Resumen del libro Vívelo por Jairek Robbins 2016 (Live It! 2014)

Resumen del libro Vívelo por Jairek Robbins 2016 (Live It! 2014)

Resumen corto/Sinópsis: ¡Vívelo! (2016) proporciona una guía paso a paso para entender qué tipo de vida queremos vivir y cómo hacerla realidad. Al final de nuestras vidas, seguramente reflexionemos sobre las decisiones que hemos tomado, los caminos que hemos seguido,  pero cuando llegue el momento, solo unos pocos podrán decir honestamente que han vivido de acuerdo a sus ideales y que han tenido el impacto que buscaban tener.

Los arrepentimientos y las oportunidades perdidas pesarán sobre el resto de nosotros, y para evitar que sea el caso, debemos esforzarnos por acercarnos a nuestros ideales y mejorar cada día. Con algunos trucos y bastante esfuerzo, podemos convertirnos en la persona que siempre hemos querido ser y vivir la vida que siempre hemos deseado.

Con  frecuencia, damos la espalda a nuestros sueños y nunca damos el primer paso para mejorar nuestras vidas. Este libro se centra en lo que necesitamos para conseguir lo que queremos, así como en cómo evitar obstáculos y dificultades en el camino. 

¿Quién es Jairek Robbins?

Jairek Robbins es un coach de motivación y rendimiento. Jairek Robbins, hijo del pionero del coaching de renombre internacional Tony Robbins, y a los 23, en reconocimiento por su trabajo en ONGs, consiguió el Gold Congressional Award del Congreso de los EE. UU., que se otorga a los jóvenes estadounidenses para reconocer el servicio y la iniciativa. Es un conferenciante frecuente de seminarios y conferencias, y Live It! es su primer libro.

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La importancia de tener claras nuestras metas

¿Alguna vez hemos intentado encontrar un libro que leer en Amazon, solo para acabar frustrados porque hay demasiadas opciones y no nos podemos decidir? Tener tantas opciones y no saber la correcta, decidir y ver que en realidad la buena era otra hace que nos sintamos menos satisfechos

El efecto se incrementa cuantas más opciones tengamos y cuanto más tiempo dediquemos al proceso. Esto se debe al fenómeno llamado coste de oportunidad que hace referencia a cómo saber que existen otras opciones y lo que nos perdemos al no elegirlas hace que nos sintamos menos satisfechos.

Ver tantas opciones nos hace pensar que quizá hay una perfecta que cumple con todo lo que queremos pero la realidad es que no existe tal opción, todas tienen desventajas y es nuestro deber aprender a aceptarlas a veces.

Y lo mismo ocurre con nuestras metas, y el tipo de vida que queremos vivir. A menos que tengamos claro cómo queremos vivir y qué queremos conseguir, es casi imposible que nos acerquemos a nuestro ideal, necesitamos una visión clara de nuestro futuro. Quienes pueden visualizar su futuro no tienen que esperar a ver qué les depara la vida; en cambio, crean activamente sus vidas según sus deseos. 

Consideremos a Malala Yousafzai como un ejemplo. A pesar de que miembros del Talibán le dispararon por sus creencias, se negó a abandonar la lucha por los derechos educativos de las niñas en Pakistán. Su misión de mejorar la vida de las mujeres era lo suficientemente fuerte para que ella pudiera seguir adelante incluso con obstáculos que podían matarle. 

Por eso es fundamental que desarrollemos una visión clara de nuestras vidas. Para ello, imaginemos cómo sería un día perfecto para nosotros. Es posible que nos vengan a la mente imágenes pasar un día en la montaña, o tener una casa en el campo, o quizá de asistir a los mejores eventos del mundo. 

Sin importar lo que nos venga a la cabeza cuando pensamos en “el estilo de vida ideal”, lo importante es entender donde queremos llegar, y planificar nuestros días de forma que nos ayuden a acercarnos a nuestras metas.

Consideremos un día completo desde el amanecer hasta el atardecer. ¿Qué hacemos nada más despertarnos? ¿Cuáles son nuestras prioridades? ¿Nos despertamos al lado de nuestra pareja, desayunamos con nuestros hijos y luego nos vamos a trabajar para? ¿O estamos en una casa de campo disfrutando de la calma? 

Al imaginar nuestro día ideal, deberíamos intentar hacer uso de todos nuestros sentidos ¿qué olemos, oímos, vemos y sentimos? Este ejercicio no solo nos da una mejor idea de lo que queremos, sino que también nos emociona y motiva para empezar a trabajar hacia nuestra meta. Ahora que tenemos una mejor idea de cómo es nuestra vida ideal, trabajemos para hacerla realidad.

