Resumen del libro Irracionalidad El enemigo interno Por Stuart Sutherland

Resumen del libro Irracionalidad El enemigo interno Por Stuart Sutherland

Reseña/Sinópsis: Irracionalidad (1991) es una guía de decisiones ilógicas, acciones irracionales y comportamiento irracional en su conjunto. El libro revela cómo las personas son más irracionales que racionales, examinan varias razones y ofrecen soluciones sobre cómo podemos volvernos un poco más lógicos en nuestra toma de decisiones.

¿Quién es Stuart Sutherland?

Stuart Sutherland fue un psicólogo y escritor de renombre que enseñó en la Universidad de Oxford y la Universidad de Sussex. Es conocido por su libro Irrationality y un relato personal de su lucha contra la depresión maníaca, titulado Breakdown.

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¿Qué significa ser irracional, y por qué somos menos racionales de lo que creemos?

Creemos que los seres humanos son seres  racionales, y la base de esta idea se remonta a miles de años. Desde la afirmación de Aristóteles de que el hombre es un “animal racional”, hasta la famosa afirmación de Descartes, “pienso, luego existo”, hasta la afirmación de Kant de “tener el coraje de usar nuestra propia razón”, una creencia a lo largo de la historia ha sido que los humanos son racionales. 

Pero esto probablemente no sea cierto. Cuando conocemos a una persona nueva, a menudo la juzgamos en un instante, basándonos únicamente en su apariencia. Esto es excesivo e irracional, ya que las personas a menudo se comportan de forma diferente de lo que parecen.

Somos propensos a la irracionalidad, pero ¿Qué significa esa palabra? Irracionalidad significa sacar conclusiones de forma consciente que no se basan en conocimiento verificado y falsable, es decir, cuya veracidad se pueda comprobar

Básicamente, la amplitud de nuestro conocimiento juega un papel en la determinación de la racionalidad de nuestras acciones. Pero, mientras que el pensamiento racional se basa en el conocimiento, las conclusiones racionales pueden ser falsas. Por ejemplo, la gente creyó durante mucho tiempo que todos los cisnes eran blancos. 

Ésta era una suposición  racional hasta que se observaron zonas en la que los cisnes cambiaban el color de su pelaje en invierno. Este es un ejemplo de cómo un conocimiento falso o insuficiente puede producir conclusiones falsas, a pesar del pensamiento racional. 

Pero la racionalidad falsa no debe confundirse con la irracionalidad. El pensamiento irracional difiere en el sentido de que es deliberado. Olvidarse inadvertidamente de llevar uno al hacer matemáticas producirá un error, pero no sería el resultado de la irracionalidad. La irracionalidad sería ignorar el conocimiento a pesar de su amplia presencia, como pensar que alguien no es apto para un trabajo a pesar de que su currículum encaja perfectamente con los requisitos. Tomar una decisión irracional requiere hacerlo a propósito. 

¿Qué es la epistemología?

Hoy en día, tenemos acceso a grandes cantidades de información. Internet está a solo un clic de distancia y los medios están disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana. Pero esto a su vez hace que sea muy difícil diferenciar cuales son los hechos, de la opinión y la propaganda. 

La pregunta de qué información es cierta, ¿Cómo sabemos lo que sabemos? ¿Y qué es, el conocimiento? son los temas que trata la epistemología, la rama filosófica que se ocupa del estudio del conocimiento. 

Antes de seguir, es importante aclarar algunos conceptos sobre el conocimiento. Por un lado, el conocimiento es algo que nace del hecho de “ser consciente”. En su epistemología Aristóteles, y los objetivistas, basan su idea de qué es el mundo y como funciona el conocimiento en lo que se conoce como la ley de la identidad.

La ley de la identidad hace referencia a que cuando consideramos que algo es algo, ese objeto, individuo, es únicamente eso. Si vemos un pato, aplicar la ley de identidad simplemente significa aceptar que el pato es un pato y no otra cosa. 

La idea de epistemología de la autora se puede ilustrar con el ejemplo del gato de Schrodinger. En el experimento, se pone un gato y un dispositivo que puede liberar veneno cuando lo toca, en una misma caja y se cierra. La idea, es que no podemos saber si el gato sigue vivo o no, a menos que abramos la caja. 

Cuando la autora habla de “aprender algo”, hace referencia a que no podemos saber lo que ha pasado, y convertirlo en conocimiento, hasta que alguien mira en la caja. Cuando una persona consigue acceso, por ejemplo por medio de los sentidos, a un hecho, adquiere conocimiento. 

También es importante entender la diferencia entre saber que algo es verdad y creer que es verdad. Los cínicos y escépticos llevan desde la época de Sócrates argumentando que no podemos notar la diferencia, o que no hay una, que el conocimiento es una etiqueta que le damos a las creencias de ciertas personas. 

