Resumen del libro Drop the Ball Achieving More by Doing Less por Tiffany Dufu

Resumen del libro Drop the Ball Achieving More by Doing Less por Tiffany Dufu

Reseña/Sinópsis: Drop the Ball (2017) es una guía de vida que argumenta que no tenemos que hacerlo todo para tenerlo todo. El título, que es en parte memorias y en parte manifiesto, ofrece una nueva perspectiva de la vida de la mujer moderna. 

¿Quién es Tiffany Dufu?

Tiffany Dufu es una consultora, oradora pública y experta en liderazgo que fue fundamental en la formación de las redes profesionales Lean In y Levo. En 2012, fue nombrada miembro de la Liga de Mujeres Extraordinarias de Fast Company y ha hablado en eventos que van desde TEDWomen hasta la Cumbre de Mujeres Más Poderosas de Fortune. 

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Las dificultades de trabajar y ser madre

Supongamos que somos un aspirante a gerente con un trabajo exigente y gratificante en una empresa de ritmo acelerado. ¿Qué implica nuestra jornada laboral típica? Reuniones por la mañana, redacción de informes por la tarde y algunos intercambios de correo electrónico durante el día. 

Pero ahora imaginemos, que somos madre: una vez que salimos de la oficina, tenemos un trabajo  diferente que hacer. Es hora de recoger al niño de la guardería, preparar una cena nutritiva y preparar la ropa para la semana. Estamos agotados a la hora de acostarnos. ¿Podemos hacerlo todo de nuevo? Quizás. Sin embargo, esa forma de vida es insostenible. 

Muchas mujeres hoy en día están bajo presión para conseguir resultados en el trabajo y en el hogar. Las mujeres se han labrado con éxito un papel más importante en la vida pública durante las últimas generaciones. Aunque este es un desarrollo positivo, la igualdad de género completa sigue siendo difícil de alcanzar. 

Consideremos que las mujeres constituyen la mitad de la fuerza laboral pero ocupan solo el 18% de los puestos de liderazgo. Una de las principales causas de esta disparidad es que las mujeres, incluso las que trabajan, suelen ser responsables de la mayor parte del trabajo doméstico. Sus tareas de criar una familia, mantener un hogar y otras responsabilidades tradicionalmente “femeninas” no han desaparecido, y todavía son realizadas  por mujeres. 

Según una encuesta el 50% de las mujeres se encargan de las tareas domésticas diarias, mientras que solo el 20% de los hombres lo hacen.  Esto no implica que todos los hombres sean holgazanes o que cada esposo de forma consciente cargue a su esposa con responsabilidades adicionales. Sin embargo, los papeles de género inconscientes continúan dando forma a cómo se distribuye el trabajo, lo que pone a las mujeres en clara desventaja. 

Consideremos lo siguiente: solo el 19% de los hombres millennial creía que tener hijos los frenaba profesionalmente. En contraste, el 58% de las mujeres creía que la maternidad perjudicó sus carreras. Estas presiones persisten incluso cuando un hogar tiene suficiente dinero para contratar ayuda externa para realizar las tareas del hogar. 

Aunque las mujeres más ricas aprecian la ayuda adicional, muchas reportan sentimientos de fracaso por no poder manejar el hogar. Muchas parecen estar  agotadas intentando manejar una carga de trabajo, o se sienten culpables por renunciar a las responsabilidades tradicionales. En la siguiente sección, veremos algunas de las formas en que se refuerza esta dinámica.

La convivencia en el siglo XXI

Sacar la basura. Pagar tu factura de la luz. Hacer los almuerzos de los niños. Todos tenemos listas de tareas pendientes. Una tarea crucial es decidir qué va en la lista. En muchos hogares, sin embargo, esa pregunta nunca se aborda directamente. En lugar de delegar responsabilidades conscientemente, los padres elegirán con frecuencia las tareas basadas en viejos hábitos o prejuicios inconscientes.

Según la autora esto puede resultar en que un hombre pueda lavar su coche una vez a la semana mientras su esposa lava la ropa, hace las compras, cocina y limpia. Las relaciones se desarrollan orgánicamente y cada pareja desarrollará rutinas a lo largo del tiempo. 

Según varios estudios, incluso cuando ambos padres trabajan, las mujeres se encargan de la mayoría de las tareas del hogar casi el 80% del tiempo. Las razones de esta disparidad son complejas, pero un factor importante son los roles de género obsoletos. 

Los humanos internalizan una amplia gama de expectativas sociales basadas en su educación. Por lo tanto, si un hombre creció en un hogar donde su padre trabajaba y su madre se ocupaba de las tareas domésticas, inconscientemente puede esperar el mismo arreglo en su propio matrimonio. Pero los tiempos han cambiado. 

Tal expectativa es incompatible con las sensibilidades modernas, sobre todo si ambos trabajan fuera del hogar. Las parejas pueden evitar esta trampa teniendo una conversación abierta y honesta sobre las responsabilidades del hogar. Esto no solo dará como resultado un equilibrio más equitativo entre el trabajo y la vida, sino que también evitará que el resentimiento se acumule con el tiempo. 

La importancia de delegar en el hogar

Supongamos que acabamos de llegar a casa después de un largo día de trabajo. Estamos exhaustos y estresados, y nuestra lista de cosas por hacer parece no tener fin. Cuando abrimos la puerta principal, nuestro amado esposo está recostado en el sofá. Levanta la cabeza y pregunta: “¿Qué hay para cenar?” ¿No sería molesto? 

Podría haber estado cocinando en la cocina mientras lo seguíamos por la oficina. Tendrías una tarea menos de la que preocuparte con su ayuda. Muchas de nuestras tareas de hoy podrían haber sido realizadas por otra persona. 

Hay un número limitado de horas en un día, y tenemos una cantidad limitada de energía. Sin embargo, podemos alterar cómo gastamos nuestro tiempo y energía. Cuando comenzamos a tachar cosas de nuestra interminable lista de tareas pendientes, se vuelve más manejable. 

De lejos, la forma más efectiva de acortar esa agenda es pedirles a otros que asuman parte de la carga. , ¿cómo averiguamos qué delegar? Consideremos sus fortalezas y prioridades como un método. En lugar de tratar de hacer todo, debemos tener en cuenta qué tareas hacemos y cuáles son importantes para nuestros valores. 

De esta forma, estamos dirigiendo nuestros recursos limitados hacia donde más se necesitan. Sin duda, somos capaces tanto de comprar alimentos como de seleccionar libros para la lectura nocturna de nuestros hijos, pero solo tenemos tiempo para completar una de estas tareas. 

Por eso, la autora nos recomienda la regla de la ventaja comparativa. Podemos contratar a alguien para que recoja las compras, pero solo nosotros podemos leerles cuentos a nuestros hijos antes de dormir. Lo importante es dedicar tiempo a las tareas que más nos importan, y que no podemos delegar. 

Otra opción, aparte de contratar a alguien, sería preguntar a amigos o nuestra pareja. Cuando solicitamos la ayuda de un ser querido, debemos hacerlo correctamente. Delegar nuestra tarea a un conocido implica tomarse el tiempo para ser claro y directo sobre en qué necesitamos ayuda, así como también por qué deberían ayudarnos. Enfatice cómo compartir la responsabilidad fortalecerá nuestra relación y nos ayudará a ambos a lograr nuestras metas.  Si ambos pasamos menos tiempo discutiendo sobre quién lavará los platos, tendremos más energía para concentrarnos en mejorar nuestras otras habilidades.

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