¿Cómo usamos nuestro tiempo?

La persona promedio ve más de cinco horas de televisión al día. Este es un tiempo que podría dedicarse a actividades más agradables, o al menos que nos acerquen más a nuestras metas y quien queremos ser. 

El problema es que parece haber una desconexión entre lo que creemos que es importante y cómo empleamos nuestro tiempo. Perdemos el tiempo en actividades que no nos llenan como ver la televisión en exceso y hacer compras, que solo sirven para distraernos y que a la larga, no contribuyen a nuestra felicidad. 

Las actividades que nos llenan son responsables de la satisfacción a largo plazo, pero rara vez surgen en nuestro pensamiento diario. Para lidiar con esta tendencia, Jairekl Robbins nos recomienda pensar en nuestra vida como una casa. Un palacio puede ser todo lo atractivo que quiera por fuera y tener las mejores vistas, pero si la plomería y la electricidad no funcionan, vivir allí sería desagradable. 

En nuestro caso, los habitos que rigen nuestro día a día, y la forma en que usamos nuestro tiempo es lo que nos permite crear los cimientos que mantengan la casa de nuestro sueños. Hay varias áreas que debemos tener en cuenta para ello, la salud, nuestra inteligencia emocional, y nuestro entorno. 

La salud es lo primero porque cómo nos sentimos y las actividades en las que podemos participar y disfrutar están determinadas por nuestra salud. La inteligencia emocional es otro de los factores clave, porque nos ayuda a lidiar con las cosas que nos suceden a diario, es lo que nos permite seguir adelante cuando nos enfrentamos a obstáculos. 

En lugar de ser esclavos de nuestras reacciones y emociones, podemos empezar a controlarlas de forma proactiva. La familia, los amigos, la profesión, las finanzas y la espiritualidad también son áreas importantes, sin las cuales no podríamos mantener nuestra salud mental, ni nuestra vida. 

Por eso, es importante entender dónde estamos en lo que respecta a cada uno de estos factores, porque de ello depende que nos acerquemos a nuestras metas. Robbins nos recomienda puntuar cada apartado en una escala de 0 (malo) a 10 (perfecto) y comparar estos números con nuestro día ideal. Saber qué áreas tenemos que mejorar nos permite entender que objetivos deberíamos priorizar.

¿Por qué es importante conocer nuestras metas y la motivación?

¿Por qué están aumentando la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta si tantos de nosotros sabemos cómo comer de forma saludable? Es porque hay una diferencia entre saber lo que es correcto y hacerlo. Cuando no hacemos lo que sabemos que es bueno para nosotros, se debe a una falta de motivación y disciplina intrínsecas. 

Lo primero que debemos hacer es identificar nuestras motivaciones, por ejemplo en el caso del trabajo algunos de nosotros trabajamos para brindar una buena educación a nuestros hijos, mientras que otros lo hacen para subir en la escala corporativa, o para conseguir libertad. 

Nuestras respuestas nos ayudarán a definir nuestras motivaciones. Una vez que hemos identificado nuestras motivaciones, debemos ponerlas en acción. Las emociones juegan un papel en cada decisión que tomamos. Tomamos decisiones a favor o en contra de algo para experimentar placer o evitar el dolor. 

Supongamos que nuestra alarma suena a las 6 am, pero debido a que hace frío fuera y se está bien en la cama, la tentación de quedarse en la cama es fuerte. Pero si recordamos que tenemos una reunión importante y que llegar tarde repercutirá negativamente en nuestro trabajo, el deseo de evitar el resultado negativo es más poderoso emocionalmente, por lo que decidimos levantarnos de la cama. 

Este es un ejemplo al que todos nos habremos enfrentado en algún momento, y que demuestra lo importante que es saber por qué estamos haciendo lo que hacemos. Si no tenemos un “porqué” suficientemente fuerte, y creamos una rutina que lo sustente, es casi imposible que nos acerquemos a las metas. Cumplir nuestros objetivos casi siempre implica salir de la zona de confort, y esto viene con una fricción que, según las leyes de la termodinámica, implica que si queremos avanzar en la dirección con fricción, debemos aplicar una cantidad de energía suficientemente grande como para mantenernos en movimiento. 

En el caso de los coches es la gasolina o la electricidad, en nuestro caso es la motivación y la disciplina.  La buena noticia es que podemos usar estos impulsos emocionales para guiarnos hacia nuestras metas imaginando cómo nos sentiremos cuando las alcancemos. Comprender nuestra motivación, sin embargo, no es insuficiente. Nuestras motivaciones deben traducirse en acción.

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