
Resumen del libro El Camino del Zen por Alan Watts (The Way of Zen)
Resumen corto: The Way of Zen o en español El Camino del Zen nos explica la historia, los principios y los beneficios del Zen y cómo nos pueden ayudar a desarrollar la calma y aprender a disfrutar más nuestras vidas. Por Alan Watts
4 de las ideas del libro El Camino del Zen por Alan Watts
- Nuestra mente crea ilusiones sobre la realidad, pero el camino del Zen nos ayuda a verlo con claridad
- Necesitamos practicar la naturalidad y espontaneidad si queremos aprender el arte del Zen
- El taoismo/daoismo
- La clave de la meditación es observar las cosas tal y como son
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Nuestra mente crea ilusiones sobre la realidad, pero el camino del Zen nos ayuda a verlo con claridad
El camino hacia el Zen nos explica que aunque la felicidad es la ‘’meta’ a la que muchos aspiramos, la realidad es que no nos deberíamos dejar controlar por este factor.
Porque esta mentalidad no hace pensar que si dejamos atrás todo lo que nos hace daño podemos conseguirla, pero la realidad es que no hace falta esto para llegar a ser felices, podemos ser felices si aprendemos a aceptar la realidad tal y como es
A través de aceptar las circunstancias tal y como pasan podemos desarrollar nuestra mentalidad.
La filosofía zen nos explica que el dolor no es algo que podamos evitar toda nuestra vida, y que es en realidad algo que debemos aprender a aceptar si queremos entender el placer, son dos caras de la misma moneda
Necesitamos practicar la naturalidad y espontaneidad si queremos aprender el arte del Zen
La clave de la filosofia Zen es aprender a aceptar las cosas a medida que pasan, a ser parte del proceso y aprovecharlo. Solo si somos capaces de ser parte de lo que nos rodea, de ser uno con la naturaleza, podremos empezar a adentrarnos en el camino
Las emociones que sentimos, sin importar cuales sean, son parte del proceso y aceptarlas tal y como son nos ayudará a liberarnos de las ataduras de nuestras expectativas y miedos, y dedicarnos simplemente a existir
Esta naturalidad implica acepta nuestras reacciones, y no suprimir o detener nuestros impulsos, sino aceptarlos y actuar con espontaneidad. Dejar que las cosas sigan su curso es una forma de formar parte del proceso y con ello liberarnos
El taoismo/daoismo
¿Sabemos respirar? Lo hacemos constantemente. Pero si tuviéramos que explicar los procesos fisiológicos exactos, podríamos sentirnos perdidos.
Lo que conocemos constituye una multitud de cosas cuyo funcionamiento preciso desconocemos. Tan pronto como nos demos cuenta de esto, entenderemos el concepto de conocimiento en el taoísmo, uno de los principales antepasados del budismo zen.
La fuente más antigua del pensamiento taoísta es un libro importante llamado Libro de los cambios, escrito en China en algún momento entre el 3000 y el 1200 a. C. El libro describe un método de adivinación mediante el cual un oráculo primero “ve” un patrón de hexagrama en algún lugar de su entorno. Luego compara las características del hexagrama con las del libro para predecir el futuro de su sujeto.
Es posible que no creamos en la toma de decisiones basadas en la predicción de un oráculo. Pero, ¿es nuestro método de toma de decisiones más racional? es posible que queramos decir que sí. Pero, ¿cuántas personas conocen todos los prejuicios que nos afectan? ¿Y alguien tiene un método para controlar todos los sesgos?
Tomar una decisión verdaderamente basada en hechos llevaría mucho tiempo. Nuestras decisiones se reducen a un sentimiento sobre qué elección es la correcta. Las buenas decisiones dependen de una buena intuición o, como diría un taoísta, de la comprensión del Tao o de la forma. Si estamos en el Tao, nuestra mente está clara y nuestra intuición es más efectiva.
La claridad mental y la confianza en las habilidades naturales de la mente son fundamentales para el Zen. Pero el Zen está hecho de más que taoísmo, también tiene elementos del budismo.
La clave de la meditación es observar las cosas tal y como son
Según la filosofía Zen, meditar no se trata de entrar en un estado en el que no pensamos, ni en encontrar nuestro ‘’yo observador’’, sino simplemente en existir y sentir las cosas a medida que pasan
No hay necesidad de forzarnos a ser más de lo que somos en cada momento. La mente ya es ‘’pura’’ de por sí, y por lo tanto aceptarla tal y como es, es el camino. Sin intentar maximizar o eliminar ninguna emoción, simplemente existir es el camino hacia el Zen
La forma de meditar zen es diferente a la Budista o Taoista, en el caso del zen simplemente debemos observar la naturaleza tal y como es, y las interacciones que ocurren en la misma. Cada vez que nos dejamos llevar por lo que observamos, nos estamos acercando mas y más a ser uno con la naturaleza.
Simplemente notar lo que hay alrededor es el camino hacia el zen
