
Resumen del libro Mindware Herramientas para pensar mejor por Richard E. Nisbett
Reseña/Sinópsis: Mindware (2015) es una guía sobre cómo pensar. El libro explica por qué hacemos suposiciones irracionales a la vez que presentamos herramientas cognitivas utilizadas por estadísticos, investigadores y filósofos para abordar los problemas cotidianos de forma objetiva.
¿Quién es Richard E. Nisbett?
Richard E. Nisbett es un psicólogo muy conocido en el mundo. Recibió el Premio de la Asociación Estadounidense de Psicología por Contribuciones Científicas Distinguidas, así como muchos de nosotros honores nacionales e internacionales.
Colección de Los mejores libros de Psicología y Desarrollo Personal(PDF)


¿Es cierto que los países con un coeficiente intelectual más alto promedio tienen una riqueza promedio más alta?
Esto puede ser cierto a nivel de números, pero ¿implica esto que ser un país más inteligente nos hace más ricos? Este es un buen ejemplo de un error que solemos cometer, el de asumir que el concepto de correlación, que dos elementos parezcan tener una relación, es equivalente al de causalidad, que un elemento cause/provoque/evite otro.
Correlación significa que cuando un fenómeno sucede, otro sufre un cambio en el mismo periodo de tiempo observado. Estos cambios pueden ser en la misma dirección, por ejemplo ambos aumentan, o no, uno aumenta y otro disminuye.
Que se den cambios en ambos en el mismo periodo de tiempo no significa que haya una relación entre ellos, al menos no directa. En cambio, cuando hablamos de una relación de causalidad, nos referimos a que los cambios en un elemento x, producen cambios en un elemento y. En este caso sí que hay una relación entre ellos, y el orden en que se producen los dos eventos importa, porque uno causa cambios en el otro.
Un término que se suele usar para referirnos a la relación entre dos elementos o fenómenos es el coeficiente de correlación.
El coeficiente de correlación, el ratio de la relación entre ellas, varía entre -1 y 1, es una medida del peso relativo de los factores que comparten. Si la correlación es negativa, entonces significa que cuando uno crece el otro decrece, y cuando es positiva significa que cuando uno crece el otro también.
Para entender qué significa la correlación, lo mejor es estudiar ejemplos de situaciones en las que existe correlación y situaciones en las que no.
Sin correlación
Esto equivale a un coeficiente de correlación de 0. La relación del movimiento de dos elementos es inexistente, y por lo tanto la relación entre ellos es aleatoria.
Por ejemplo, dos fenómenos con pocos factores compartidos, como el numero de ventas de jarrones frente a la subida de los gastos de electricidad, deberían tener un coeficiente de correlación cercano a 0.
Es decir, si analizáramos todos los países del mundo y trazáramos las el aumento del consumo de un año específico frente a la compra de jarrones por individuo, el gráfico no mostraría ningún patrón.
Correlación perfecta
Aquí la correlación puede ser de 1 o de -1, según tengan una relación inversa o directa.
Un buen ejemplo de esto es la temperatura. El único factor que gobierna la temperatura, la velocidad de las moléculas, es compartido por todas las escalas. Así, cada grado en Celsius tendrá exactamente un valor correspondiente en Fahrenheit. Por lo tanto, la temperatura en grados Celsius y Fahrenheit tendrá un coeficiente de correlación de 1 y la gráfica será una línea recta.
Correlación moderada
Hay pocos fenómenos en las ciencias humanas que tengan un coeficiente de correlación de 1. Sin embargo, hay muchos en los que la asociación es de débil a moderada y puede haber alguna relación causal entre ellos.
Por ejemplo, la correlación entre la altura y el peso, que está entre 0 y 1. Ser más alto no significa que alguien vaya a pesar más, aunque normalmente ser más alto suele estar relacionado a pesar más. Este es un ejemplo de correlación moderada. Hay una relación, pero otros factores externos afectan al resultado.
Normalmente no tenemos dificultad para entender cuando dos elementos no tienen relación alguna, ni cuando tienen una correlación perfecta, pero si que solemos tener problemas cuando hay una correlación entre -1 y 1.
