
Resumen del libro Tao Te Ching: Sabiduria Atemporal por Lao Tzu
Resumen corto: Tao Te Ching: Sabiduría Atemporal nos ayuda a entender los principios del Taoísmo, una de las escuelas de filosofía más antiguas de oriente. Por Lao Tzu
Lao-Tse, también llamado Lao Tzu, Lao Zi, Laozi o Laocio, vivió durante la época del siglo VI antes de Cristo y los principios que comprendió durante su vida y que ayudaron a dar forma a gran parte de las ideas de oriente siguen siendo aplicables hoy en día.
Los principios que nos presenta en su obra son: simplicidad, paciencia, compasión. Según Lao Tzu estos tres principios son nuestro mayor tesoro, y cómo actuar en base a estos principios puede ayudarnos a volver a la esencia del ser y entender mejor el mundo y a nosotros mismos.
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3 de las ideas principales de Tao Te Ching por Lao Tzu son:
- Déjate llevar por lo que traigan los distintos momentos y acéptalo en su totalidad
- Admite tus defectos y errores, porque pueden ser tu mayor fortaleza
- Personifica la virtud de competir con el espíritu del juego para estar en harmonía con el Tao
¿Qué es exactamente el taoísmo?
El Taoísmo (daoísmo) es una filosofía china que se remonta a los siglos IV o VI a. El concepto central del taoísmo es que el Tao (o «el camino») es una fuerza que guía la naturaleza y el universo, y que al alinearse con él, los humanos pueden lograr trascender el sufrimiento, y en sus ramas religiosas, incluso conseguir poderes como la capacidad de controlar el clima o la inmortalidad. Para alinearse con el Tao, debemos practicar el “wu-wei”, o «inacción», lo que significa actuar de manera completamente espontánea. Zhang Daoling estableció la escuela Tianshi (Maestros Celestiales) en el 142, la primera institución religiosa basada en la filosofía taoísta, y que todavía existe en la actualidad.
Las doctrinas centrales del taoísmo derivan principalmente de dos obras, el Tao Te Ching (Dao De Jing) y el Zhuangzi.
Tao Te Ching, o Dao De Jing, escrito por Lao Tzu en el siglo IV o VI a. C., consta de ochenta y un capítulos cortos de poesía y prosa destinados a ayudarnos a entender y entrar en contacto con el Tao. La enseñanza fundamental del taoísmo es que solo podemos comenzar a sentir y actuar de acuerdo con el Tao si abandonamos nuestra necesidad de comprender y controlar el mundo que nos rodea.
Ambas ideas podrían recordarnos a las bases del estoicismo. Los estoicos creían que una “inteligencia racional” impregnaba el universo y que era su deber actuar racionalmente para estar en armonía con el universo como un todo.
Las cuatro virtudes cardinales de sabiduría, moralidad, coraje y moderación se describen como la base de esta filosofía ya desde los inicios del estoicismo. Estas son las virtudes que nos llevan a una vida tranquila en la que nos aceptamos a nosotros mismos y a los demás como ciudadanos del universo y aceptamos con calma los eventos externos que no podemos controlar.
En la práctica, estos ideales pueden ser difíciles de lograr, especialmente en períodos de tanto cambio y tan rápido como en los que vivimos ahora, y el estrés que nos puede causar toda la incertidumbre. Pero que algo sea difícil no significa que no lo podamos hacer, y que no merezca la pena. Los epicúreos, en cambio, estaban convencidos de que vivían en un universo en el que lo único que existía es el mundo que vemos y que estaba regido por fuerzas altamente aleatorias, y que debemos aprovechar al máximo los pocos años que tenemos en la Tierra.
Los filósofos de la antigüedad tenían como objetivo desarrollar una filosofía de vida que condujera a una buena vida basada en el optimismo y que el mundo puede mejorar, algo que se perdió durante la Edad Media y se recuperó hace relativamente poco. Aunque discreparon en muchos puntos, coincidieron en lo fundamental: la filosofía es un proceso de por vida que requiere mucha disciplina.
¿Cómo nació el taoísmo?
Lao-Tse, también llamado Lao Tzu, Lao Zi, Laozi o Laocio, vivió durante la época del siglo VI antes de Cristo y los principios que comprendió durante su vida y que ayudaron a dar forma a gran parte de las ideas de oriente siguen siendo aplicables hoy en día.
