Resumen del libro The Man Who Wasn’t There Investigations into the Strange New Science of the Self por Anil Ananthaswamy 2015

Resumen del libro The Man Who Wasn’t There Investigations into the Strange New Science of the Self por Anil Ananthaswamy 2015

Resumen corto/Sinópsis: The Man Who Wasn’t There profundiza en los mecanismos que dan forma a nuestro sentido del yo, así como en lo que pasa cuando fallan. El libro demuestra cuán frágil puede ser nuestro sentido del yo, y lo que solemos llamar “nuestro ego” al examinar los sorprendentes efectos de trastornos como la esquizofrenia, la despersonalización y el autismo. 

¿Quién es Anil Ananthaswamy?

Anil Ananthaswamy es un periodista que se especializa en temas de ciencia y autor de The Edge of Physics. Anteriormente ha trabajado como editor invitado para el programa de escritura científica de la Universidad de California, Santa Cruz, y actualmente trabaja como consultor para New Scientist en Londres, donde anteriormente ejerció como editor adjunto de noticias, y como editor de funciones para PNAS Front Matter. 

Ha escrito regularmente para New Scientist, Quanta, Scientific American, PNAS Front Matter y Nature, y también ha colaborado en Matter, The Wall Street Journal, y Nautilus entre otras publicaciones.

Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)

El Síndrome de Cotard o ¿Qué es el “yo”? 

La mayoría de nosotros consideramos el <<yo>> como un aspecto inmutable de nuestra identidad. Tenemos un fuerte apego a este yo y al cuerpo que habita, y creemos que tenemos el control de nuestros cuerpos y reacciones. 

Pero este concepto de yo no es algo que tengamos de forma innata y mucho menos algo que nuestro cerebro pueda hacer sin dificultades. Nuestro cerebro esta trabajando constantemente para crear la “ilusión del yo”, y cualquier problema en el funcionamiento de nuestro cerebro puede cambiar por completo nuestra percepción de quien somos. 

Las personas con síndrome de Cotard están  convencidas de que están muertas, por extraño que parezca. Anil Ananthaswamy menciona el caso de Graham, un paciente de un hospital psiquiátrico de mediana edad, que afirmaba estar muerto. Graham sufría de depresión severa después de su divorcio y un intento fallido de suicidio, y al no poder controlar sus emociones llegó a la conclusión de que debía estar muerto. Afirmó que ya no necesitaba dormir comer o beber, a pesar de que seguía haciendo todas estas cosas. Se negó a creerlo cuando le informaron que todavía estaba vivo. 

Este es un ejemplo curioso de cómo nuestro sentido del <<yo>> depende de ciertas áreas del cerebro. Algunas de estas regiones en el cerebro de las personas con síndrome de Cotard están dañadas o fallan, lo que altera aspectos del sentido de identidad, como la sensación de estar vivos. Los médicos escanearon el cerebro de Graham y descubrieron que su red frontoparietal, también conocida como red neuronal por defecto, una parte del cerebro involucrada en la conciencia, exhibía muy poca actividad metabólica. La red a cargo de la conciencia de las actividades internas (como las emociones) se vio  dañada.

El Alzheimer y ¿Qué es la memoria semántica?

La mayoría de nosotros recordamos nuestras vidas como historias, y estas historias forman lo que entendemos como nuestro <<yo>>. Los pacientes de Alzheimer pierden la capacidad de recordar estas historias, al perder sus recuerdos, y las consecuencias pueden ser desastrosas. Un tipo especial de memoria semántica, según el neuropsicólogo Robin Morris, almacena los datos y las nociones que tenemos de nosotros mismos en un “sistema de autorrepresentación”. 

La memoria semántica se refiere al conocimiento general del mundo que acumulamos a lo largo de nuestras vidas, y es por lo tanto el término científico que usamos para referirnos a “la historia que crea nuestro concepto del <<yo>>”. Este conocimiento general (hechos, ideas, significado y conceptos) se basa en la experiencia y la cultura.

