
Resumen del libro The First 2 Hours Make better use of your most valuable time por Donna McGeorge
Reseña/Sinópsis: The First 2 Hours (2019) es una guía de lectura obligada para aprender a repensar y optimizar nuestra jornada laboral. Aunque todos estamos sobrecargados con correos electrónicos e invitaciones a eventos, esto no siempre equivale a productividad. Las ideas de este libro combinan la investigación científica y la comprensión de los ritmos del cuerpo para rediseñar la estructura de nuestra vida laboral.
¿Quién es Donna McGeorge?
Donna McGeorge es una autora, speaker y mentora que ha dedicado su carrera a ayudar a varias empresas a mejorar su efectividad. Durante los últimos 20 años, ha trabajado con empresas como Nissan Motors y Jetstar, y ha escrito artículos para Age and Smart Company, todo con el objetivo de ayudar a las empresas y los empleados a mejorar la productividad y la eficacia en la empresa.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


La importancia de nuestro cronotipo
Tal vez ya tenemos nuestra bandeja de entrada codificada por colores y organizada, tenemos listas de tareas esbozadas en orden de importancia. Pero todo esto no importa si estamos demasiado cansados para hacer el trabajo.
La atención es un recurso importante que puede agotarse con el tiempo. Por eso necesitamos volvernos más conscientes de cómo estamos usando nuestras mentes. ¿Las cosas en las que nos estamos enfocando valen nuestro tiempo y esfuerzo? ¿O no tienen sentido, distraen y son superficiales?
La mayoría de nosotros empieza el día revisando el correo electrónico. Aunque esto puede parecer una buena idea, empezar nuestro día con esta tarea simple puede reducir nuestra productividad general.
Nuestros cuerpos siguen un ritmo circadiano, lo que hace que nuestros niveles de energía suban y bajen en el transcurso de un período de 24 horas. Debido a que estos ritmos hacen que seamos más productivos poco después de despertarnos, sea por la mañana o por la noche, según nuestro cronotipo.
El cronotipo hace referencia a los patrones de nuestro ciclo circadiano y cómo nos afectan a nivel psicológico y fisiológico
Según Daniel Pink podemos diferenciar 3 tipos de cronotipo
Alondras (pájaro mañanero) : Son las personas cuyos ciclos circadianos requieren que duerman temprano y que se despierten temprano.
Sus mejores horas son por la mañana y por la tarde noche tienen mucha más dificultad para trabajar
Búhos (pájaro nocturno) : En su caso son las personas que tienen más energía por las noches y necesitan dormir tarde o por las mañanas.
Estas personas tienen su mayor nivel de productividad durante la madrugada. Un ejemplo de búho era Eddison a quien podía encontrarse trabajando en su laboratorio por las noches
Tercer pájaro : Esto hace referencia a las personas que no son ni búhos ni alondras.
En este caso suelen preferir despertarse algo pronto, pero no tanto como las alondras. Sus mejores horas son por la mañana cerca de las 11 comparado con las alondras cuyas mejores horas son antes de las 11
Sin importar cual sea nuestro cronotipo, lo importante es entender cuáles son nuestras mejores horas y reservarlas para trabajar en las tareas más importantes, o que requieren más creatividad.
¿Cómo podemos mejorar nuestros niveles de energía?
La comida es el combustible que hace funcionar nuestro cuerpo y tiene una influencia directa en la cognición. Los alimentos sanos se descomponen y suministran energía con el tiempo. Por otro lado, los alimentos poco sanos dan un impulso rápido de energía, pero después nos dejan cansados.
Un desayuno saludable, nos está preparando para el éxito durante la parte más importante de nuestro día. El almuerzo también importa. El Instituto de Medicina de EE. UU. descubrió que un almuerzo ligero y rico en calorías puede ayudar a aliviar el cansancio típico después del almuerzo.
Siempre es útil planear lo que vamos a comer antes de tener hambre para evitar caer en la tentación. El ejercicio es otro factor importante para mantener los niveles de energía. Un estudio de la Universidad de Bristol descubrió que la concentración y la motivación de las personas eran significativamente más altas los días que hacían ejercicio. Es importante porque el ejercicio aumenta el flujo de sangre al cerebro, lo que aumenta la concentración.
El ejercicio regular incluso nos hará más felices. Y 150 minutos de yoga o caminatas por semana deberían ser suficientes para dar resultados. Muchos de nosotros sabemos que el ejercicio es beneficioso para la salud y que debemos hacerlo para mantener a raya una multitud de enfermedades, en su mayoría cardiovasculares. Así como para mantenernos saludables al “quemar” la energía que tenemos almacenada y desarrollar músculo, lo cual es útil a medida que envejecemos, ya que una de las capacidades que perdemos primero es la fuerza.
Y aunque todos estos beneficios pueden parecer irreales, lo cierto es que el ejercicio también ayuda en el aprendizaje. De hecho, esto podría parecer inesperado, pero el hecho es que, al menos por experiencia, sabemos que cuando hacemos suficiente ejercicio nos sentimos con más energía y es más fácil concentrarnos y retener la información.
El aprendizaje requiere fortalecer la afinidad entre neuronas a través de un mecanismo dinámico llamado potenciación a largo plazo. Cuando el cerebro obtiene nueva información, esto induce una interacción entre las neuronas y, a medida que aumenta esta actividad derivada de la información, el vínculo se vuelve más fuerte y más fácil hacer la conexión.
Comer el tipo correcto de grasas es esencial para nuestro cerebro
A finales del siglo pasado empezó la ‘’guerra contra las grasas’’ en un intento por mejorar la salud y reducir el creciente número de enfermedades vasculares. Pero el problema con esta campaña fue que la sal no era el verdadero culpable sino que en realidad lo era el azúcar
El resultado de la campaña fue que dejamos de comer tanta grasa, y aunque esto puede tener beneficios, también es cierto que nos puede afectar para mal si dejamos de tomar lo que se llaman ‘’buenas grasas’’
Dentro de esta categoría entran compuestos como el omega-3 que se sabe que tiene un efecto positivo sobre nuestra actividad neuronal y sobre todo ayuda a la memoria.
Se ha visto además que puede ayudar a lidiar con la ansiedad y la depresión, y lo podemos encontrar en alimentos como la caballa, el salmón, las sardinas, la carne alimentada con pasto y los huevos
Otro tipo de grasas que se recomienda son las llamadas monosaturadas, que encontramos en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate y las nueces. Este tipo de grasas ayuda a proteger nuestras neuronas y se ha visto que pueden ayudar a proteger contra la demencia
Además debemos alejarnos de las grasas de productos procesados o que se hayan calentado en exceso. Comer demasiada comida frita lo único que hace es que desarrollemos ‘’placas’’ en el cerebro que pueden ayudar a desarrollar alzheimer a la larga
