Resumen del libro Empieza a terminar Como ir de la idea al hecho por Charlie Gilkey (Start Finishing)

Resumen del libro Empieza a terminar Como ir de la idea al hecho por Charlie Gilkey (Start Finishing)

Reseña/Sinópsis: Empieza a terminar (2019) es una guía paso a paso para transformar nuestras ideas en proyectos que podemos ver hasta su finalización.  ¿Cuántas ideas han despertado nuestro interés pero nunca vieron la luz del día? No se preocupe si la respuesta es “demasiadas”, no estamos solos. Muchas personas tienen grandes ideas pero nunca las llevan a cabo porque están esperando el día o el momento adecuado, incluido su estado de ánimo, energía y todo lo demás.

Otros comienzan a trabajar en sus ideas con entusiasmo, pero  pierden fuerza cuando encuentran obstáculos. Pero las ideas no deberían tener que esperar al día perfecto o descartarse ante el primer obstáculo.

Podemos empezar a convertir nuestras ideas en proyectos viables hoy mismo. Este libro proporciona sencillos pasos y consejos para elegir la idea adecuada, hacerla realidad y superar los obstáculos que puedan surgir en el camino. 

¿Quién es Charlie Gilkey?

Charlie Gilkey es un filósofo, emprendedor y veterano del ejército. Su negocio, Productive Flourishing, se dedica a ayudar a creativos, emprendedores y líderes en su vida profesional y personal. Gilkey también es el presentador del podcast Productive Flourishing y el autor de The Small Business Life Cycle. 

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¿Qué tienen en común el antiguo filósofo griego Aristóteles y el Dalai Lama, el líder espiritual del budismo?

 Ambos enseñan a la gente a través de la acción. Las personas actúan de formas para las que su experiencia, conocimiento y perspectiva únicas las preparan. El autor se refiere a esto como “hacer trabajo”. 

Pero entonces, ¿cuál es  nuestro trabajo? Si no estamos seguros, busquemos pistas en lo que nos suele pasar por la cabeza. Entre estos pensamientos están los que darán lugar a nuestro trabajo. 

Cuando escuchamos la palabra “proyecto”,  lo asociamos con la escuela o el trabajo. Un proyecto, en cambio, es cualquier cosa que requiere tiempo, atención y esfuerzo para completarse, y la vida está llena de ellos. 

Es un proyecto para prepararse para el primer día de clases. También lo es mudarse a una nueva ubicación. Los proyectos nacen de la intersección entre “nuestro mundo interior” y la realidad. Consideremos esto: si nos encontramos temiendo los lunes, revela lo que no disfrutamos, al igual que encontrarnos trabajando hasta tarde y en un proyecto revela lo que nos apasiona. 

Pero, ¿cómo decidimos cuál de nuestras ideas se convertirá en nuestro primer proyecto de trabajo? Primero, es recomendable hacer una lista de todas las ideas que estamos considerando. Estas pueden ir desde iniciativas innovadoras en la empresa hasta organizar el garaje o tomar unas vacaciones de ensueño. 

Después, deberíamos tachar las ideas que no resuenan  con nosotros y las que no nos importa descartar. Las únicas ideas que nos quedan son las que son importantes para nosotros. Pero todavía tenemos que centrarnos en una idea. Para lograr esto, debemos tener en cuenta lo siguiente: ¿Qué idea queremos celebrar más cuando se complete? ¿Cuál tendrá el mayor impacto en nuestras vidas dentro de cinco años? Quizá haya una idea por la que con mucho gusto aceptaríamos levantarnos temprano o quedarnos despierto hasta tarde, o una que nos rompería el corazón abandonar. La idea que cumpla con la mayoría de estos criterios debe trabajarse primero. 

¿Qué hace falta para empezar un negocio?

¿Alguna vez hemos sentido que todo lo que necesitábamos para poner en marcha nuestro nuevo negocio era una gran idea?  Pero, una gran idea no es el principal requisito para tener éxito en el mundo de los negocios. Probablemente haya otras personas por ahí que tengan las mismas ideas o ideas similares, y podrían desarrollarlas antes que nosotros. 

Una buena idea tampoco garantiza una inversión. Los inversores no buscan buenas ideas. Lo que buscan es gente con pasión, pero que además sea capaz de aprender, y que este dispuesta a buscar feedback. En lugar de esconder nuestra idea por miedo a que nos la “quiten”, debemos ser proactivos y buscar formas de mejorarla.  

Deberíamos recibir feedback sobre las fortalezas y debilidades de nuestro proyecto de otros emprendedores, clientes potenciales e inversores, y usarlos para mejorar aún más nuestra idea. Si no escuchamos los comentarios, podríamos crear un producto que nadie quiere o necesita. Por eso, según los autores lo más importante es tener pasión, la suficiente energía como para salir de nuestra zona de confort y preguntar a nuestros clientes, interactuar con ellos, y estar preparados para seguir adelante incluso si destrozan nuestras ideas. 

La historia de Kevin Mann, el fundador y CTO de Graphic.ly, es un buen ejemplo. Graphic.ly es un distribuidor digital de cómics. Mann tuvo la idea después de tener que conducir varias decenas de kilómetros hasta una tienda de cómics para comprar el nuevo volumen de uno de sus favoritos, solo para descubrir que ya se había agotado. Se dio cuenta de cuánto le apasionaban los cómics y decidió hacerlos más accesibles para otros fans.

¿Qué hace falta para tener éxito?

Sabemos que si asumimos un proyecto,  habrá algunas dificultades. Los mejores proyectos de trabajo no son una excepción. Algunos obstáculos, en concreto, obstaculizan el inicio o la finalización de los proyectos de trabajo. 

Por un lado, las prioridades que compiten entre sí pueden hacer que nos distraigamos. Y con frecuencia tenemos que lidiar con la cháchara mental: pensamientos e ideas que nos dicen que no somos capaces de lograr lo que nos hemos propuesto hacer. Tal vez no tenemos planes realistas para nuestros proyectos, o creemos que no tenemos suficientes recursos. 

O las personas que nos rodean no entienden lo que queremos lograr o lo que necesitamos para lograrlo. Adaptar ciertas cualidades mientras trabajamos nos ayudará a completar nuestros proyectos de trabajo. Dependiendo de la situación, es posible que necesitemos convocar todas estas cualidades a la vez, o solo algunas. 

Y el grado en que poseemos o carecemos de ciertas características está determinado por nuestra educación, personalidad y experiencia de vida en general. Sin embargo, al elegir cultivar una cualidad, podemos fortalecerla y lidiar los desafíos a los que nos enfrentamos mientras hacemos nuestro trabajo con confianza. 

La primera cualidad que requerimos es la claridad. Es más fácil desarrollar planes realistas cuando tenemos metas en mente. Después está la conciencia, que nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y a nuestro entorno. Podemos utilizar este conocimiento para identificar prioridades contrapuestas, por ejemplo, o para encontrar formas de maximizar nuestros recursos. 

También tendremos que aprender a establecer límites. Estos nos ayudarán a hacer tiempo y espacio para trabajar en nuestro proyecto. Podemos lidiar los diversos obstáculos que se nos presenten cultivando el coraje, como desafiar a la basura mental o hablar cuando necesitamos ayuda.  La falta de coraje puede impedirnos incluso empezar nuestros proyectos de trabajo. Mientras que la valentía nos ayuda a empezar, la disciplina, la cualidad final, nos mantiene en marcha. Ya sea apegarse a los planes o establecer límites, la disciplina nos ayuda a desarrollar los hábitos que necesitamos para completar nuestros proyectos.

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