
Resumen del libro Conversaciones Difíciles por Roger Fisher, Douglas Stone, Sheila Heen y Bruce Patton (Difficult Conversations: How to Discuss What Matters Most 2010-2021)
Resumen corto: Conversaciones difíciles nos explica porque hay conversaciones que nos cuestan más que otras, asi como estrategias para reducir el estrés y sentimiento de incomodidad.
Sin importar nuestro camino, nos encontraremos conversaciones difíciles en algún punto de nuestras vidas Puede ser cuando necesitemos terminar una relación con alguien, o tal vez sea decirle a un empleado que tendremos que se vaya. Estas conversaciones difíciles pueden suceder en cualquier situación, desde nuestra vida personal hasta la profesional. Y muchas veces suelen llegar en momentos inesperados.
Es difícil hablar de temas delicados. Nos alejamos de estas conversaciones porque tienen resultados inesperados, y por la posibilidad de conflicto. Por ejemplo, si tenemos problemas con nuestro jefe, ¿deberíamos hablar con él o dejarlo ir? Da miedo dar el paso, pero si existe la posibilidad de que mejore nuestra vida, vale la pena correr el riesgo de esta conversación y otras.
¿Quién es Roger Fisher?
Roger Fisher es profesor de negociación en la Facultad de Derecho de Harvard, donde es profesor Williston de derecho y director del Harvard Negotiation Project. También ha ejercido la abogacía en Washington y se desempeñó como consultor del Departamento de Defensa. Fue el creador y editor ejecutivo de la premiada serie The Advocates. Consulta con gobiernos, corporaciones e individuos a través de Conflict Management, Inc. y Conflict Management Group.
¿Quién es Bruce Patton?
Bruce Patton, director adjunto del Proyecto de Negociación de Harvard, es profesor de Derecho Thaddeus R. Beal en la Facultad de Derecho de Harvard, donde enseña negociación. Es abogado y consultor de negociación y mediador en entornos internacionales, corporativos, laborales y familiares. Asociado con las organizaciones de Manejo de Conflictos, que cofundó en 1984, tiene títulos de grado y posgrado de Harvard.
¿Quién es Doulgas Stone?
Douglas Stone es director de Triad (una firma internacional de consultoría organizacional y de educación corporativa con sede en Cambridge, MA) y profesor de derecho en la Facultad de Derecho de Harvard.
¿Quién es Sheila Heen?
Sheila Heen ha estado con el Proyecto de Negociación de Harvard durante veinte años, enseñando negociación y conversaciones difíciles en la Facultad de Derecho de Harvard y en programas de educación ejecutiva en Harvard.
3 de las ideas principales de libro son:
- En cada conversación dificil hay tres tipos de conversación en paralelo
- Podemos convertir cualquier conversación difícil en una conversación de aprendizaje.
- Siempre hay una versión más neutral
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En cada conversación difícil, ocurren tres conversaciones diferentes al mismo tiempo:
Conversaciones de culpa. Esta se refiere a lo que realmente ha ocurrido, y busca determinar quien tiene la culpa. Por regla general, solemos intentar ver como culpar a la otra persona de la situación, asumiendo cuáles son las intenciones de la otra persona. Decimos cosas como “Te has pasado”, pero la otra persona puede decir lo mismo de nosotros. En estas conversaciones, es fácil acusar a la otra persona de malas intenciones o culparla por cosas con las que no tiene nada que ver.
Conversación de sentimientos. La conversación de sentimientos trata sobre nuestras emociones. Ya sea por miedo, enfado, tristeza o decepción, una conversación difícil contendrá algunas o muchas emociones. Por ejemplo, tal vez sentimos que un amigo nos faltó el respeto, o tal vez se sintieron ofendidos y heridos por algo que dijimos.
Conversación de identidad. El tercer tipo es la conversación de identidad. Odiamos cuando sentimos que nos fuerza a romper con nuestra concepción de quien somos. Si por ejemplo, tenemos un vecino cuyo perro no nos deja dormir debido a los ladridos, tal vez nos sea difícil confrontar al vecino porque nos consideramos una persona amigable. Podríamos preocuparnos de que quejarnos de su perro nos haga parecer antipáticos o incluso agresivos, amenazando la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Podemos convertir cualquier conversación difícil en una conversación de aprendizaje
Una conversación de aprendizaje es una conversación en la que podemos discutir temas difíciles y resolver una situación sin culpar, pelear o silenciar nuestras emociones. Para la conversación de culpa, el autor nos recomienda entender la posición/perspectiva de la otra persona. En lugar de ponernos a la defensiva, el autor nos recomienda empezar por sentir curiosidad, por intentar saber cómo alguien podría ver algo diferente a nosotros.
Es importante recordar, que la mayoría de las veces que “alguien nos hace algo”, lo hace porque no se ha dado cuenta. Es mucho más probable que alguien se equivoque o haga daño, debido a ignorancia o no estar atento, que para herir. Esto se debe a que cada uno de nosotros ya tiene demasiado con considerar nuestros propios problemas, como para ir intentando empeorar los de los demás. En lugar de jugar al juego de la culpa, tenemos que intentar ver cómo seguramente todos hemos contribuido a los problemas. Si incluso nosotros.
La conversación de sentimientos puede ser difícil porque nos avergüenza cómo nos sentimos, y otras veces nos preocupamos por ofender a la otra persona. Podemos mejorar estas conversaciones explorando la razón por la que reaccionamos emocionalmente. Suele deberse a experiencias pasadas que afectaron cómo manejamos nuestros sentimientos. Una vez que se nos ocurran algunos candidatos, podemos pasar a explorar cómo nos sentimos al pensar en ello, y como podemos cambiar nuestra perspectiva. A continuación, es recomendable centrarse en la otra persona con curiosidad sobre cómo se siente.
Una vez que entendamos las perspectivas, el autor nos recomienda poner en palabras lo que sentimos, tanto lo bueno como lo malo, siempre con respeto, para reducir la tensión emocional.
Para la conversación de identidad, lo importante es no juzgarnos en términos absolutos como malos o amables, extrovertido o introvertidos. Esto puede confundirnos cuando tenemos que hacer algo que “creemos que nuestro yo típico no haría”. Nuestra identidad se compone de muchos componentes diferentes. Recordar esto nos ayudará a sentirnos menos amenazados. Otro consejo es abstenerse de sentir que podemos controlar cómo reaccionarán las personas. No importa lo bien que conozcamos a alguien, nunca podremos predecir con total seguridad cómo reaccionará.
Al iniciar una conversación complicada, es bueno recordar nunca empezar con nuestro propio lado de la historia
Nuestra historia no es un buen lugar para empezar porque pueden amenazar la imagen personal o imagen propia de la otra persona.
Según el autor, deberíamos empezar por contar la situación como un observador imparcial. Supongamos que tenemos un compañero de cuarto al que no le gusta limpiar su lado de la habitación. En lugar de acercarme a ellos diciendo algo como: “¿Porque nunca limpias?”, podríamos enfocarlo como, “¿Te parece que tengamos un día de limpieza común cada dos semanas?”. Con este segundo enfoque lo hacemos más neutro, y podemos predicar con el ejemplo. De esta forma, podemos crear el contexto adecuado para hablar sobre cómo debería estar la habitación y poner en común la definición de limpio.
Cuando nos abstenemos de juzgar, es mucho más fácil buscar una solución conjunta.
