
Resumen del libro He Estado Pensando por Maria Shriver
Reseña/Sinópsis: He estado pensando (2018) es una colección de reflexiones, citas y oraciones para acompañarnos en el día a día. Ya seamos jóvenes o mayores, tengamos los pies en la tierra o nos encontremos en un lugar difícil, nos inspirará a trazar nuestro propio camino hacia una vida plena.
¿Quién es Maria Shriver?
Maria Shriver es presentadora de noticias, periodista, autora, activista y madre. También es sobrina de John F. Kennedy y ex Primera Dama de California de su ex esposo Arnold Schwarzenegger. Ha escrito varios libros sobre la fe, y la espiritualidad y es la fundadora del Movimiento de Mujeres contra el Alzheimer.
Colecciones de los Resúmenes de los Mejores Libros (PDF)
+
Mini-Curso de Estoicismo Gratis


Nadie tiene una vida perfecta
El problema no es que la vida no sea perfecta. El problema es que nos enfadamos, nos entristecemos y nos frustramos porque así lo esperamos. Pero he aquí el problema, no podemos cambiar las cosas que nos pasan. Por eso, si no podemos cambiarlo, lo único que podemos hacer es cambiar nuestra perspectiva al respecto.
Cambiar nuestra perspectiva significa que también podemos cambiar cómo reaccionamos ante ellas y esforzarnos por convertirnos en la versión más cariñosa, considerada y compasiva de nosotros mismos. Estos cambios toman tiempo y el tiempo es un recurso precioso en el ajetreado mundo de hoy. Es importante porque es el regalo más importante que nos damos a nosotros mismos.
Tan a menudo como podamos, reduzcamos la velocidad de nuestra vida. Esto significa programar conscientemente tiempo ininterrumpido en nuestro día que podamos usar para pensar, reflexionar y estar en el ahora. Cuando hagamos esto, notaremos que muchas cosas en nuestra ajetreada vida no son lo que parecen, y no como deben ser.
Podemos tomarnos un respiro y darnos cuenta de que, aunque tuvimos un mal día en el trabajo, estamos rodeados de compañeros que nos admiran y respetan. Podemos tomarnos un respiro y reconsiderar la transmisión de los chismes que escuchamos en un mensaje de texto sarcástico a nuestros amigos.
Podemos tomarnos un respiro y descubrir que la ira que sentimos hacia nuestra pareja es tristeza por la muerte de un amigo. Cada vez que estemos luchando con una situación o decisión, démonos un respiro.
Pensemos en cuáles nos gustaría que fueran nuestros valores, propósito y misión en la vida. Recordemos las veces en que en el pasado hemos demostrado fuerza, sabiduría y coraje. Recordemos que no estamos definidos por las cosas que nos suceden, sino por cómo elegimos lidiar con ellas.
¿Cómo definimos una pausa?
Podría ser un gran número de cosas. Son los cinco segundos que dedicamos a reflexionar sobre una pregunta, o la hora que dedicamos a reconectar con un viejo amigo, o el año sabático que nos tomamos.
En esencia, una pausa se basa en romper con la rutina, cualquiera que sea el aspecto de ese ritmo. Es cuando nos damos el espacio para pensar en otras cosas y prestar atención a todas las cosas que pasamos por alto.
El autor, por ejemplo, invitó a un amigo a tomarse una pausa de un fin de semana en su casa de vacaciones en España. Pasaron ese tiempo leyendo y charlando, y aunque al comienzo se preocupó por no ser productivo, al final se dio cuenta de que una pausa le había dado soluciones a problemas que ni siquiera sabía que tenía.
Su estado de ánimo había cambiado lo suficiente como para permitir que nuevas ideas salieran a la superficie, ideas que no podría haber tenido de haberse centrado en sus preocupaciones cotidianas.
Situaciones como estas resaltan una diferencia importante entre humanos y máquinas. Una máquina en pausa se detiene. Un ser humano, en cambio, comienza a hacer otra cosa: tomarse un respiro, por ejemplo, o poner su atención en algo nuevo. Realmente no hemos parado, sino que estamos usando lo que se conoce como modo difuso, para buscar nuevas soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos.
Y si nos parece que un fin de semana entero es demasiado para empezar, podemos centrarnos en otros descansos más cortos. Estos descansos no tienen porque ser lagos, con 15 minutos por cada hora o dos de trabajo sirven, pero debemos asegurarnos de que nos alejen de las pantallas y de cualquier información y a ser posible deberíamos usarlos para hablar con alguien
Si los convertimos en descansos sociales se ha visto que pueden ayudar a que nuestro humor mejore y que estemos mucho más preparados para volver a trabajar con energía.
La oración no es una demostración de fe, es una forma poderosa de ponernos en contacto con nuestros propios pensamientos y emociones
La escritora, Maria Shriver, creció en una familia católica. No se fomentaba una práctica de oración diaria, era obligatoria. Y aunque ha aprendido que el catolicismo no tiene todas las respuestas para su vida, todavía reza con regularidad. La oración, la meditación y las prácticas de gratitud son excelentes formas de cultivar la paz interior. La oración no es una demostración de fe.
Es una forma poderosa de ponernos en contacto con nuestros propios pensamientos y emociones. En sus oraciones, María pide con frecuencia a Dios ayuda, guía, esperanza y perdón para ella misma, y salud, alegría y prosperidad para su familia, comunidad y país. Se recuerda a sí misma sus muchas bendiciones, hace las paces con sus propias imperfecciones y las de los demás, y establece intenciones para el futuro.
La oración también puede ser una buena forma de guiar la toma de decisiones. Los jesuitas, por ejemplo, han ideado un proceso de oración paso a paso para hacer eso. El “Proceso de Discernimiento”, como se le llama, incluye pasos como identificar el problema, observar nuestras emociones y orar por apertura y libertad.
Si la idea de orar todavía no nos sienta bien, existen muchas otras prácticas excelentes para ponernos en contacto con nosotros mismos y encontrar quietud y claridad en nuestra vida. A estas alturas, está bien documentado que tanto la práctica de la meditación como la de la gratitud hacen que las personas se sientan más tranquilas, felices y esperanzadas.
Tal vez podríamos empezar nuestras mañanas escribiendo tres cosas por las que estamos agradecidos en nuestra vida en este momento. O tal vez podríamos terminar nuestro día con una meditación de 10 minutos, intentando dejar de lado el estrés y las preocupaciones antes de dormir. Ya sea la oración, la meditación o la gratitud, cuanto más a menudo practiquemos estas cosas, más fácil nos resultará.
La paz interior que cultivamos a través de ellos es una gran base a la que volver cada vez que la vida nos lanza una bola curva. Es más, llevaremos nuestra nueva calma y claridad a nuestras relaciones, nuestra empresa y la sociedad en general, haciendo del mundo un lugar mejor comenzando desde dentro de nosotros mismos.
