
Resumen del libro The Doctor’s Kitchen: Supercharge your health with 100 delicious everyday recipes por el Dr. Rupy Aujla 2017
Resumen corto/Sinopsis: The Doctor’s Kitchen Supercharge your Health es un libro sobre qué comer, basándose en los estudios científicos más recientes. “Somos lo que comemos”, sin duda, todos hemos escuchado. Pero, ¿qué implica eso exactamente? Hay tantas afirmaciones contrapuestas sobre nuestra salud en estos días que es difícil saber qué creer.
¿Es necesario que sigamos una dieta? ¿Evitar el gluten o los carbohidratos? ¿Cómo vamos a encontrar el tiempo, y mucho menos el dinero, para ello? El libro demuestra que comer sano no tiene que ser costoso, difícil o aburrido: todo lo que tenemos que hacer es comer los alimentos correctos, cocinarlos bien y formar algunos buenos hábitos.
¿Quién es el Dr. Rupy Aujla?
El Dr. Rupy Aujla es un médico residente en Londres que trabaja para el Servicio Nacional de Salud. Ha hecho numerosas apariciones en los medios de comunicación, en programas de televisión británicos como un destacado defensor de la dieta sana. Ya cuenta con varios libros, entre ellos Supercharge your Health 2017, The Doctor’s Kitchen: Eat to Beat Illness 2019, y Doctor’s Kitchen 3-2-1.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


La historia de Rupy Aujla.
Rupy Aujla estaba comenzando como médico en el Servicio Nacional de Salud británico cuando sintió algo extraño en el pecho al final de un turno de fin de semana. Su corazón estaba acelerado, a 200 latidos por minuto. Pudo recuperarse, pero las palpitaciones persistieron. Y ninguno de sus compañeros médicos tenía idea de lo que le pasaba.
Todo lo que tenían para ofrecer era toda una vida de medicación o una operación médica con un gran riesgo. Ambas opciones eran poco atractivas para Aujla. Como resultado, decidió investigar la causa, y como solucionar el problema, sin que le costase una vida de pastillas, o una operación a corazón abierto.
Al final descubrió que la causa era su dieta, asi que decidió cambiar sus hábitos alimenticios. Su condición cardíaca desapareció una vez que empezó a comer una dieta equilibrada, lo que lo llevó a reevaluar la importancia de la nutrición para mantenernos a todos saludables
Aujla, un médico licenciado, vio que el cambio de dieta parecía haber resuelto su problema cardíaco, pero no estaba claro por qué. Él y sus compañeros supusieron que había varias cosas en juego.
Aumentar su consumo de vegetales, por ejemplo, probablemente había reabastecido sus células. Los electrolitos y las vitaminas están incluidos. La coliflor y otras verduras crucíferas habrían sido beneficiosas para su ADN. Es casi seguro que sus bacterias intestinales habrían mejorado al aumentar su ingesta de fibra, y la ingesta de ácidos grasos más importantes podría haberlo ayudado a relajarse. Ese último punto también fue ayudado por la atención plena y la meditación.
Asi que decidió estudiar cómo afectaba la dieta a sus pacientes. Empezó a preguntar a sus pacientes sobre sus hábitos alimenticios y a hablarles sobre su nutrición. Descubrió que recomendar algunas recetas podía tener mejor efecto que algunos medicamentos para ciertas patologías.
¿Cuál es el papel de nuestro microbioma en la salud? Y, ¿Cómo podemos mantenerlo sano?
La comida no es un medicamento. No podemos simplemente tomar algo de brócoli y unas espinacas y esperar que nuestros problemas de salud desaparezcan. Pero eso no significa que tener una dieta sana no sea más efectivo que muchos medicamentos, para problemas como la obesidad, o para prevenir enfermedades cardiacas.
Un ejemplo es una dieta mediterránea que enfatiza las proteínas de origen vegetal, las grasas en forma de aceite de oliva de alta calidad y la fibra en forma de legumbres. Puede reducir significativamente el riesgo de cáncer, diabetes y enfermedades del corazón.
Como demuestran las crecientes tasas de obesidad y estrés, la dieta que comemos la mayoría de nosotros no es la mejor, por eso en lugar de depender de medicamentos sofisticados con efectos secundarios posiblemente peligrosos, vale la pena probar algunos cambios de dieta y ver si nos ayudan a reducir o paliar el problema.
Un ejemplo de esto es nuestro sistema digestivo. Las bacterias de nuestra flora bacteriana, nuestra microbiota, determinan cuánta energía podemos conseguir de los alimentos, al igual que cuanta tendencia tendremos a acabar con problemas de inflamación.
Los microbios forman una gran parte de nuestra masa corporal. Por cada célula, tenemos alrededor de 10 células microbianas. Y su efecto no se limita a nuestra masa, enfermedades o humor, sino que también son parte de nuestro genoma.
