Resumen del libro Empresas que Caen Y Porque Otras Sobreviven por Jim Collins (How the Mighty Fall 2011)

Resumen del libro Empresas que Caen Y Porque Otras Sobreviven por Jim Collins (How the Mighty Fall 2011)

Resumen corto: How the Mighty Fall o en español Empresas que Caen sigue el modelo típico de Jim Collins de seguir varias empresas de éxito durante varios años para poder entender sus secretos, y en este caso su objetivo es enseñarnos porque ciertas empresas de éxito acaban fracasando. Por Jim Collins

¿Quién es Jim Collins?

James C. Collins,  también conocido como Jim Collins, es un autor, speaker, y profesor de la Stanford Graduate School of Business. Su carrera empezó como consultor en McKinsey, seguido de trabajar en Hewlett-Packard y crear un centro de investigación sobre management. Jim Collins también contribuye frecuentemente a Fortune , Business Week y Harvard Business Review. El autor ha sido además ejecutivo de CNN International y ha escrito varios libros que se han convertido en New York Times Best Sellers. Entre sus libros destacan, Empresas que Sobresalen, que ha vendido más de cuatro millones de copias, y Empresas que Perduran que fue el libro que le llevó a la fama.

Su trabajo suele seguir el recorrido de ciertas empresas de éxito a lo largo de los años para entender qué hacen diferente y cuál es la esencia de un buen negocio.

Los libros de Jim Collins son:

Las 5 fases del fracaso que llevan a la caída, según Jim Collins son:

  • Fase 1 La arrogancia nacida del éxito
  • Fase 2 La persecución indisciplinada del crecimiento
  • Fase 3 La negación del riesgo y del peligro
  • Fase 4 La búsqueda desesperada de la salvación
  • Fase 5 Ser insignificante o morir

3 de las ideas principales del libro

  • La importancia de centrarnos en el proceso
  • La importancia de tomar decisiones ‘’asimétricas’’
  • El precio de la impaciencia

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Fase 1 La Arrogancia Nacida del Éxito: La importancia de centrarnos en el proceso

La primera fase, y el preámbulo de la caída de toda empresa, comienza no con problemas externos, sino con problemas internos. Ponernos objetivos es una gran forma de motivarnos a hacer más, de crear una oportunidad para ser proactivos y hacer, de crear una razón para tener disciplina y ponerla en práctica

Y sin duda, si nos ponemos metas y aprendemos a crear buenos hábitos, es probable que podamos lograr lo que nos proponemos. Pero si simplemente nos dedicamos a hacerlo para conseguir algo material o fama, lo mas seguro es que cuando logremos el éxito nos sintamos perdidos y se empiecen a apagar las llamas de la ambición

Esto puede no ser un problema si somos capaces de buscar nuevos objetivos que nos motiven y nos demuestran que nos queda mucho por aprender, una realidad que siempre estará allí debido a lo rápido que avanza la tecnología, pero si nos sentamos en nuestros laureles y perdemos las ganas de aprender estaremos de camino al abismo

Cuando logramos lo que queremos nos relajamos, perdemos las gans de trabajar, perdemos la disciplina y todas las habilidades que hemos desarrollado hasta el momento empiezan a oxidarse, pensamos que el exito de ayer se repetirá mañana tan solo con seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora

Pero esta noción nace únicamente de nuestra complacencia y el llamado argumento ad antiquitatem, bias ad antiquitatem, que se basa en que asumimos que simplemente porque algo ha funcionado en el pasado puede seguir funcionando en el futuro, lo cual es completamente falso

Lo que ha funcionado hasta ahora ha funcionado, pero no tiene porque seguir funcionando, ejemplos de esto son la televisión, las redes sociales que han desaparecido, los telegramas, el uso de caballos como transporte y muchos otros. 

