
Resumen del libro Más de 100 cómo la Longevidad Cambiará Todo, desde Carreras hasta Relaciones por Sonia Arrison (100 Plus How the Coming Age of Longevity Will Change Everything)
Resumen corto: 100+ How the Coming of Age of Longevity will Change Everything o en español más de 100 cómo la Longevidad Cambiará Todo explica cómo los cambios en el tiempo de vida pueden afectar a la sociedad y cómo lidiar con el “problema” de una sociedad que envejece cada vez más rápido. Por Sonia Arrison
¿Quién es Sonia Arrison?
Sonia Arrison es miembro fundador, asesora académica y administradora de Singularity University en Mountain View, California, así como miembro principal del Pacific Research Institute (PRI) y columnista de TechNewsWorld. Su trabajo ha aparecido en CNN, así como en Los Angeles Times, New York Times, Wall Street Journal y USA Today, como frecuente colaboradora e invitada de los medios.
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La mortalidad, la humanidad y la historia
Tenemos miedo a lo desconocido. Sea a probar una nueva experiencia, empezar un nuevo trabajo o incluso por lo que pueda pasar cuando viajamos a un sitio por primera vez. Pero lo que más miedo nos genera es la muerte.
No sabemos qué es, ni qué ocurre después, y aunque hoy en día podamos entender que significa a nivel biológico, sigue sin reducir el temor. En la antigüedad se desarrollaron respuestas cómo la de la vida después de la muerte o la reencarnación. cómo uno de los misterios que más nos preocupa, la muerte siempre ha sido uno de los temas centrales de cada generación.
Las respuestas de la antigüedad servían para darnos paz mental, pero a su vez se han convertido en una cadena. Son pocas las personas que aceptan que la muerte sea evitable. Son muchas las personas que la han aceptado y consideran que debería seguir existiendo, pero ¿realmente es así, realmente debemos aceptar la muerte simplemente por sentido común?
La respuesta es no. Y la ciencia, los avances actuales, están demostrando que evitar la muerte y prolongar nuestra esperanza de vida no es algo tan lejano. Con los cambios tecnológicos, las preguntas a las que nos tendremos que enfrentar de ahora en adelante podrían no ser las mismas. Uno de los temas más importantes es la diferencia entre la longevidad y la calidad de vida, también conocidos cómo lifespan y healthspan.
Las nuevas tecnologías mejorarán no solo la longevidad sino también la calidad de vida
La longevidad hace referencia a cuánto tiempo podemos vivir en años, sin tener en cuenta el estado de salud. El tiempo saludable, healthspan, hace referencia al estado en que estamos en nuestros últimos años de vida. Hoy en día hemos conseguido aumentar tanto la calidad de vida cómo la longevidad, de medía 29 años en el siglo 19 a más de 60 años en la actualidad.
Hasta ahora los cambios se han debido a mejoras en la higiene, y en el tratamiento de enfermedades e infecciones. Pero en un futuro deberemos trabajar con otros factores que afectan al propio funcionamiento del organismo en lugar de reducir el efecto de factores externos, cómo virus y bacterias.
Los avances en bioingeniería, la nanotecnología y biotecnología aumentan el abanico de posibilidades. Reparar tejidos dañados, crear nuevos órganos o extremidades, e incluso mejorar nuestros genes para obtener habilidades imposibles hasta el momento. Todas ellas posibilidades que se manifiestan con el desarrollo de la ciencia.
Un ejemplo de hace unas décadas es el de Claudia Castillo que sobrevivió a una infección con tuberculosis, pero sufrió el colapso de parte de su pulmón. Hasta el momento, antes del 2008, la terapia clásica era extirpar el pulmón entero, pero los riesgos asociados podían llevar a la muerte. En su lugar probaron una nueva terapia con células madre que junto a un trasplante permitieron reparar el tejido dañado y que volviese a su día a día al poco tiempo.
Hace más de una década ya podíamos regenerar heridas leves en tejidos. Usando el material llamado matriz extracelular, material que imita la composición del espacio entre células, se logró regenerar un dedo cortado en cuestión de semanas.
La comprensión de los genes y su funcionamiento en las últimas décadas, lo cual comenzó con el llamado proyecto genoma humano, y el desarrollo de nuevas tecnologías para facilitar el proceso cómo la plataforma Ilumina para la secuenciación rápida de genes nos permitirán entender para qué sirve cada uno de nuestros genes y cómo mejorarlos.
Pero todos estos desarrollos se ven bloqueados por las críticas a la extensión de la vida.
Muchas de las críticas a extender la vida son falsas
Según el libro, los avances en el campo de la medicina son tales que se cree que la persona que podría llegar a vivir 1000 años ya está entre nosotros. Ante estas noticias son muchos los que tenían el agotamiento de los recursos, o el aumento de las luchas o el colapso del sistema de pensiones y el mercado laboral.
Ante estas críticas tan solo tenemos que pensar en el gran cambio desde el siglo 19 cuando la media era de 29 años y ahora que la media se acerca a 70 años. Vivir más años no ha significado vivir peor, o que haya un colapso del mundo. Otra crítica es que es un mal uso de los recursos, pero esto no tiene en cuenta que todo desarrollo se basa en el uso intensivo de capital y que el uso de capital público suele estar mal visto, pero el de capital privado beneficia a todos.
Que las nuevas tecnologías sean más caras no es nada malo, simplemente se debe a que el desarrollo no es suficiente. A medida que se mejoran las técnicas y conocimiento teórico se reducen los gastos, pero para ello alguien tiene que financiar los primeros experimentos. Históricamente, esto lo han hecho las personas adineradas de cada época y gracias a ellos, con el tiempo todos hemos tenido acceso a las tecnologías.
A la larga, es mucho más rentable que lo use más gente y por lo tanto llegará a todos, pero para ello ha de mejorarse y solo se puede lograr si alguien está dispuesto a pagar por algo que quizá no funciona.
Sin duda nacerán nuevos problemas cuando mejoremos la longevidad, pero esto no significa que no merezca la pena. Sería lo mismo que decir que no necesitamos luz o agua porque al principio solo podían usarlo unos pocos, el beneficio global a la larga más que superar la “injusticia inicial”.