Es más fácil diferenciar a las personas por su flora bacteriana, que por su genoma. Nuestra microbiota es algo tan característico de cada uno de nosotros, que si realmente queremos diferenciar entre individuos tan solo tenemos que estudiar sus bacterias y cómo se comportan. Esto ilustra lo equivocados que estamos cuando pensamos que todos los microbios son malos, y cuánto daño hacemos cuando usamos antibióticos sin pensar.
Por ejemplo, los bebés no pueden digerir algunos de los nutrientes de la leche como los oligosacáridos lácteos, y es únicamente gracias a la microbiota que consiguen de sus madres, que pueden conseguir energía de la leche materna. En concreto, se lo debemos agradecer al B. infantis. Nuestra microbiota, no solo nos ayuda tanto a procesar los alimentos, sino también a reducir la probabilidad de tener enfermedades.
De hecho, se ha descubierto que otro tipo de bacteria que se encuentra en el intestino, llamada Bifidobacteria, reduce los niveles de ansiedad y estrés mediante una interacción única entre el intestino y el cerebro. Y no es solo nuestro estado de ánimo el que se ve afectado por nuestro microbioma. Algunas bacterias producen sustancias conocidas como metabolitos, que ayudan a prevenir la diabetes, y otras controlan la cantidad de grasa que crece el cuerpo alrededor del abdomen.
Afortunadamente, las investigaciones sugieren que ciertos alimentos brindan un poderoso impulso a nuestro sistema inmunológico.
El aceite de oliva virgen extra contiene sustancias que mejoran el sistema inmunológico, como el ácido oleico y el hidroxitirosol. Y también hay otros beneficios. En un estudio, los científicos de la Universidad de Tufts dividieron a un grupo de ancianos en dos grupos.
A un grupo se le indicó que reemplazara la grasa de su dieta con aceite de oliva virgen extra, mientras que al otro se le indicó que usara aceite de soja y maíz o mantequilla para untar. Después de solo tres meses, los participantes del aceite de oliva habían experimentado un aumento en marcadores importantes de la salud del sistema inmunológico. Esto lo convierte en una forma sencilla de mejorar nuestra salud, con un esfuerzo casi nulo.
¿Cuál es la dieta perfecta?
Vegano. Sin gluten. 5:2. Paleo, Atkins, cetogénica, alcalina… tenemos muchas opciones cuando se trata de dietas. Y quizá con tanta variedad y resultados tan diversos, la clave está en entender lo que mejor nos funciona a nosotros, e ir creando nuestra dieta “ideal” a base de prueba y error.
Algo que nos recuerda el autor es que una alimentación saludable no suele incluir evitar a toda costa determinadas sustancias, ni implica comer únicamente determinados alimentos. Se trata más de formar hábitos positivos que podamos incorporar a nuestra vida diaria.En muchos casos, un enfoque flexible y centrado en la nutrición es preferible a una dieta rigurosa.
Comencemos con la parte más popular: los carbohidratos. Varios dietas populares consideran que los carbohidratos no son sanos incluidas las dietas Keto, Paleo y Atkins. Pero la verdad es más complicada. Los efectos a largo plazo de la reducción de carbohidratos aún se desconocen, y Aujla sospecha especialmente de las dietas bajas en carbohidratos que excluyen frutas y verduras.
Las dietas bajas en carbohidratos pueden ser beneficiosas para ciertas personas a corto plazo, pero los efectos a largo plazo aún no están claros. La prueba a favor de la dieta alcalina es escasa. Las cosas que respalda esta dieta (frutas, verduras, nueces y legumbres) son sanos para nosotros, pero es médicamente erróneo afirmar que alteran el nivel de acidez de nuestra sangre. Este es un ejemplo de una dieta que fomenta hábitos sanos basados en investigaciones erróneas.
El gluten, como muchos otros alimentos, a menudo se malinterpreta. Es bien sabido que las personas con enfermedad celíaca deben evitar el gluten, pero aún se están realizando estudios sobre la sensibilidad al gluten en los no celíacos.
Después de investigar el tema, el consejo principal del autor es que debemos concentrarnos en aumentar la cantidad de vegetales en nuestra dieta. Eso nos lleva al tema del veganismo. El enfoque culinario de Aujla hace hincapié en una dieta basada en plantas y solo come carne en ocasiones especiales.
Los beneficios de una dieta vegana están respaldados por varios estudios científicos. Sin embargo, aquí también se requiere precaución. Los veganos que siguen una dieta vegana estricta necesitan tomar suplementos como vitaminas B y zinc. Además, evitar los productos cárnicos no ayudará a nuestra salud si continuamos comiendo alimentos procesados. Así que una dieta que prohiba varios grupos de alimentos contra los que no haya pruebas contundentes, probablemente no sea lo ideal. Según el autor requerimos algo más completo.
