
Resumen del libro Out of Our Minds The Power of Being Creative por Ken Robinson
Reseña/Sinópsis: Out of Our Minds (2001) arroja luz sobre un mundo empresarial en constante cambio. En particular, examina cómo la tecnología ha avanzado y cambiado cómo hacemos negocios, mientras que nuestro sistema de educación pública ha permanecido estancado en los días de la revolución industrial.
¿Quién es Ken Robinson?
Ken Robinson es escritor, conferenciante internacional y asesor educativo. Enseñó pedagogía en la Universidad de Warwick y asesoró al gobierno del Reino Unido sobre las artes en las escuelas. En 2006, realizó la presentación más vista de TED: «Cómo las escuelas matan la creatividad», y sus numerosos esfuerzos le acabaron convirtiendo en un noble con el rango de caballero
Las escuelas creativas, según el autor, no son escuelas con cuatro en lugar de dos horas de clase de arte entre una evaluación de matemáticas y una lección de historia. Más bien significa abordar el aprendizaje desde una perspectiva diferente, evitando horarios estrictos, pautas y evaluaciones frecuentes y probando nuevas formas de crear el entorno de aprendizaje personalizado. Todos aprenden, incluidos los profesores, los padres y las propias escuelas.
En su libro Escuelas Creativas nos explica cómo podemos cambiar nuestra perspectiva sobre la educación para sacarle más partido, y crear escuelas que realmente enseñen a los niños.
Algunas de las obras de Ken Robinson incluyen:
- 2015 Escuelas Creativas
- 2013 El Elemento
- 1980 Exploring Theater and Education
- 1982 The Arts in Schools: Principles, Practice, and Provision
- 1984 The Arts and Higher Education.
- 1998 All Our Futures: Creativity, Culture, and Education
- 2001 Out of Our Minds: Learning to Be Creative. Capstone.
- 2009 The Element: How Finding Your Passion Changes Everything, with Lou Aronica.
- 2018 You, Your Child, and School: Navigate Your Way to the Best Education
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La tecnología avanza cada vez más rápido
En menos de una generación, ha habido un mundo de cambios. Hoy, cuando echamos un vistazo a nuestro iPhone, tenemos más potencia informática en la palma de nuestra mano que la que estaba disponible en todo el planeta en 1940. Y el ritmo de desarrollo no hace más que aumentar.
Si miramos los últimos 3.000 años como si fueran las últimas 12 horas, cada minuto equivaldría a 50 años. Solo hace tres minutos que pasamos más allá del transporte anticuado de veleros y carruajes tirados por caballos. Hace minuto y medio aparecieron los primeros coches y segundos después despegó el primer avión propulsado. Hace cincuenta segundos fue el alunizaje, y hace tan solo un segundo, en 2010, se lanzó la primera nave espacial no tripulada que podía realizar sus propios alunizajes.
Si dirigimos nuestra atención a la comunicación, vemos un progreso aún más rápido. Aunque el primer PC se inventó hace 41 segundos, Internet empezó hace solo 25 segundos y la mensajería SMS llegó solo 5 segundos después. La tecnología actual ha recorrido un largo camino en muy poco tiempo, e incluso un reloj digital moderno común tiene más potencia y memoria que el Apollo Moonlander de 1969 de la NASA.
Dado que la tecnología actual avanza con tanta rapidez, la ventaja competitiva dependerá de quién tenga las mejores ideas creativas. Esto hace que la creatividad sea una habilidad esencial para que la aprenda cualquier futuro líder empresarial. De la misma forma, a medida que los negocios y las tendencias continúan evolucionando , tener un trabajo a lo largo de toda una carrera se convertirá en algo del pasado. Serán aquellos con talentos flexibles y adaptables los que prosperarán en el mercado laboral del mañana.
Los primeros pasos de la inteligencia artificial
En un laboratorio en Los Alamos, Nuevo México se desarrolló el primer ordenador para jugar al ajedrez. La máquina se llamó MANIAC 1 y fue una de las primeras con suficiente memoria para almacenar un programa de ajedrez. Dicho esto, la capacidad del ordenador aún era limitada. Los científicos tuvieron que utilizar un tablero reducido de 36 casillas, lo que implicó eliminar los alfiles. El resultado de este primer programa fue que el ordenador perdió ante un jugador experimentado, a pesar de jugar sin reina.
Aunque ese mismo año, el ordenador logró vencer a un novato en el ajedrez. Era la primera vez en la historia que la inteligencia artificial había derrotado a un humano en un juego intelectual.
Poco tiempo después, los ordenadores eran lo suficientemente potentes como para desafiar a los grandes maestros. La velocidad de mejora se explica en gran medida por la ley de Moore, que establece que las velocidades de procesamiento de los ordenadores se duplican cada dos años.
En 1977, los ordenadores ya podían competir con jugadores humanos. Tendían a cometer errores ocasionales, pero sus fuertes movimientos defensivos y tácticos en general contrarrestaban esta debilidad.
Pero no fue hasta el desarrollo de alfa-beta que se marcó la diferencia real. Este algoritmo permitía a los ordenadores rechazar automáticamente cualquier movimiento que fuera menos efectivo que el que se estaba considerando en ese momento, reduciendo el número de movimientos que tenía que evaluar. Como resultado, los programas se volvieron más rápidos en el cálculo de posibles movimientos e incluso tenían la capacidad de anticipar varios movimientos.
No nos deberíamos preocupar por que las máquinas nos quiten el trabajo
Que la inteligencia artificial será el final de un gran número de trabajos es algo que todos hemos oído, pero como siempre se nos olvida recordar que no es la primera vez en la historia que pasa algo así.
Cada vez que ha habido una revolución a nivel tecnológico se han dado fenómenos parecidos. Un ejemplo es la revolución industrial y como desde entonces trabajos como el de llevar hielo a las casas para que pueda aguantar la comida ya no existen
O como desde el desarrollo del motor a vapor iba a eliminar la necesidad de carros, lo hizo, pero seguimos necesitando conductores. Y un ejemplo no tan lejano es como en los 60s 70s ya se creía que los ordenadores eliminarían la necesidad de contratar a personas. Y como vemos hoy en día éste no ha sido el caso y seguramente no sea el caso con la inteligencia artificial
Los trabajos que existen ahora seguramente desaparecerán en algún momento, pero eso no significa que no vayan a aparecer nuevas profesiones. Y desde mi punto de vista aunque sí que es cuestión de tiempo que al final no haya más trabajos, también es cierto que para entonces no necesitaremos trabajar y podremos dedicarnos simplemente a entender mejor el mundo que nos rodea
No tiene sentido tenerle miedo al desarrollo cuando sin él no estaríamos donde estamos actualmente. Así que aceptémoslo y preparémonos para la revolución que seguramente no sea tan grande como creemos.
