
Resumen del libro Creía que solo me pasaba a mí (pero no es así) por Brené Brown 2013 (I Thought It Was Just Me (but it isn’t)
Resumen corto/Sinópsis: Creía que solo me pasaba a mí (pero no es así) es uno de los primeros libros de Brené Brown sobre la vergüenza. ¿Alguna vez nos ha pasado que de repente recordamos algo vergonzoso que hicimos en el pasado y queremos que la tierra nos trague?
Tal vez le enviamos un mensaje de texto a alguien que nos gustaba y nos rechazaron, o tal vez cometimos un gran error en el trabajo frente a todos nuestros compañeros de trabajo, o quizá hicimos o dijimos algo de lo que no estamos orgullosos.
Esta sensación es lo que solemos entender como vergüenza: una mezcla compleja de arrepentimiento, dolor y una sensación de aislamiento que nos lleva a creer que nuestro error nos marca como persona. Y para bien y para mal, no somos los únicos que pasan por esta experiencia.
Reconocer que nuestros errores y los sentimientos intensamente negativos que pueden provocar son compartidos por muchas personas puede ayudar a aliviar nuestros sentimientos de vergüenza y brindarnos la seguridad de que no estamos solos.
El libro nos explica esta emoción, desde cómo surge y hasta su relación con la empatía y cómo aprender a entendernos mejor a nosotros mismos y a los demás puede ayudarnos a lidiar con este sentimiento.
¿Quién es Brené Brown?
Brené Brown es una trabajadora social y científica que ha realizado cientos de entrevistas sobre el concepto de vergüenza y como lo entendemos. Es una conocida speaker que ha dado varias charlas TED y es autora de varios libros, incluidos Daring Greatly y The Gifts of Imperfection.
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¿Qué es la vergüenza según Brené Brown?
Hay muchos temas de conversación incómodos que tratamos de evitar, pero uno que parece que compartimos todos es el de la vergüenza. Muchos de nosotros no entendemos realmente lo que esto implica. La vergüenza es una emoción visceral con características difíciles de describir, pero en el fondo está asociada con una sensación de no ser lo suficientemente bueno.
Cuando la autora entrevistó a varias personas sobre sus sentimientos de vergüenza, descubrió un tema común: la vergüenza es un sentimiento negativo asociado con el rechazo y la exposición de aspectos de nosotros mismos que tratamos de ocultar.
Y a través de estas entrevistas Brené llegó a la conclusión de que la vergüenza es una sensación dolorosa causada por la creencia de que no somos lo suficientemente buenos y que esta deficiencia nos impedirá ser aceptados y pertenecer a un grupo.
La mayoría de las veces, la sentimos cuando las personas buscamos compasión pero la respuesta que recibimos es rechazo. Una autora participante en el estudio describió cómo su madre hacía comentarios sobre su peso de forma habitual. Las primeras palabras de su madre cada vez que volvía a casa eran sobre cómo todavía estaba gorda, y las últimas sobre cómo esperaba que su hija perdiera peso antes de que se volvieran a ver.
En el caso de otra participante, cuya madre se suicidó cuando estaba en la escuela secundaria, lo que causó este sentimiento de vulnerabilidad fue el rechazo por parte de sus compañeros de clase cuando más cariño y ayuda necesitaba.
¿Por qué es importante la empatía para lidiar con la vergüenza?
Según Brené Brown, la clave para lidiar con la verguenza y nuestro sentimiento de vulnerabilidad es la empatía. Todos los entrevistados por la autora destacaron la importancia de la empatía para superar y recuperarse de la “vergüenza”, en inglés shame. Y esta empatía no puede venir únicamente de una dirección, nosotros también tenemos que hacer el esfuerzo de transmitirla, solo entonces tenemos alguna oportunidad de empezar a curar nuestras heridas.
La mayoría de las personas experimentan empatía por primera vez después de compartir una experiencia difícil con otra persona y escucharla decir que les comprenden. Saber que otra persona ha pasado por lo que estamos pasando, o que aunque no haya pasado por ello nos acepta aún así nos hace sentir menos aislados y más aceptados.
Para lograr esta comprensión, debemos ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona sin juzgar, y demostrar que nos importa lo que están diciendo y que queremos escuchar.
Para ilustrarlo, la autora menciona una situación en la que se sentía abrumada por la cantidad de tareas que tenía que completar en un fin de semana, justo cuando había prometido llevar galletas a una fiesta escolar para su hija.
En su vergüenza, le mintió a la maestra y dijo que un postre traído por otro padre era suyo. Más tarde, cuando le mencionó esto a una amiga, la amiga respondió diciendo que la autora había hecho todo lo posible, que estaba haciendo demasiadas cosas y que era normal porque no quería causarle una mala impresión a la profesora. Esta respuesta fue puramente empática y le ayudó a sentirse mucho mejor y a fortalecer la relación que tenía con esa amiga y prometerse a tener más cuidado la próxima vez
¿Qué es la verguenza para nosotros?
Escucharnos a nosotros mismos es importante para nuestra salud física, y quizá lo es aún más para nuestra salud mental . Para lidiar con la vergüenza, primero debemos reconocerla y entender que es lo que está causando en el sentimiento en nuestro caso.
La autora descubrió a través de su investigación que las personas que podían notar y describir lo que lo causaba tenían más facilidad para lidiar con el problema, porque sabían cuál era la causa y por lo tanto podían tomar medidas contra ella.
Cuando se enfrentan a la vergüenza, algunas de estas personas experimentan sequedad en la boca y dificultad para tragar. Otros se ponen rojos y comienzan a temblar, mientras que otros no pueden levantarse de la cama. Independientemente de cómo se manifieste, reconocer nuestra vergüenza nos permite superarla.
Dicho esto, no existen causas universales de vergüenza porque, según Brené Borwn, se basa en gran medida en experiencias personales negativas de la infancia. Y el hecho de que como defiende la teoría de las emociones construidas, no hay una única forma de sentir una emoción dificulta crear respuestas universales.
Las emociones en realidad se pueden expresar de distintas formas y no hay una única forma de “sentir”. Esta es la razón por la que tenemos tantas palabras para expresar sentimientos que son sutilmente diferentes. Existen porque realmente son emociones diferentes que dependen de quién seamos y de lo que hayamos experimentado. Cada emoción es única y depende del contexto
Además se ha visto que las emociones no se producen en regiones concretas del cerebro, sino que en realidad nacen del trabajo conjunto de múltiples regiones, regiones que pueden variar según nuestras experiencias. No hay una región concreta de “emoción universal”.
Para ilustrar cómo distintas personas pueden sentir la verguenza, la autora menciona el ejemplo de Sylvia, una de las personas entrevistadas. Sylvia cometió un error en el trabajo y terminó en la lista de perdedores de la empresa, un papel pegado en el pasillo que enumeraba a todos los que habían cometido errores ese mes.
Es posible que otros pudieran ignorarlo y seguir como si nada, pero Sylvia, que creció con un padre competitivo, tenía un trauma después de que su padre le dijera a ella ya su hermana que eran perdedores cada vez que no llegaban al nivel de sus expectativas. En su caso, esto le sirvió para entender que su trauma venía de la infancia y que odiaba ser comparada con otras personas. Al hacerlo, consiguió una oportunidad de procesar la emoción y aprender a lidiar con ella, incluso sacarle partido.
