
Resumen del libro El Primer Bocado por Bee Willson ( First Bite)
Resumen corto: First Bite o en español El Primer Bocado Como Aprendemos a Comer nos explica como desarrollamos nuestra habitos alimenticios a lo largo de nuestra infancia y cómo podemos cambiarlos si no son saludables. Por Bee Willson
3 de las ideas principales del libro The First Bite
- Los niños pueden mejores decisiones de alimentación de lo que creemos
- Los abuelos pueden hacer que nuestros hijos engorden sin querer
- Aprendamos a diferenciar entre hambre y apetito para no tomar exceso de calorías
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Los niños pueden mejores decisiones de alimentación de lo que creemos
Nuestros hábitos alimenticios se desarrollan durante nuestra infancia y depende no solo de que hayamos comido, sino de cómo y con quien.
Ya que la comida no depende solo del sabor, sino de la situación en la que se coma, por ejemplo si comemos un plato cada vez que vienen nuestros primos y nos gusta jugar con ellos, es posible que consideremos que nos guste mucho mas ese plato de lo que nos gustaría simplemente por el sabor
El contexto no afecta solo a lo que decidimos comer, sino que también tiene un papel en como comemos y cuando. Si de pequeños siempre merendábamos, es probable que aun lo hagamos.
Para conseguir que desarrollen buenos hábitos alimenticios debemos empezar por desarrollarlos nosotros. Aunque quizá tan solo con evitar pasarles nuestros malos hábitos pueden tener una gran probabilidad de comer sano
En un estudio de 1929 con bebés de 6 meses, se les ofrecían 34 alimentos diferentes entre los que elegir. Y tras seguir con este estudio durante 6 años, vieron que incluso sin decirles cuáles eran los mas saludables, los niños tendían a comer de todo, e ir a por los mas sanos cuando enfermaban
Aunque esto realmente no demuestra nada, porque podrían haber conseguido estos hábitos en casa, si que es cierto que todos habremos notado que hay veces que nos apetece la comida más sana.
Y que si eliminamos el azúcar de nuestra dieta es mucho mas facil que mejoremos como comemos, porque toda la comida sabra mejor cuando no esperemos que tenga azucar.
Por eso la clave es enseñar buenos habitos desde que son pequeños, porque solo entonces podrán mantenerlos sin dificultad el resto de sus vidas.
Los abuelos pueden hacer que nuestros hijos engorden sin querer
Por alguna razón, una ocurrencia bastante típica es que los abuelos consideren que sus nietos estan demasiado delgados sin importar cuanto coman, y que les animen a comer mas.
Esto puede parecer muy tierno en las películas, pero deberíamos intentar evitarlo porque enseñarles a comer incluso cuando están llenos, lo único que hara es que tengan dificultades para mantener su peso cuando crezcan
Por eso debemos tener cuidado cada vez que vayamos a comer con nuestros abuelos, o llevemos a nuestros hijos a comer con sus padres, porque sino, seremos incapaces de diferenciar entre hambre y apetito
Aprendamos a diferenciar entre hambre y apetito para no tomar exceso de calorías
Una de las razones por las que la obesidad esta creciendo tanto en el mundo, es porque comemos por gula. Comemos aunque no tengamos hambre, solo porque sentimos que necesitamos algo mas de comida
Pero la realidad es que muchas veces no necesitamos mas comida, o al menos no del tipo de comida de la que comemos mas cuando tenemos gula. Nos entra mas apetito cuando tenemos comidas con alto contenido en sal, azúcar o grasas ya que al comerlas nos ayudan a producir una sensación de placer
Esto se debe a como nos afectan a nivel nervioso y la producción de dopamina cada vez que comemos alimentos azucarados. Por eso es importante diferenciar entre hambre y apetito
El hambre es lo que tenemos cuando llevamos tiempo sin comer alimentos con los nutrientes necesarios para funcionar de forma correcta. Apetito es lo que nos entra cuando queremos comer algo porque nos apetece a nivel psicológico
Normalmente el apetito no tiene nada que ver con restablecer nuestros niveles de energía , ni con estar más sanos, sino que solemos hacerlo cada vez que nos aburrimos o estamos haciendo algo que no nos gusta, es una forma de escapar.
Para aprender a diferenciar entre los dos, tan solo tenemos que dejar de comprar alimentos procesados y ver si nos sigue entrando apetito cuando lo único que tenemos en casa es carne y verdura.