Otra de las razones por las que tendemos a no querer cambiar lo que estamos haciendo es la aversión a la pérdida. Se basa en que tengamos miedo a que tomar nuevas acciones pueda resultar en pérdidas inesperadas y ante el miedo de fallar simplemente esperamos o seguimos como antes, aun sabiendo que si no somos capaces de cambiar constantemente es muy posible que caigamos.

Pero aun sabiendo que esta es la realidad, debido al bias del creador asumimos que porque algo lo hemos creado nosotros será especial y no sufrirá las mismas consecuencias, pero esto es simplemente falso.

El éxito además puede llevar a que las empresas se olviden de cuál es su por que, lo que les ha permitido llegar a donde están y que empiecen a confundir su porque y seguri únicamente opciones que les den un mayor retorno. Pero un mayor retorno hoy puede significar más pérdidas mañana.

Por eso, si queremos evitar la caída de nuestro proyectos, nunca debemos dar el éxito por sentado, por muy pequeño que sea el éxito no es algo que nos hayamos ganado hoy, sino algo que logró nuestro yo del pasado.

Lo único por lo que nos podemos enorgullecer hoy, en el presente, es por el proceso y el trabajo que estamos haciendo ahora. Si aprendemos a vivir en el presente, como los estoicos, podremos reducir la probabilidad de caer en la trampa de la complacencia.

Fase 3 La Negación del Riesgo y del Peligro: La importancia de tomar decisiones ‘’asimétricas’’

Si nos dejamos llevar por el éxito y acumulamos errores durante suficiente tiempo, llegará un punto en el que no podamos seguir huyendo de la realidad, será el momento en el que nos demos cuenta de que el fin está cerca a menos que hagamos algo. Si seguimos en la fase 1 sin recalibrar llegará un momento en el que pasemos a la fase 2 

Fase 2 La persecución indisciplinada del crecimiento: En esta fase nuestra confianza sin base y arrogancia, hacen que innovemos sin pensar en la utilidad real o que tomemos decisiones donde el riesgo al que nos enfrentamos es superior a las ganancias que podríamos conseguir. 

Esto pasa cuando nos obsesionamos con el crecimiento sin pensar en si es el momento adecuado o donde deberían realmente nuestros recursos. En lugar de innovar con cabeza, nos dedicamos a crecer sin pensar. Otra razón puede ser que nuestra asignación de personal no es buena y ponemos líderes que no tienen las habilidades necesarias o que anteponen su propia posición a los intereses comunes

Fase 3 La Negación del Riesgo : En esta etapa la empresa sigue generando resultados pero ya empieza a haber indicios de que puede haber problemas graves en poco tiempo.

El  problema principal en esta etapa es tener una visión excesivamente positiva que nos lleve a pensar que las cosas van mucho mejor de lo que los resultados indican, o asumir que los resultado negativos son tan solo algo que viene con el tiempo y se solucionaran.

En esta etapa deberíamos centrarnos en solucionar los problemas que tenemos en lugar de dejarnos llevar por el optimismos y deberíamos evaluar cuales de todas las medidas y proyectos que hemos tomado debemos abandonar, ya que algunos de ellos pueden estar pasando por el abismo, pero muchos serán simplemente ‘’cul de sac’’ o proyectos sin futuro.

Fase 4 Búsqueda desesperada/indisciplinada de la salvación: Es la fase mas problemática y en la que entramos al darnos cuenta de una realidad que intentamos ignorar hasta ahora, una realidad que intentamos negar hasta ahora, lo que sucede después es que empezamos a sentir el estrés de saber que no nos queda mucho tiempo y de que podemos perder mucho más de lo que os gustaría

Cuando pasa esto, el estrés afecta a nuestra capacidad de tomar decisiones, y anue tiene la ventaja de que nos obliga a hacer algo, también tiene la desventaja de que nos obliga a hacer algo usando el miedo, y eso significa que usa lo que daniel kahneman llama el sistema uno de tomar decisiones con la intuición

Este sistema puede ser útil si tomamos decisiones informadas sobre temas de poca importancia, porque es mucho más rápido y nos permite ahorrar tiempo que podremos usar para temas más importantes. 

