
Resumen del libro Diseñar el Cambio por Tim Brown (Change by Design)
Resumen corto: Change by Design o en español Diseñar El Cambio: Cómo el design thinking transforma organizaciones e inspira la innovación nos enseña como resolver problemas usando el método de design thinking para añadir estructura y creatividad a nuestros trabajos. Diseñar el cambio (2009) presenta un enfoque holístico e interdisciplinario para diseñar soluciones para abordar cualquier tipo de desafío de innovación. Este libro es perfecto para líderes empresariales cuyo trabajo requiera creatividad y pensamiento innovador.Por Tim Brown
¿Quién es Tim Brown?
Tim Brown es el director ejecutivo de IDEO, una empresa internacional de consultoría en diseño e innovación. Ha ganado varios premios de diseño, aplicando su enfoque de “pensamiento de diseño” en su trabajo para empresas internacionales, gobiernos y otras instituciones.
4 de las ideas principales del libro Change By Design
- Considera siempre la inspiración, ideación e implementación para sacarle el mayor partido al design thinking
- Construye el prototipo de tu idea y empieza a testearlo lo antes posible
- Si quieres que tus ideas se expandan usa historias
- ¿Por qué?
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Considera siempre la inspiración, ideación e implementación para sacarle el mayor partido al design thinking
Solemos pensar que para ‘’inventar’’ algo solo hace falta tener algo de inspiración, y posiblemente ser un genio. Pero aunque es cierto que la suerte y el ‘’talento’’ son partes importantes del proceso de crear algo nuevo, esto no significa que no se pueda sistematizar la innovación
Parte del ‘’poder de los seres humanos’’ es que somos capaces de eliminar el factor suerte de los proceso a base de aprender cómo funcionan y crear sistemas que nos permiten repetir los resultados de forma fiable
Y la innovación es un proceso como cualquier otro, y esto significa que podemos entenderlo y sistematizarlo. En concreto uno de los métodos más populares que se usa hoy en dia es el del llamado design thinking
El design thinking es una metodología que nos permite aprovechar la forma en que funciona la mente humana para evitar caer en trampas debidas a nuestros bias a la hora de pensar.
Por ejemplo, se sabe que si los participantes de una sesión de brainstorming, o lluvia de ideas, tienen miedo a que sus ideas sean consideradas estúpidas, no hablaran. El problema con esto es que nunca sabremos qué idea es realmente estúpida y cual puede tener inmenso potencial
Por eso tener en cuenta donde podemos equivocarnos, por cómo funciona nuestro cerebro, y corregirlo es la mejor forma de crear innovación. En concreto el método de design thinking se basa en lo siguiente:
Fase de inspiración
Es la fase de lluvia de ideas que mencionamos antes y es la que las ideas que darán lugar a nuestro proyecto o startup nacen. En esta etapa lo mejor que podemos hacer es sacar ideas sin pensar demasiado en lo factibles que son
Fase de ideación
Es la etapa en la que escogemos la ideas que parecen más interesantes y que más nos motivan y empezamos a pensar en cómo podemos convertirlas en realidad y llevarlas al mercado
Fase de implementación
Cogemos las ideas que hemos tenido y empezamos a convertirlas en algo físico. Esta etapa es en la que probamos hasta que punto nuestra hipótesis era cierta al llevar nuestro producto a la realidad.
Es la fase en la que se aprende de los errores.
El proceso puede parecer lineal, pero a medida que veamos que se puede mejorar de nuestro proyecto podemos volver a pasar por cada una de las fases para mejorar nuestra idea hasta que no se pueda mejorar más.
Construye el prototipo de tu idea y empieza a testearlo lo antes posible
La parte más importante de todo el proceso es la de crear nuestro prototipo, por varias razones:
1)Crearlo será la diferencia entre seguir siendo un soñador o convertirnos en el tipo de persona que es pro activa y es capaz de hacer
2)Nos permite ver como nuestras habilidades actuales se comparan con la realidad y nos permite aprender que debemos mejorar.
3)Es la única forma de presentarle nuestro proyecto a un cliente y ver como reacciona. Según estas reacciones sabremos si merece la pena seguir o no, y que hace falta mejorar exactamente
Uno de los mayores problemas que me he encontrado en los eventos de emprendimiento y los concursos, es que se centran demasiado en motivar a los estudiantes y en la parte de ideación. Pero no le dan casi ninguna importancia a hacer
Esto acaba causando que los concursos solo den nacimiento a grupos de soñadores que están motivados con lo que han visto unos días, y poco después volverán a la rutina de siempre
Por eso, para evitar convertirnos en este tipo de persona, o para dejar de serlo como estoy intentando hacer, lo mejor que podemos hacer es pasar a la parte práctica de nuestros proyectos lo antes posible
Porque soñar está muy bien, pero la única forma de aprender es haciendo.
