
Resumen del libro Great Work por David Sturt
Reseña/Sinópsis: Great Work establece las cinco habilidades principales que necesitamos para marcar en nuestro campo. El libro analiza innovaciones icónicas de la historia reciente para ofrecer ejemplos claros de cómo podemos crear o mejorar nuestras ideas.
¿Quién es David Sturt?
David Sturt es el vicepresidente ejecutivo de la consultora OC Tanner, y un asesor de numerosos líderes de Fortune 1000. Le habla a audiencias de todo el mundo sobre cómo involucrar a los empleados, inspirar contribuciones y recompensar los resultados sobresalientes.
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Cómo hacemos nuestro trabajo tendrá un impacto en los demás
La mayoría de nosotros trabajamos inmersos en marcar nuestra lista de tareas diarias y nos perdemos todos los demás factores de la vida laboral. Sin embargo, podemos ampliar nuestra perspectiva trabajando con la cabeza en alto. La elaboración de trabajos puede cambiar nuestra percepción del trabajo, de ser algo que debemos hacer a un vehículo a través del cual podemos marcar una diferencia positiva en la vida de las personas.
¿Consideraremos que la persona que inventó la rueda es un gran inventor? ¿Qué pasa con el que inventó el eje? La rueda fue un trabajo inteligente, pero un buen trabajo es el punto de partida, la base sobre la cual se hace un gran trabajo.
Las innovaciones revolucionarias son el resultado de agregar y ajustar buenas ideas e inventos para crear algo aún mejor. Necesitamos que los ingredientes, como la manzana, el trigo y la canela, existan antes de que podamos convertirlos en un delicioso pastel de manzana. Sin embargo, si solo construimos sobre lo que ya tenemos, estamos imponiendo restricciones considerables a lo que podemos hacer.
Pero no vea esto como un problema, estas restricciones son en realidad el punto de partida ideal. Pueden conducir a la creatividad. Por ejemplo, cuando el ilustrador Ted Geisel estaba intentando hacer un cambio positivo en cómo los niños aprenden a leer, su jefe redujo sus opciones: podía usar solo las 225 palabras y luego escribir una historia que pudieran leer.
En lugar de sentirse frustrado por las limitaciones de este proyecto, las aceptó como un desafío. Su avance se produjo cuando encontró dos palabras en esta lista restrictiva que rimaban: “cat” y “hat”. En 1957 publicó la primera versión y Geisel es el autor que conocemos como Dr. Seuss, y sus obras siguen siendo populares hasta el día de hoy.
¿Recordamos la última vez que nos sentimos menospreciados por un amigo?
Para muchos de nosotros, es el peor sentimiento que existe. No solo nos sentimos tristes y solos, sino que nos preguntamos si alguna vez siempre han pensado eso. Pero no son sólo las peleas con amigos las que desestabilizan. Ser ignorado, burlado o discriminado por extraños también puede enfadarnos. Los estudios muestran que ser condenado al ostracismo por extraños comienza a tener un coste emocional después de solo tres minutos.
El estigma social no solo afecta nuestro estado de ánimo, también tiene un impacto terrible en nuestra salud física. Y cuanto peor se trata a alguien, peor se vuelve el impacto. Muchos de nosotros somos introvertidos y elegimos pasar el tiempo solos en lugar de con otras personas. Pero eso no es lo mismo que la soledad, la soledad como una introversión involuntaria. Es la brecha entre la cantidad de interacción social que a una persona le gustaría tener y la cantidad que está disponible para ellos.
La soledad también es muy dañina para la salud. Nuestros cuerpos reaccionan como si se prepararan para combatir las bacterias. Desencadena la inflamación, lo que conduce a la acumulación de placa que, a su vez, puede provocar ataques cardíacos. Las personas solitarias también tienen peores resultados de cáncer y son más propensas a las infecciones virales.
Un investigador descubrió que la falta de relaciones es tan dañina como fumar varios cigarrillos al día. Pero mientras estar solo es una cosa, ser discriminado activamente es otra muy distinta. El estrés de las minorías es la presión que sienten los grupos marginados debido a las constantes microagresiones a nivel social. Los investigadores creen que es una de las razones por las que ciertas minorías son más propensas a tener problemas de salud.
El otro lado de ser diferente
Gracias a milenios de desarrollo tecnológico, hace mucho que dejamos atrás las cuevas por un mundo de riqueza material. Innovaciones como la agricultura industrial, la electricidad y la medicina moderna significan que podemos dedicar mucho más tiempo a nuestras peculiaridades.
Podemos dedicar más tiempo y energía a lo que nos interese, ya sea astronomía amateur o software de código abierto. Además de esto, Internet nos permite encontrar a otras personas que comparten nuestros intereses. Nos permite desarrollar y profundizar nuestras obsesiones y nichos.
Ahora, un músico puede publicar un video en YouTube y obtener comentarios positivos de otros entusiastas de todo el mundo. Algo para lo que antes quizá habria tenido a que pasar por una discográfica para lograr.
Pero ¿qué significa esto para las empresas, los creativos y otros productores? Por un lado, ya no tienen que conformarse con un enfoque único para la fabricación y el marketing. En lugar de fabricar un producto que se adapte a las necesidades de muchos, ahora podemos centrarnos en unos pocos.
La ciencia apoya esta teoría porque la creatividad es mayor entre las personas con mejores recursos adaptativos. Estos son los que llamamos para superar el trauma: características innatas como valor y tenacidad, apoyo constante de nuestra comunidad o incluso tener mucho dinero.
Otra cosa para recordar es que acostumbrarse a ser diferente hace que sea más fácil mantenerse fiel a nuestros valores, incluso en circunstancias difíciles, algo que le sucedió a Leslie Wagner-Wilson, otro de los sujetos de la autora.
Leslie estaba acostumbrada a sentirse como la extraña. Cuando era joven, su familia se unió a una comunidad religiosa. Pero, a medida que crecía, se dio cuenta de que era más como un culto. Este culto fue dirigido por un sociópata llamado Jim Jones. Aunque tenía serias dudas, en 1977 Leslie se mudó al asentamiento de Jonestown en Sudamérica para estar con su bebé.
Sin embargo, aún dudosa, finalmente escuchó sus preocupaciones. Escapó a través de la jungla con su hijo atado a la espalda, el mismo día que Jones obligó a más de 900 miembros de la comunidad a beber cianuro, matándolos a todos. Leslie y su hijo también habrían muerto si ella no hubiera seguido su instinto.
