
Resumen del libro La Honesta Verdad sobre la Deshonestidad por Dan Ariely (The Honest Truth About Dishonesty)
Resumen corto: The Honest Truth About Dishonesty How We Lie to Everyone – Especially Ourselves o en español La Honesta Verdad sobre la Deshonestidad Porque Mentimos…en Especial a Nosotros Mismos nos explica la psicología del engaño y porque no es del todo racional y cómo gestionar la lucha entre ser buenas personas y querer ser los primeros. Por Dan Ariely
¿Quien es Dan Ariely?
Dan Ariely es un psicólogo y economista de la universidad de Duke y fundador del centro de retrospectiva avanzada (Advanced Hindsight), conocido por su investigación en el campo de la psicología del comportamiento que le han llevado a publicar varios libros de fama mundial entre ellos:
- Las Ventajas del Deseo
- Las Trampas del Dinero
- Predeciblemente Irracionales
- Positivamente Irracionales
3 de las ideas principales del libro
- Hacer trampas no suele ser algo que decidamos por lógica
- Cuanta más ‘’distancia emocional’’ haya entre nosotros y algo, más probable es que hagamos trampas
- Nunca deberíamos ponernos ropa de marca falsa
Colección de Los mejores libros de Psicología y Desarrollo Personal(PDF)


Hacer trampas no suele ser algo que decidamos por lógica
Solemos pensar que somos racionales, que solo elegimos las mejores opciones o que al menos lo hacemos la mayor parte del tiempo, pero la realidad es muy diferente, somos animales irracionales que se dejan llevar casi siempre por las emociones
Ejemplos de esto, son como nos podemos enfadar si nos pasa algo, aun cuando sabemos que dejarnos llevar por el enfado y la irritación en ese momento es una perdida de tiempo, porque nos nubla el juicio y no podemos cambiar algo que ya ha pasado
Otro ejemplo es como nos cuesta dormir pronto aun cuando sabemos que deberíamos ir a dormir para estar mejor al dia siguiente, o como procrastinamos y lo dejamos todo para el último momento
De la misma forma que la mayoría de nuestras decisiones no son racionales, tampoco lo es la decisión de hacer trampas. Para demostrarlo, el grupo de investigación de Ariely hizo el siguiente experimento:
Le dieron unas preguntas de matemáticas a los participantes y les prometieron 50 céntimos por cada respuesta correcta, y deben corregirse ellos mismo y decirles el número de respuestas que habían acertado.
- Les dijeron a los participantes que en un grupo comprobarían todas las respuestas, mientras que en el otro grupo no y les preguntaron cuántas habían conseguido acertar
- En el segundo grupo por supuesto dijeron que habían conseguido más correctas.
Esto era algo que podíamos esperar, pero lo más interesante del estudio fue ver que aun cuando el dinero pasó de 50 céntimos a 10 dolares por respuesta correcta, el número de respuestas que decían que habían respondido bien, aun siendo mentira, seguía siendo el mismo de media
Y este número se mantuvo incluso cuando aumentaron las posibilidades de hacer trampas, incluso cuando les permitieron hacer trizas la hoja de preguntas y coger ellos mismos el dinero.
Esto nos permite pensar:
La razón por la ue se hacen trampas no es exactamente racional, porque si no, cuanto mas facil fuese hacer trampas, más deberían haberlo hecho
Cuanta más ‘’distancia emocional’’ haya entre nosotros y algo, más probable es que hagamos trampas
Otro de los descubrimientos de la investigación de Ariely, fue que no importa tanto la parte lógica, pero que sí afecta cuánto nos importe realmente la persona o la situación en la que podríamos hacer trampas
Uno de los factores principales es a quién estamos engañando de forma que es mucho más fácil que nos llevemos el cambio extra si alguien nos da más cambio al devolvernos el dinero, que quitarle un caramelo a un niño
Porque en el primer caso el sentimiento de culpa es mucho menor, porque no lo hemos hecho a propósito, no hemos causado la situación. En cambio, en el segundo caso, sí que es culpa nuestra ya que lo hemos hecho queriendo
Una forma de demostrar esto, fue el estudio en el que pusieron 6 latas de Coca-Cola en la nevera de una residencia de estudiantes, y en otra pusieron billetes de 1 dólar por el mismo valor
En el caso de la coca-cola, no quedó ninguna al final del estudio, mientras que nadie tocó el dinero en la nevera.
Esto nos demuestra que no solo afecta la persona a la que engañemos, sino también el objeto del engaño, llevarnos una bebida está más aceptado que llevarnos dinero porque siempre se habla de como robar dinero nos lleva a la cárcel, pero hay muchas películas en las que los protagonistas roban bebidas o comida y no se dice nada al respecto
Por lo que nuestra percepción del ‘’peso’’ e importancia del acto también afectan a la probabilidad de hacerlo
Nunca deberíamos ponernos ropa de marca falsas
En uno de sus experimentos Ariely preparó 3 grupos de participantes, a los que les dieron gafas de marca.
- Al primer grupo les dijeron que eran de marca
- Al segundo les dijeron que eran falsas
- Al tercer grupo no le dijeron nada, fue el grupo control
A todos los participantes les dieron un examen de matemáticas, y todos tenían la oportunidad de hacer trampas durante la prueba.
Los resultados finales mostraron que el 74% de las personas a las que les dijeron que las gafas eran falsas, hicieron trampas, dos veces más que el grupo con las gafas de marca, un 30%, y casi el doble del grupo control, un 42%
Esto muestra que hacer algo que va contra nuestro código moral, o hacer algo que se parezca a hacer trampas, hace que sea mucho más fácil que lo volvamos a repetir. Porque por el bias del costo de hundido, ya consideramos que somos el tipo de persona que hace trampas y es más fácil repetirlo