Pero usando la filosofía aristotélica y la objetivista, podríamos decir que algo es conocimiento cuando llegamos a ello a través del uso de la lógica a partir de premisas “que son verdad” observables por alguno de nuestros sentidos.

Sin embargo, el filósofo griego Protágoras del siglo V creía que la verdad es subjetiva. Después de todo, si dos personas sienten una brisa, una de ellas puede estar segura de que la brisa es fría mientras que la otra puede estar segura de que es cálida. Para llevar el argumento de Protágoras a su conclusión lógica, debemos decir que todos tienen razón sobre lo que creen que es verdad, y nadie está equivocado.  Aunque como veremos, esta idea tiene unos cuantos problemas.

Personalmente, mi forma de entender el conocimiento se acerca mucho más a la de Karl Popper. El conocimiento es algo que podemos conseguir, en muchas situaciones, a través de experimentos. Digamos que queremos saber a qué temperatura hierve el agua. Si lo hacemos varias veces en nuestra cocina, podríamos ver que la temperatura es, más o menos, 100 grados. En esta situación podríamos asumir que la hipótesis de que el agua hierve a 100 grados es cierta, pero esto sería un error porque no implica una comprensión real de los fenómenos que controlan el proceso.

Si cogemos la misma olla, agua, y fogón, pero esta vez lo intentamos en una montaña, nos daremos cuenta de que el agua ya no hierve exactamente a 100 grados. En este caso lo que hemos hecho es validar nuestra hipótesis con experimentos en distintos contextos, y con ello crear la posibilidad de entender lo que controla el fenómeno. 

A menos que entendamos lo que controla algo, y validemos las premisas con experimentos, no podemos decir que estamos hablando de conocimiento real, sino de hipótesis. Y las hipótesis han de ser falseables, es decir que podamos comprobar de alguna forma si son ciertas, si no, dejan de ser hipótesis y ciencia. Esta es una de las principales críticas a la psicología Freudiana, sus ideas son interesantes y parecen tener alguna utilidad, pero no hay forma de testear sus premisas. 

La epistemología y el concepto de qué es lo que realmente sabemos, es algo que ha dado problemas a lo largo de la historia, y ha sido uno de los principales focos de atención de los filósofos a lo largo de la historia. Personalmente creo que adoptar un enfoque experimental que mezcle las ideas del objetivismo, con las de Karl Popper, y Aristóteles puede ayudarnos a crear hipótesis funcionales que nos permitan crear cambios en el mundo de forma replicable, y por lo tanto que nos permita hacer predicciones.

Es decir, una vez hemos demostrado que algo es cierto en un contexto x, es probable que vuelva a serlo. Y si en alguna situación vemos que no es cierto, simplemente tenemos que modificar nuestra hipótesis. Así podemos seguir funcionando sin sentirnos paralizados por no saber que es cierto ni avanzar con nuestras metas.

Las personas toman decisiones irracionales por una variedad de razones, y esta tendencia afecta tanto a los individuos como a las principales organizaciones

En el caso de los individuos, las personas distorsionan su sentido de la realidad para mantener comportamientos y pensamientos irracionales. Después de tomar una decisión, a menudo glorificamos nuestra elección porque no queremos admitir la posibilidad de estar equivocados. 

Asimismo, obviamos nuestra opinión sobre la opción que no elegimos. Pero distorsionar nuestro sentido de la realidad no es la única forma en que actuamos de forma irracional. nos gusta aferrarnos a comportamientos y pensamientos irracionales. 

Esto pasa todo el tiempo en el mercado de valores, donde la gente siente una necesidad irracional de mantener una inversión que ha bajado de valor y no muestra signos de volver a subir. 

Y lo mismo pasa con las organizaciones. Una forma en que la irracionalidad se manifiesta en las organizaciones es a través de estructuras que entran en conflicto con los objetivos de la organización. 

Las estructuras organizativas a menudo fomentan un comportamiento egoísta que beneficia a los individuos a expensas del conjunto. En los bancos de inversión, los pagos de bonificaciones animan a los banqueros a realizar apuestas arriesgadas que podrían generar grandes beneficios y, por tanto, grandes bonificaciones. 

Pero los banqueros no son responsables de las malas apuestas que hacen sobre activos arriesgados. Es la organización en su conjunto la que tiene que soportar la peor parte de sus errores. Otro ejemplo se puede ver con la financiación de departamentos en una organización. 

La cantidad de dinero asignada a un departamento determinado a menudo se basa en cómo se les dio el año anterior, sin tener en cuenta cómo se gastó ese dinero. Este tipo de política fomenta el gasto excesivo, no el bienestar organizacional.

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