Resumen del libro La Biología de la Mente (The Biological Mind) por el Dr. Alan Jasanoff 2018

Resumen del libro La Biología de la Mente (The Biological Mind) por el Dr. Alan Jasanoff 2018

Resumen corto: The Biological Mind desacredita la “mística cerebral”, la creencia común de que nuestros cerebros son de alguna manera completamente independientes de nuestros cuerpos y nuestro entorno. Utilizando los conocimientos más recientes de la neurociencia, la psicología y la filosofía, este sencillo manual demuestra que lo que vemos como nosotros mismos es más complejo de lo que pensamos.

¿Quién es el Dr. Alan Jasanoff?

El Dr. Alan Jasanoff es profesor de Ingeniería Biológica, Cerebro y Ciencias Cognitivas en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Su laboratorio en el Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro es uno de los laboratorios lideres del mundo sobre neurociencia y funcionamiento del cerebro.

Colección de Los mejores libros de Productividad y Aprendizaje

El cerebro

El cerebro de los mamíferos es una de las estructuras complejas de la naturaleza. Incluso el cerebro de una vaca consta de miles de millones de células y muchas más sinapsis. 

Nuestra fijación moderna por la naturaleza especial del cerebro comenzó a principios del siglo XIX cuando el científico alemán Franz Gall popularizó la frenología. La frenología afirmaba que la inteligencia y el carácter de una persona podían relacionarse con el tamaño y la forma de su cerebro.

A pesar de ser en gran parte falsa, la frenología convirtió a los cerebros en un tema candente. Figuras famosas, desde Abraham Lincoln hasta Walt Whitman, fueron sometidas a exámenes frenológicos. Como resultado, las universidades acumulan extensas colecciones de cerebros en frascos. 

Pero esto no sirvió únicamente como una moda del momento, como preguntarnos si tenemos el mismo horóscopo de alguien famosos. Los gobiernos del momento fueron un paso más allá y usaron las diferencias entre cráneos, como una justificación para los movimientos colonialistas. 

Son pocos los que creen en la frenología ahora. Ahora nuestra comprensión del cerebro está más matizada. Décadas de investigación demuestran que el cerebro es un órgano complejo y su funcionamiento se ve afectado por innumerables variables. Ahora ya no nos basamos en el tamaño del cerebro, pero aún así, la “mística cerebral” sigue siendo fuerte.

La cultura popular todavía describe al cerebro como misterioso, esquivo y sobrenatural. Piense en las imágenes que se utilizan para acompañar los artículos de las revistas sobre cualquier tema relacionado con la neurociencia: el cerebro se muestra como algo etéreo.

¿Cómo es el cerebro? 

A lo largo de la historia, el cerebro se ha comparado con la última tecnología del momento. Para Platón, el cerebro era un carro tirado por la pasión del caballo. En la década de 1920, el antropólogo Arthur Keith lo comparó con una centralita telefónica.

Hoy en día, comparamos al cerebro con un ordenador.

A primera vista, la analogía con el ordenador funciona bien. Como un ordenador; nuestra mente tiene la capacidad de almacenar recuerdos y procesar información. Al igual que un ordenador, los neurotransmisores del cerebro utilizan señales eléctricas. Incluso la estructura de nuestro cerebro, con sus millones de neuronas entrelazadas, puede parecerse a los circuitos electrónicos de una CPU.

Llamar al cerebro un ordenador refuerza la distinción cerebro-cuerpo. A esto se le llama dualismo científico. Es la creencia errónea de que el cerebro es fundamentalmente diferente de otros órganos.

El dualismo dice que en lugar de ser como un riñón, el cerebro es frío y calculador; como una máquina. Una imagen hace que parezca que el cerebro realiza sus tareas como un programa de software, utilizando impulsos eléctricos y algoritmos racionales. Esto es una simplificación que lleva a errores, y quizá la principal razón por la a tantos de nosotros nos cuesta aceptar que tenemos sesgos cognitivos.

A diferencia de los circuitos de silicio de nuestro ordenador o teléfono, el cerebro es completamente orgánico. Un quinto de su volumen es agua. Esto incluye sangre y líquido cefalorraquídeo, un líquido transparente lleno de iones, nutrientes y moléculas de señalización. Todos estos son importantes para que todo funcione.

Las neuronas reciben toda la atención, pero también hay muchas más células necesarias para el proceso. Aproximadamente la mitad del cerebro está formado por las células de glía. Se pensaba que estas células, junto con el líquido cefalorraquídeo, eran inertes y proporcionaban únicamente soporte estructural. Sin embargo, estudios recientes muestran que estos elementos son tan cruciales para el proceso de pensamiento del cerebro como las neuronas.

En un estudio de la Universidad de Rochester, se cultivaron células gliales humanas dentro del prosencéfalo de ratones embrionarios. Cuando los roedores crecieron, mostraron capacidades cognitivas mejoradas. Incluso aprendieron a atravesar laberintos dos veces más rápido que los ratones control.

La biología del cerebro

El cerebro humano promedio consta de alrededor de 60 mil millones de neuronas. Cada una de estas neuronas tiene unas diez mil sinapsis. Estas sinapsis permiten que las neuronas mantengan conexiones individuales. El resultado de todo esto es una red con billones de configuraciones posibles.

Los cerebros humanos tienen miles de millones de neuronas, pero pueden funcionar con menos. Tomemos un extremo de China, donde una mujer de 24 años descubrió que le faltaba todo el cerebelo. Eso es casi el 80 por ciento de las neuronas del cerebro. A pesar de esto, podría vivir una vida con discapacidades menores.

El reino animal muestra una dinámica similar. Los córvidos, es decir, aves como los cuervos y los loros, exhiben impresionantes habilidades mentales como comportamiento social y uso de herramientas. Además, lo hacen con cerebros de diez mililitros de volumen. Eso es menos del uno por ciento del tamaño del cerebro humano.

Todo esto sugiere que la complejidad está sobrevalorada. Mientras que un cerebro tiene miles de millones de células individuales, tiene pocos tipos de células. 

Los científicos han identificado estructuras llamadas columnas corticales. Estas unidades multicelulares son responsables de funciones cerebrales concretas. Y con un milímetro de diámetro, son más fáciles de estudiar que el conjunto de miles de millones de neuronas individuales.

La investigación centrada en cómo interactúan estas columnas podría ser la clave para comprender el cerebro como un órgano biológico, en lugar de un enigma indescifrable.

Los clientes que disfrutaron de este libro también disfrutaron de

Siguenos y Disfruta de Nuestros Resúmenes Gratis Directamente en tus Redes Favoritas

Nuestras Categorías de Resúmenes

Los comentarios están cerrados.