Se cree que Lao Tse vivió durante un período de gran caos, algo que nos podría recordar a las circunstancias que dieron nacimiento al estoicismo y al epicureismo. Las ideas del Tao Te Ching defienden una reforma total y la abolición de las estructuras sociales y políticas para volver a un estado «natural», que es una de las razones por las que el taoísmo y el confucianismo han tenido tantas disputas a lo largo de la historia China. Los proponentes del confucianismo tambien son conocidos como legalistas, lo que demuestra su oposición a cualquier filosofía que intente reducir el poder del gobierno.
Ideas radicales como esta no surgen de tiempos de estabilidad y bienestar social, sino de tiempos de caos y circunstancias extremas (que ciertamente definieron el siglo IV a. C. en China, que marcó el inicio del «Período de los Reinos Combatientes»).
Dada la brecha de 200 años en la que vivió esta figura o posiblemente grupo de personas, es difícil encontrar detalles biográficos concretos, lo cual es apropiado dado que Lao Tzu comienza el Tao Te Ching con:
«El Tao que se puede contar no es el Tao que perdura». Un nombre que puede ser nombrado no es un nombre que perdure».
Déjate llevar por lo que traigan los distintos momentos y acéptalo en su totalidad
El maestro se somete al momento. Conoce la diferencia entre lo que está bajo su control y lo que no. Sabe que la muerte es el resultado final, y por ello no le teme. En su lugar se somete a ello y se prepara para que llegue en cualquier momento
No se deja llevar por nada porque sabe que todo es efímero y nada dura para siempre.
El maestro pasa sus días haciendo todo lo mejor que puede y sabiendo que cuando se vaya a dormir habrá pasado el día habiendo dado todo. Sabe que puede que no se despierte al día siguiente, y si lo hace disfruta el momento y controla lo único que realmente puede controlar, el presente.
A medida que los momentos pasan los deja ir y vuelve a lo único que él puede controlar, el nuevo momento que llega. Lo que más le importa es con cuánta facilidad se puede sumergir en el momento y lo que trae mientras deja pasar todo aquello que le ata
Cuanto más resistamos el paso del tiempo, menos podremos aprovechar lo único que realmente tenemos, el presente. La verdadera sabiduría es estar preparado para dejar pasar cualquier cosa que nos ate y aceptar el presente tal y como es
Admite tus defectos y errores, porque pueden ser tu mayor fortaleza
Cuando el maestro comete errores, se da cuenta. Habiéndose dado cuenta, los admite y los corrige. No se ofende por que le hayan mostrado sus errores, y tampoco dirige su ira hacia ellos, en su lugar admite su error.
El maestro trata a quienes le demuestran sus errores como profesores. El maestro es capaz de notar cuando no está haciendo todo lo que puede y lo arregla. Trata en todo momento de darse cuenta de un error como una oportunidad de aumentar su autoconocimiento y mejorar. Nunca como una excusa para darse por vencido.
El maestro considera a sus enemigos como sombras que él mismo ha creado. Observa cómo juzgas a otros. Si se deja llevar por el comportamiento de alguien, lo reconoce como una característica que no ha sido capaz de controlar por completo
Si la hubiese controlado habría sido capaz de observar sin dejarse llevar. Así que usa esto como una oportunidad para corregir sus errores. Los demás son espejos que nos ayudan a darnos cuenta de que errores cometemos y cómo corregirlos
Aceptar tu culpa es una de las tareas más difíciles, porque hace daño a nuestro ego. Pero este ‘’dolor’’ puede ser en realidad alimento para nuestras almas. Aprende a observar tanto los defectos de otros, como tus propios defectos y usarlos como combustible para mejorar.
El objetivo de una competición es crear y mejorar
El maestro no desea que sus oponentes tengan un mal día el día de la competición. El maestro busca que todos sean capaces de sacar todo lo que tienen dentro, porque solo entonces será capaz de mejorarse a sí mismo a través del proceso de competir, sólo entonces pasa a ser un ‘’juego’’ para que todos mejoren
El maestro ve la competición no como una forma de reconfortar su ego, sino como una herramienta más para mejorar sus habilidades
El maestro hace lo que es mejor para su comunidad y escucha sus deseos. Los intereses del maestro no cuentan más que como un voto a la hora de dirigir sus acciones, sus votos tienen el mismo peso que el de los demás.
No quiere estar en la cima por el poder, la fama o la riqueza. Usa el poder, la fama o la riqueza cuando ve que estas pueden ayudarle a crear un mundo mejor, y tiene esto como principal objetivo.
Nuestra misión es intentar crecer como humanos y permitir que tanto nosotros como otros puedan traer lo mejor al mundo. La riqueza, fama y poder solo son herramientas para un fin, así que no nos dejemos controlar por ellas.
