
Resumen del libro Procrastinate on Purpose 5 Permissions to Multiply Your Time por Rory Vaden
Reseña/Sinópsis: Procrastinate on Purpose (2019) ofrece técnicas efectivas pero simples para ahorrar tiempo y dinero. El libro está repleto de consejos sencillos sobre cómo aumentar la productividad reduciendo nuestra carga de trabajo y centrándonos únicamente en nuestras prioridades.
¿Quién es Rory Vaden?
Rory Vaden, MBA, es un conferenciante de temas de motivación y desarrollo personal, autor y empresario. Como cofundador de Southwestern Consulting, trabaja con clientes de todo el mundo para ayudarlos a hacer crecer sus negocios y mejorar su servicio al cliente. Take the Stairs, el primer libro de Vaden, fue un éxito de ventas del Wall Street Journal. Sus consejos de productividad han aparecido en CNN y Oprah Radio.
Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje(PDF)


¿Cuánto tiempo dedicamos a mejorar nuestra calidad de vida?
Seamos honestos: ¿qué parte de nuestro día dedicamos de forma proactiva a buscar nuestro propio bienestar? Probablemente no mucho. Es probable que pasemos mucho más tiempo respondiendo a estímulos externos, como las notificaciones de nuestro smartphone y otras distracciones. Caer en este estado de reacción pasiva puede ser peligroso.
Un estudio de usuarios de smartphones ha demostrado que usan sus teléfonos una media de nueve veces por hora durante las horas pico de la noche. Y esta actividad constante es más dañina de lo que podríamos pensar: un estudio de 2015 descubrió que la presión que sienten las personas para responder a un mensaje se asocia con una peor calidad del sueño, más días de enfermedad y una mayor probabilidad de agotamiento mental y físico.
Si queremos gestionar estas reacciones pasivas, existen técnicas que pueden ayudar: desactivar las notificaciones automáticas y establecer horarios específicos para revisar nuestro correo electrónico y cuentas de redes sociales a lo largo del día. No ser molestado por las alertas de notificación, incluso por períodos cortos de tiempo, marcará la diferencia en nuestra productividad.
Si todavía tenemos problemas para superar la distracción, podemos intentar tomarnos un minuto para escribir las cosas que parecen hacernos perder el tiempo a menudo, o usar aplicaciones como Rescue Time para saber donde va la mayor parte de nuestro tiempo. Una vez que lo sepamos, se hace mucho más fácil tomar medidas para recuperar el control de nuestro tiempo.
Para evitar disfrazar la pasividad como productividad, el autor se recuerda a sí mismo que en lugar de considerarse “ocupado” necesita administrar mejor su tiempo.
¿Qué son los multiplicadores según Rory Vaden?
Cuando nos esforzamos por lograr un mayor éxito, solemos considerar lo que podemos agregar a nuestras vidas para aumentar nuestras posibilidades de éxito. Por ejemplo, podemos adoptar una nueva estrategia más eficaz o incorporar ese paso que aumenta la productividad en nuestra rutina matutina. Sin embargo, agregar a nuestra lista de cosas por hacer no siempre aumentará nuestro tiempo o éxito.
La productividad muchas veces es más fácil de conseguir si reducimos el número de actividades que hacemos. Aunque, es más fácil decirlo que hacerlo. Porque la naturaleza humana anhela la sensación de logro y solemos asociar esto con hacer más.
Con frecuencia nos involucramos en comportamientos rituales para asegurarnos de que hemos logrado algo. Esto explica la práctica aparentemente inútil de completar una actividad que sabemos que no es ni importante ni urgente y luego agregarla a nuestra lista de tareas pendientes para que podamos marcarla como completada
Las personas más productivas, en cambio, muchas veces empiezan por hacerse la pregunta de qué tareas pueden eliminar. Los multiplicadores se preocupan por los resultados más que por las actividades. Entienden que el éxito no se mide por la cantidad de tareas completadas, sino por la importancia de esas tareas.
Podemos empezar a multiplicar la eficacia de nuestro propio tiempo repasando todo lo que hacemos en un día con ojo crítico. Si tenemos problemas, hay un par de conocidos malgastadores de tiempo cerca. Primero, apaga la televisión. La persona media pasa más de 34 horas a la semana viendo televisión y otras formas de entretenimiento a la semana. Eso es casi tanto tiempo como un trabajo típico de 9 a 5
Sume todas esas horas, y la mayoría pasa nueve años de su vida frente a un televisor. A menos que ya hayamos eliminado esta distracción innecesaria, no podemos quejarnos de estar ocupados en el trabajo. En segundo lugar, deberíamos eliminar algunas reuniones de nuestra jornada laboral. Según una encuesta de wage.com, las reuniones son la mayor pérdida de tiempo para el 47 por ciento de los encuestados. Cuando recibimos una invitación a una reunión, debemos hacernos dos preguntas clave: ¿Realmente necesito saber qué se tratará en esta reunión? ¿Se me pedirá que tome decisiones en esta reunión? Si la respuesta a ambas preguntas es no, podemos buscar formas de no asistir.
¿Qué tenemos en cuenta a la hora de decidir si comprar o no una taza de café?
La mayoría de nosotros solo considera si tiene o no capital para gastar. Aunque este enfoque parece ser razonable a primera vista, la “persona rica” piensa en grande, consideran que si gastan €5 ahora, son €5 en los que no podrán invertir más adelante.
Tener una mentalidad rica significa tener una mentalidad de inversión. Los multiplicadores invierten en sí mismos de la misma forma que los ricos invierten en sus negocios. Si no compráramos café hoy, podríamos invertir el dinero a una tasa de interés razonable de, digamos, 8% anual. Y, gracias a las maravillas del interés compuesto, esos €5 valdrán €30 en unos pocos años.
Una persona rica se da cuenta de que el verdadero coste de ese café es el precio ahora y la oportunidad perdida de hacer algo más tarde. Los multiplicadores reconocen que las inversiones sabias pueden generar tanto tiempo como dinero. Consideremos cuántas horas pasamos haciendo lo mismo una y otra vez.
Esto podría incluir enviar el mismo correo electrónico a varios clientes o ingresar datos en una base de datos de nuevo. ¿Cuánto tiempo podríamos ahorrar si todos estos procesos repetitivos estuvieran automatizados? Probablemente bastante. Desafortunadamente, muchas empresas carecen de una mentalidad de inversión. Como consultor de gestión, el autor ha escuchado a numerosos ejecutivos decir que les gustaría usar más automatización pero que no pueden permitírselo.
Esta reticencia puede parecer razonable, pero las empresas no pueden darse el lujo de no invertir en automatización. El coste oculto de no invertir en automatización es perder el tiempo mañana, al igual que los futuros €30 que olvidamos si compramos ese café hoy. no pierdas más de nuestro tiempo en el futuro. En cambio, permítanos automatizar hoy.
