprensible. Renunciar a un cheque de pago es arriesgado, especialmente si otros dependen financieramente de nosotros. Si renunciamos, también podríamos terminar sintiéndonos como si de alguna forma fallamos en el papel, y nadie quiere sentirse así.
Estas son razones legítimas para dudar de nuestra decisión. Pero si lo único que nos impide renunciar a nuestro trabajo es lo que otras personas puedan pensar sobre nuestra decisión, probablemente deberíamos dar el paso. Nadie conoce nuestra situación mejor que nosotros. Si la autora no hubiera ignorado lo que decían los demás, por ejemplo, nunca habría renunciado a su trabajo y escrito su libro.