El problemas es que cuando estamos estresados nuestra visión se vuelve mucho más estrecha y cuando nuestra misión se vuelve una visión de túnel, lo que teniendo en cuenta las prisas que genera el estrés llevan a que el efecto del bias de costo hundido supere al miedo por aversión a la pérdida se multipliquen.

El bias de costo hundido hace referencia a nuestra tendencia a no calcular bien el coste real de algo, sea una acción o una inversión de forma que cuando la hacemos nos damos cuenta de que en realidad el coste era mayor. Y el efecto del estrés acentúa esta diferencia entre lo que creemos que va a pasar y o que va a pasar realmente

De forma que por  miedo acabaremos tomando decisiones mucho peores y que simplemente acelerará la caída de nuestros proyectos. 

Para evitar que pase esto, debemos tomar un enfoque más realista, evaluar todas las medidas que hemos tomado y ver cuáles funcionan y cuáles no, y según esto elimina todas las que no produzcan resultados

Cuando una empresa está cayendo, la base ha de ser tomar aquellas acciones que nos permitan seguir con vida para poder tener una nueva oportunidad en el futuro. En concreto, lo que Collins ha visto que funciona es preguntarnos de nuevo el porqué de nuestra empresa y que es lo que estamos ofreciendo a los clientes

Además, tenemos que tenemos que tener en cuenta siempre el efecto del estrés a nivel cognitivo y crear sistemas y principios que nos obliguen a tomar únicamente decisiones ‘’asimétricas’’ es decir decisiones en las que la inversión de 1 significa una ganancia de 3 o 5 como mínimo. 

Si nos aseguramos de tomar decisiones asimétricas incluso en situaciones de estrés o mejor dicho, sobre todo cuando estamos estresados, podemos evitar caer en los errores más típicos y crear nuevas oportunidades que no habríamos podido considerar antes. 

Si hacemos esto, podemos convertir la crisis en una oportunidad de crecimiento ya que aunque el estrés tiene la desventaja de hacer que queramos actuar con prisa, también tiene la ventaja de forzarnos a ser proactivos lo cual significa que el estrés puede ayudarnos a superar la resistencia que crean la aversión a la pérdida y el bias ad antiquitatem

Si la empresa aun no esta en quiebra, significa que hay algo que nuestros clientes siguen considerando importante, por lo que si lo entendemos y maximizamos, tendremos una oportunidad de mejorar nuestra situación y sobrevivir, aunque por desgracia seguramente tengamos que reducir el tamaño de la empresa en el proceso.

Pero aprendemos a gestionar las situaciones de estrés con calma y creamos sistemas para controlar el riesgo, podremos usar las crisis como una oportunidad para volvernos ‘’antifrágiles’’.

El precio de la impaciencia

Si no somos capaces de encontrar solución y seguimos tomando malas decisiones sin medir el riesgo real, acabaremos entrando en la última fase de nuestra caída.

La Fase 5 Ser insignificante o morir

La última fase se basa en aceptar nuestros errores y buscar soluciones reales, o simplemente en ser insignificante o morir. Según Collins, cuanto más tiempo pasemos en la llamada fase 4, es decir, probando opciones nuevas sin medir bien el riesgo, más probable es que acabemos cayendo y que perdamos

Según Collins, en esta fase tenemos 2 opciones:

1)Darnos por vencidos y vender la empresa

2)Seguir gastando los recursos de la empresa

Una vez que estamos en la fase 5 lo mejor es buscar una nueva opción y dejar nuestra empresa. Aunque personalmente creo que siempre existe la opción de reducir el tamaño y volver a tomar las medidas para salir de la zona 4, aunque al final, como todo no es más que una opinión hasta que se demuestra con acciones que es posible.

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