
Resumen del libro La técnica Pomodoro El famoso método para gestionar el tiempo que ha cambiado la vida a 2 millones de personas por Francesco Cirillo
Reseña/Sinopsis: La Técnica Pomodoro presenta un método eficaz para estructurar nuestra jornada laboral. Este método ayuda a superar nuestra falta de motivación al dividir tareas grandes o complejas en partes pequeñas y manejables. Usando estas técnicas, ganaremos más control sobre nuestro trabajo, haciéndolo más eficaz y un trabajo más gratificante.
¿Quién es Francesco Cirillo?
Francesco Cirillo desarrolló su mundialmente famosa técnica de productividad en la década de 1980 mientras estudiaba en la universidad. Su objetivo era estructurar efectivamente su jornada laboral, lo que finalmente lo llevó a la creación de la Técnica Pomodoro. Actualmente dirige la página web pomodorotechnique.com y ofrece coaching y entrenamiento relacionados con su técnica.
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La procrastinación
Para muchos, el tiempo es nuestro mayor enemigo: parece alargarse infinitamente mientras intentamos terminar la primera diapositiva de nuestra aburrida presentación. Pero en cuento empezamos a hacer algo que nos interesa o procrastinar el tiempo vuela.
Si tendemos a procrastinar es probable que cada vez que veamos nuestra lista de tareas pendientes nos demos cuenta de que se nos ha ido el día entre tomar un café, hablar con nuestros compañeros y revisar nuestro correo electrónico. Si esto es lo que caracteriza nuestra jornada laboral, probablemente nos consideremos ineficientes y nuestro trabajo una carga. La culpa y la frustración de no cumplir con nuestras tareas pendientes nos siguen a casa, y como el trabajo debe hacerse, decidimos trabajar en el “turno de noche”.
Pero para muchos de nosotros, incluso con una deadline encima, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en internet y revisando Facebook. Después de otra larga noche sin hacer nada, nos acostamos frustrados y cansados, solo para despertarnos a la mañana siguiente para repetir este círculo vicioso.
Por suerte, los estudios han demostrado que podemos superar estos hábitos de trabajo poco sanos: todo lo que tenemos que hacer es dividir nuestro trabajo en tareas pequeñas y manejables de 20 a 45 minutos cada una, y trabajar dentro de esos períodos cortos sin descansos ni interrupciones.
Este concepto se ha utilizado para crear la Técnica Pomodoro. La idea es la siguiente: Poner un cronómetro de 25 minutos, y dedicar ese tiempo a concentrarnos en una sola tarea que hayamos elegido de antemano, pase lo que pase. Una vez que suene el temporizador, podemos tomarnos un descanso de unos minutos, beber un vaso de agua o movernos un poco. Después de nuestro descanso, estaremos listos para nuestro próximo pomodoro
Las ventajas del método pomodoro
Estructurar nuestro trabajo en pequeños “pomodori” es fácil y beneficioso y no hay razón para no intentarlo, es decir, no tenemos que aprender técnicas sofisticadas ni comprar equipo costoso. Puede ayudar a cualquier persona a deshacerse de la culpa y la ansiedad de la procrastinación mientras hace que el trabajo sea gratificante y motivador.
El uso de la Técnica Pomodoro nos ayuda a recuperar el control de nuestro día a través del trabajo enfocado. Dado que un pomodoro es un período suficientemente corto, es casi imposible no mantener la concentración durante ese tiempo. Y sabiendo que podemos dejar de trabajar en nuestra aburrida presentación después de solo 25 minutos, no tenemos motivos para procrastinar.
Esto, a su vez, hace que sea más fácil mantenerse motivado y sacar mayor partido de nuestro día. No podemos escalar el Monte Everest de un salto. Tratar de realizar cualquier tarea grande de golpe es desalentador y conduce a la procrastinación: pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sin hacer nada y luego, justo antes de la fecha límite, tratamos de meter todo a la vez.
En cambio, establecer una meta de 10 pomodori por día, es decir, solo 250 minutos, hace que cada paso del escalador sea más fácil de manejar y nos llevará más lejos en la montaña que un sprint en el último minuto.
Además, el ritmo constante de intervalos de 25 minutos evita que nos desgastemos. Usando la Técnica Pomodoro, podemos irnos a casa con una sensación de logro sabiendo que hicimos algo. En lugar de trabajar esos turnos de noche en el sofá, podemos usar nuestro tiempo libre para relajarnos, pasar tiempo con nuestra fåmfly o hacer cualquier otra cosa que queramos.
La disciplina del método pomodoro
La Técnica Pomodoro, solo funciona si nos adherimos a las reglas. La primera y más importante de estas reglas: solo hay pomodori completos, no podemos dejarlo a medias, ni un minuto antes de que suene el cronómetro. Una vez que ponemos en marcha nuestro cronómetro, debemos estar comprometidos con 25 minutos de trabajo enfocado en esa presentación.
En el caso de que abrimos nuestra bandeja de entrada para echar un vistazo a nuestros correos electrónicos en un momento de debilidad, deberíamos cancelar la sesión y empezar de nuevo. El pomodori incompleto no cuenta. A estas alturas, quizás nos estemos preguntando: ¿Por qué debo ser tan estricto conmigo mismo? Esencialmente, queremos internalizar estos hábitos que trabajamos al estilo pomodoro sin siquiera pensarlo.
El cumplimiento estricto de las reglas es la única forma de disciplinarnos para que ese cambio suceda. Pero , ¿qué hacemos si terminamos una tarea en solo 20 minutos en lugar de 25? Sencillo: seguimos adelante. Preguntarnos si hay algo que podamos revisar o perfeccionar en nuestra presentación.
Si “terminamos” temprano, no terminemos el pomodoro, no empecemos nuestro descanso y ni se nos ocurra revisar nuestro correo antes de que pasen los 25 minutos. Si no hay nada que podamos hacer para mejorar nuestro trabajo y todavía quedan 2 minutos en nuestro cronómetro, podemos dedicarlos a revisar nuestro trabajo y recapitular lo que hemos hecho para grabarlo en nuestra memoria.
