
Resumen del libro The Economist Numbers Guide
Reseña/Sinópsis: The Economist: Numbers Guide (1991) explora una variedad de herramientas matemáticas que son excepcionalmente útiles en una variedad de entornos comerciales. El libro revela como administrar el riesgo al cuantificarlo, lo que ayuda a mejorar la toma de decisiones en el proceso. Las nociones matemáticas del libro se explican a un nivel básico, por lo que no se requieren conocimientos matemáticos previos.
¿Qué es The Economist?
The Economist es una revista semanal conocida por su cobertura global y su postura económica liberal. The Economist: Numbers Guide es parte de una serie de libros que incluye Guide to Analyzing Companies, Guide to Financial Markets y Guide to Management Ideas.
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Conceptos matemáticos básicos para la inversión I
Los conceptos matemáticos básicos son útiles en muchas situaciones cotidianas. y también son vitales en situaciones comerciales, pero es importante asegurarse de que estamos aplicando estos conceptos correctamente.
Por ejemplo, los porcentajes se pueden aplicar a casi cualquier problema que involucre crecimiento o declive financiero, pero tenga cuidado con las trampas comunes: supongamos que hemos realizado una inversión de € 1,000, que ahora vale € 1,700. ¿Cuánto ha aumentado el valor en términos relativos? Los porcentajes nos darán la respuesta si primero restamos el valor inicial del valor actual – 1700 – 1000 = €700 – luego dividimos la diferencia por el valor inicial y multiplicamos por 100, por lo que el resultado es un 70 por ciento.
Parece bastante simple, pero cuidado con los típicos deslices. Primero, recuerda: un aumento porcentual seguido de la misma disminución porcentual no nos deja donde empezamos, nos deja peor. Si €1,000 crece en un 50 por ciento, la suma es €1,500, sin embargo, una pérdida del 50% de estos €1,500 nos dejaría con €750. Además, los porcentajes y los cambios porcentuales a menudo se confunden.
Si, por ejemplo, una tasa de crecimiento aumenta del 10 al 20 por ciento, ha aumentado diez puntos porcentuales. Pero el cambio porcentual no es del 10 por ciento, es del 100 por ciento, porque la tasa de crecimiento se ha duplicado. El redondeo es otra herramienta práctica que se puede aplicar incorrectamente.
Los valores que terminan en cuatro o menos se redondean hacia abajo, mientras que las cantidades que terminan en cinco o más se redondean hacia arriba. Pero tenga cuidado de redondear solo los números después de hacer cualquier cálculo. Por ejemplo, tanto 1,5 como 2,4, se redondean a 2, pero los resultados que darían cada uno son completamente diferentes.
Nos cuesta entender el riesgo real
¿Qué hacemos cuando queremos tomar una decisión arriesgada? ¿Nos lanzamos, sean cuales sean las consecuencias? Si lo hacemos, es posible que queramos reconsiderar nuestro enfoque.
¿Cómo determinamos si vale la pena correr riesgos si no tenemos un objetivo claro? Es casi imposible. Por eso, lo primero que debemos hacer es definir un objetivo final. Visualizarlo y concretarlo. Si estamos pensando en un cambio de carrera porque queremos ganar más dinero, es importante saber para qué lo queremos y cómo intentaremos lograr ese objetivo.
Una vez que hayamos decidido ese objetivo, es hora de pensar en todas las formas en que podríamos lograrlo con poco riesgo. No hay ninguna opción libre de riesgos, porque incluso si decidimos no hacer nada estamos asumiendo el riesgo asociado a seguir como estamos. Por eso, el objetivo es entender que queremos conseguir, cuales son las cosas que más valoramos, y como podemos conseguir nuestra meta mientras minimizamos el daño a lo que nos importa.
Digamos que estamos buscando casa. Queremos una casa de cierto tamaño, en cierta ubicación, a cierto precio. Imaginemos que encontramos la casa perfecta, pero tenemos que pagar más para garantizar la oferta ganadora. Si no podemos permitirnos hacer eso, es posible que tengamos que conformarnos con algo un poco peor.
La opción que reduce el riesgo de perder la “casa perfecta” puede implicar un aumento del riesgo de no poder llegar a fin de mes si ocurre cualquier problema. Por eso es importante entender cuáles son nuestras prioridades.
O tomemos un ejemplo más: los burdeles legales de Nevada. Las trabajadoras sexuales se encuentran en una de las ocupaciones con más peligro del mundo. Las mujeres en esta línea de trabajo arriesgan su seguridad personal, su salud, su reputación y, en ciertos estados, corren el riesgo de ser arrestadas. Pero lo hacen porque el trabajo puede ser muy lucrativo. Su objetivo es ganar dinero.
Alquilar una habitación en un burdel legal elimina o reduce el riesgo inherente al trabajo. Las trabajadoras sexuales deben someterse a exámenes de salud regulares y los guardias de seguridad brindan protección contra clientes peligrosos. Pero aquí nuevamente, la opción libre de riesgo tiene un precio. Además de los costes asociados con la mudanza a Nevada, las mujeres entregan aproximadamente la mitad de sus ganancias al dueño del burdel.
Al final del día, la lógica detrás de cada riesgo que tomamos es la misma: el precio de lograr nuestro objetivo sin riesgo es alto. Pero, ¿cómo decidimos qué riesgos vale la pena correr? No hay una respuesta correcta para esa pregunta, pero podemos aprender a hacer las preguntas adecuadas para reducir los posibles riesgos .
Conceptos matemáticos básicos para la inversión II
Si estamos considerando hacer una inversión, estaremos ansiosos por calcular cuánto valdrá nuestro dinero en el futuro. Podemos calcular esto teniendo en cuenta dos factores: las tasas de interés y la inflación. El interés es el precio que se paga por el uso del dinero, por lo que el cálculo de las tasas de interés es fundamental a la hora de comparar oportunidades de inversión.
Supongamos que invertimos €100 durante cinco años a una tasa de interés del seis por ciento anual. También podemos calcular el valor futuro de nuestro dinero, que es el valor inicial más los intereses ganados. , Nuestra inversión de €100 a cinco años con un interés del seis por ciento tendrá un valor futuro de €130.
Si consideramos invertir durante cinco años al seis por ciento o durante tres años al ocho por ciento, podemos calcular el valor futuro de estas dos oportunidades de inversión, lo que permite una comparación clara y sencilla. Podemos ver que la última oportunidad produce ganancias de solo € 24, pero recuperamos nuestro dinero antes.
Aunque, también debemos tener en cuenta la inflación al invertir. La inflación puede verse como lo opuesto al interés: el interés agrega valor, mientras que la inflación lo disminuye. Digamos que queremos tener €10,000 en nuestra cuenta bancaria en cinco años. Si la tasa de interés es del seis por ciento anual y la inflación es del diez por ciento anual, ¿cuánto dinero deberíamos depositar en nuestra cuenta bancaria hoy?