Aunque algo que debemos tener en cuenta, es que ver que no hay correlación, o ver que hay correlación no significa que haya causalidad entre los elementos. La correlación es algo que depende de los datos estudiados y la época, y por lo tanto podría deberse a elementos aleatorios, que no hemos tenido en cuenta, que en ese periodo concreto han hecho que se comporten de cierta forma.
En estos casos, estudiar lo que sucede cuando invertimos la relación entre los elementos estudiados, puede ayudarnos a determinar si se trata de causalidad o simplemente de una correlación.
Por ejemplo, en el caso del peso, no podemos conocer la altura de alguien según su altura, aunque dentro de ciertos rangos podemos asumir su edad y estudiar la media de altura de esa edad. Del mismo modo, no podemos estudiar el peso de alguien según su altura.
La heurística de disponibilidad
Todo el mundo quiere pensar en sí mismo como alguien objetivo y racional, no tan fácil de influir. Sin embargo, confiamos en gran medida en atajos mentales que distorsionan nuestro juicio.
Por ejemplo, ciertos objetos o rasgos pueden predisponernos a ver una relación entre las cosas incluso cuando no existe ninguna. Hacemos esto porque vemos que ciertas cosas y características representan a otras.
Como resultado, cuando una persona ve a alguien con un “significado cargado”, puede hacer suposiciones. Por ejemplo, pueden percibir a alguien que lleva un arma como un agresor potencial, incluso si es trabajador de un museo que simplemente esta llevandolo para una exposición.
Esto se debe a la heurística de representatividad, que es un atajo mental. Incluso los psicólogos clínicos se dejan engañar por lo que esperan ver como resultado de este truco mental.
En un experimento, por ejemplo, a los psicólogos se les enseñó una serie de tarjetas de pacientes fabricadas. Cada uno describió los síntomas y las respuestas de los “pacientes” a una prueba de manchas de tinta.
Las tarjetas indicaban que algunos pacientes vieron genitales en las manchas de tinta, lo que llevaría a la gente a creer que estas personas tenían problemas sexuales. Eso es lo que asumieron los psicólogos. A pesar de que los experimentadores manipularon las tarjetas para que los “pacientes” que vieron genitales fueran (aparentemente) menos propensos a informar problemas de adaptación sexual, la mayoría de los psicólogos informaron que este grupo de pacientes tenía una mayor incidencia de problemas.
Incluso cuando se les dijo que, a diferencia de sus expectativas, existe una correlación negativa, los psicólogos insistieron en que su experiencia clínica apuntaba a una positiva.La heurística de representatividad hace que recordemos únicamente los casos que coinciden con nuestras expectativas.
Odiamos perder algo nuestro, por eso podemos aprovecharlo para crear nuevos habitos
Se ha demostrado que nos cuesta mucho más dejar algo que consideramos como nuestro. Esto se debe al fenómeno de aversión a la pérdida que implica que si tenemos la opción entre mantener algo que consideramos como propio, o conseguir algo nuevo, elegiremos de forma repetida mantener lo que es nuestro
Esta es una de las razones por las que solemos ir a por las opciones con menor riesgo de perder, aunque sepamos que hay otras opciones que nos pueden hacer ganar algo más. Es también la razón por la que solemos seguir en trabajos que no nos gustan aunque tengamos sueños que queramos cumplir
Pero según el autor, esto no se aplica a todo, hay ciertas cosas que sí que estamos dispuestos a perder. Son todas aquellas cosas que no consideramos como nuestras aun.
La razón por la que no solemos ahorrar para jubilarnos, y por la que no invertimos aun sabiendo que nos puede traer beneficios, es que como el futuro es algo incierto, consideramos que no merece la pena tenerlo en cuenta, aunque la realidad es que si no empezamos ahora, lo único que nos espera son problemas.
Pero que nuestro cerebro tienda a hacer algo, no significa que no haya formas de sacarle provecho.
En concreto Ayres creó un programa llamado ‘’Save More Tomorrow’’ que se basa en hacer que las personas pongan un porcentaje de lo que ganen después del próximo aumento
De esta forma, como no lo consideramos como algo propio es mucho más fácil que estemos dispuestos a poner dinero. Y lo increíble es que esta pequeña diferencia es suficiente para tener un efecto enorme a largo plazo