Y en el proceso siempre tenemos que tener en cuenta que es normal equivocarse, que no pasa nada si la primera vez sale mal y que lo importante es sobre todo aprender de los errores y seguir adelante
Y lo más importante es dejar que nuestros clientes sean las personas que prueben el prototipo, porque si lo prueba cualquier otra persona el feedback que nos den puede no ser útil o llevarnos en una dirección equivocada
Si quieres que tus ideas se popularicen usa historias
Nuestro amor por la narración comienza a una edad temprana, y las historias son, al menos en parte, responsables de cómo entendemos las ideas y los conceptos. Por lo tanto, no debería sorprender que la narración de historias también desempeñe un papel importante en el design thinking.
Los expertos en design thinking usan historias para hacer que un producto resuene con los clientes. Para desarrollar una buena historia, un experto en design thinking debe considerar cómo surgió un producto y cómo lo usará un cliente con el tiempo. Es importante destacar que el storyline debe involucrar al cliente en cada paso, remontándose hasta el comienzo de la vida del producto.
Para la empresa de ropa para actividades al aire libre Icebreaker, significaba adjuntar un código a cada una de sus prendas, con el que un cliente podía rastrear, por ejemplo, la lana de una chaqueta hasta su origen en Nueva Zelanda, incluso hasta la granja exacta donde se cuidan las ovejas merinas.
Las formas en que un cliente utiliza un producto durante su vida útil también deben tenerse en cuenta al desarrollar la historia. Para vender un proyecto que era un predecesor de un sistema GPS moderno, los diseñadores de IDEO contaron la historia de un marinero en mitad de su travesía marítima.
Cada “capítulo” de la historia describía otro problema importante que el marinero encontró a lo largo de su viaje, y cada solución era una característica que debía desarrollarse para el sistema. Pero las historias más significativas son aquellas que los clientes pueden escribir por sí mismos.
Al involucrar a los clientes como participantes activos en la estadía de un producto, estarán más inclinados a usar el producto o servicio. La Cruz Roja Americana usó esto a su favor cuando invitó a las personas a compartir historias y motivaciones para donar sangre (la vida de una madre se salvó gracias a una transfåsión de sangre, por ejemplo), reforzando así el objetivo de lograr que los donantes regresen.
Estas historias recuerdan a los donantes el bien que hacen y motivan a los nuevos donantes a contribuir también al “compromiso común”.
Sin importar el tipo de producto que hagamos, algo que se ha demostrado una y otra vez, es que necesitamos usar historias si queremos que la gente conecte con nuestros productos. Las historias nos permiten crear una conexión con las emociones del cliente, y además facilitan que el cliente pueda recordar cuál era el producto aun cuando no lo tiene delante.
Las historias permiten añadir un factor de entretenimiento que se convierte en la clave de la viralidad, y por eso son la esencia del marqueting del siglo 21. Para crear la historia solo tenemos que ponernos en los zapatos del cliente, entender cuales son los problemas que tiene y como estos le hacen sentir.
Y una vez conectemos con el cliente, el próximo paso es explicar como lo que les ofrecemos es la solución a sus problemas. Expliquemos siempre no solo como les ayuda, sino cómo se sentirán cuando nuestro producto resuelva su problema.
Demostremos que todos somos parte del mismo equipo y que nos queremos ayudar, que el éxito de nuestro cliente es en realidad nuestro éxito
¿Por qué?
Para disgusto de los padres, los niños siempre preguntan: “¿Por qué?” incluso sobre las cosas más simples. Al descubrir y tratar de entender el mundo desde su propia perspectiva de desarrollo, los niños siempre buscan una perspectiva que les ayude a dar sentido a lo que están viendo y experimentando.
De la misma forma, un buen experto en design thinking siempre pregunta: “¿Por qué?” Tal cuestionamiento nos brinda la oportunidad de reformular un problema, entender sus limitaciones y utilizar la información para encontrar una solución más innovadora.
En lugar de aceptar el mundo “como es” porque “siempre ha sido así”, deberíamos preguntarnos si una solución actual a un problema es la óptima, o incluso si estamos abordando el problema correcto en primer lugar.
Antes de la agricultura organizada, los humanos tenían que dedicar una gran cantidad de energía y tiempo a buscar alimentos por la zona, sin saber si podrían encontrar algo ese día. Esta tarea agotadora, y a veces poco fructífera, fue simplemente cómo se hicieron las cosas durante miles de años.
Eventualmente, alguien se dio cuenta de que podían cultivar esos mismos alimentos cerca de donde vivian. Este simple descubrimiento sirvió como un trampolín para la innovación, y de él nació la agricultura y, por lo tanto, la civilización. Pero los buenos pensadores de diseño no se conforman con haber descubierto una solución a un problema.
Más bien, quieren compartir sus ideas con la esperanza de que otros innovadores las desarrollen. Es fácil volverse posesivo con las ideas. Les hemos dedicado tanto tiempo y energía que empezamos a verlos como parte de nosotros.
Tratamos de monopolizar el desarrollo de nuestras ideas e impedir que otros jueguen con ellas. Pero esto es terrible para la innovación. Si una idea se comparte libremente, mejorará , y esa es una situación en la que todos ganan.