La memoria semántica se diferencia de la memoria episódica, que es nuestro recuerdo de experiencias y hechos concretos que ocurren a lo largo de nuestra vida y que podemos recrear en cualquier momento.

Podemos aprender sobre nuevos conceptos aplicando lo que hemos aprendido en el pasado. Tanto la memoria semántica como la memoria episódica son tipos de memoria explícita (o memoria declarativa), que es la memoria de hechos o eventos que pueden recordarse conscientemente.

Por ejemplo, la memoria semántica puede almacenar información sobre qué es un gato, mientras que la memoria episódica puede almacenar un recuerdo específico de acariciar al perro de un amigo. 

Nuestro concepto del yo, y por lo tanto nuestra memoria semántica esta repleta de recuerdos episódicos, o recuerdos de eventos concretos, que luego se entretejen en nuestra narrativa. Los cerebros de los enfermos de Alzheimer son incapaces de llevar a cabo este proceso. 

Se cree que esto puede estar relacionado con la función del hipocampo, porque los resultados de extirpar el hipocampo del cerebro de un paciente fueron similares a los de los pacientes con Alzheimer. 

Y algo que se ha aprendido en los últimos años es que aunque podemos perder esta sensación de quién somos y hacia donde vamos, se ha visto que muchos pacientes de Alzheimer siguen manteniendo parte de sus recuerdos. En concreto, son capaces de “recordar” aquellas memorias que se han convertido en hábitos o instinto, aquello que han hecho tanto que se ha incorporado a quien son. 

Por ejemplo, escribir es algo que hacemos con regularidad, y “los recuerdos” de como hacer estas actividades parecen almacenarse en zonas a las que no suele afectar esta patología. Por ejemplo, Anil Ananthaswamy menciona el caso de un paciente, que no podía hablar,  que durante una festividad judía, se unió a otros hombres en una sinagoga para el rezo. Podía recitarlo con facilidad, gracias a los años que había pasado participando en este mismo ritual. 

¿Qué es el trastorno de identidad de la integridad corporal o BIID (sigla de Body Integrity Identity Disorder)?

La sensación de que nuestras extremidades son parte de nuestros cuerpos es algo que consideramos tan natural que ni siquiera nos damos cuenta cuando lo hacemos. Pero se necesita mucho esfuerzo para construir esta sensación que cada uno de nosotros tiene, y es fácil de manipular. 

Un grupo de científicos de la Universidad Carnegie Mellon demostró cómo manipular este sentimiento. Les dijeron a sus sujetos que se sentaran y colocaran una mano sobre la mesa frente a ellos, justo al lado de una mano de goma, en su experimento. Usaron una barrera para separar las dos manos, impidiendo que el sujeto viera su propia mano y de forma que solo viera la de goma. 

Las manos, tanto la real como la de goma, fueron luego acariciadas con pinceles al mismo tiempo. Los sujetos no sólo “sintieron” el cepillo en la mano falsa en lugar de la real, sino que muchos de ellos también sintieron la mano de goma como si fuera la real. 

Por desgracia esto no se limita a experimentos de laboratorio. En ciertos casos de desorden de identidad de integridad corporal los pacientes con BIID(sigla de Body Integrity Identity Disorder) desarrollan una obsesión con la amputación de una parte específica de su cuerpo, como un brazo o una pierna que no se siente bien. 

Nuestro cerebro normalmente tiene “mapas” que representan todas las partes de nuestro cuerpo. Cuando alguien nos hace cosquillas en el pie, la región cerebral correspondiente se activa de esta manera. Nuestro cerebro reconocerá que el pie nos pertenece mientras los mapas estén intactos. Sin embargo, si los mapas están incompletos, nuestro pie puede sentirse extraño, como si no fuera nuestro. Y en el caso de los pacientes con este trastorno, este sentimiento puede ser tan incómodo que les genera un deseo de “eliminar lo que no es suyo”.

Los clientes que disfrutaron de este libro también disfrutaron de

Siguenos y Disfruta de Nuestros Resúmenes Gratis Directamente en tus Redes Favoritas

Nuestras Categorías de Resúmenes

Los comentarios están cerrados.