
Resumen del libro Consultoría Sin Fisuras por Peter Block (Flawless Consulting)
Reseña/Sinópsis: Consultoría Sin Fisuras nos presenta el arte de la consultoría con una guía paso a paso de todas las fases de una consulta profesional. Ya seamos un consultor que acaba de empezar su carrera o un líder empresarial que trabaja con consultores, este libro nos explicará cómo administrar con éxito las relaciones entre consultor y cliente.
¿Quién es Peter Block?
Peter Block es un consultor estadounidense muy conocido y es autor de muchos libros sobre consultoría, empoderamiento y temas sociales. Ganó el premio Lifetime Achievement Award 2008 de la Red de Desarrollo de la Organización.
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Para cambiar una organización de forma efectiva debemos tener en cuenta el factor humano
Muchos creen que ser racional es la clave para tomar decisiones efectivas. Como resultado los gerentes a menudo tratan de suprimir sus lados más impulsivos y emocionales y se enfocan en ser lógicos. Pero en realidad, este no es siempre el mejor enfoque. Si somos consultores, ser fríos y racionales solo nos llevará hasta cierto punto.
La consulta ocurre en dos niveles: el nivel técnico, empresarial y el nivel interpersonal. E incluso en medio de los sistemas más técnicos y complicados, no podemos olvidar que cada empleado también es un ser humano. La conclusión es que un consultor no puede entender el problema si no comprende la dinámica emocional e interpersonal de la situación en cuestión.
Consideremos un hospital donde muchos tipos diferentes de médicos y especialistas atienden a un solo paciente. Un internista puede extraer sangre, una enfermera administra medicamentos, etc. Aunque el software de la base de datos podría simplificar y ayudar a organizar este proceso de varios niveles, esto solo sucedería si todos los involucrados en el proceso usaran el software correctamente.
Por lo tanto, como consultores, debemos darnos cuenta de que la introducción de una nueva herramienta de eficiencia no es solo una cuestión de terminales adecuados o dominio del software. Cada médico o especialista también deberá ajustar su forma de trabajar a nivel personal.
Si ignoramos esta variable, la introducción de nueva tecnología es casi inútil. Y aunque la dinámica interpersonal es importante, como consultor, no ignoremos nuestros propios sentimientos.
Prestemos atención a nuestra primera respuesta a una situación, si tenemos la sensación de que la gerencia es dura con los empleados, es una apuesta segura que los empleados también lo sienten. Armado con este poco de intuición, un consultor puede descubrir formas de mejorar la comunicación entre el personal y la gerencia, y en última instancia, construir un mejor equipo.
Si somos un consultor, ¿cómo podemos ser lo más efectivos posible?
Imaginemos a un consultor: una persona segura de sí misma con un elegante traje, caminando por nuestra oficina tomando notas. Aunque esta persona pueda parecer importante, en realidad tiene muy poco poder directo. Un consultor puede hacer dos cosas: asesorar a las personas y tratar de motivarlas para implementar nuevas ideas.
Si somos un consultor, ¿cómo podemos ser lo más efectivos posible? Primero, la gente no nos escuchará si parecemos hipócritas. La sinceridad y la honestidad son las características clave que debe tener un consultor. En resumen, tenemos que practicar lo que predicamos.
Digamos que somos un gerente de línea en una empresa tradicional con jerarquías rígidas. Un consultor nos dice que una jerarquía plana sería más efectiva, ya que los empleados son más productivos cuando tienen información. Argumentamos que la presión del trabajo requiere que todos hagan lo que se les dice, tener todas las decisiones abiertas para discusión simplemente entorpecería el trabajo y sería contraproducente. ¿qué pensaríamos si nuestro consultor de jerarquía plana respondiera: “Haga lo que digo. Estoy recibiendo mucho dinero del director ejecutivo y él quiere que las cosas se hagan a mi forma”?
Obviamente, estaríamos horrorizados. Y probablemente no querríamos escuchar una palabra más de este Individuo autoritario que no tiene en cuenta que la confianza es uno de los factores más importantes.
Comportarse mal no es solo socialmente inaceptable, también es improductivo. Dado que las personas a menudo aprenden por imitación, si queremos que alguien siga nuestro consejo, también debemos seguir el ejemplo. De esta forma, las personas no solo aprenderán de lo que decimos sino de lo que hacemos.
¿Qué pasaría si ese consultor hubiera respondido diciendo que entendía nuestras preocupaciones y las había integrado en su concepto? Es posible que no solo seamos receptivos a sus ideas, sino que adquiramos algunas habilidades vitales sobre cómo comunicarnos mejor con los empleados.
Un consultor no puede resolver los problemas por su cuenta
Nuestra empresa tiene un gran problema que nosotros, como gerentes, no podemos resolver. La bombilla se enciende: Puedo llamar a un consultor y dejar que él lo resuelva. Tal vez incluso podríamos irnos de vacaciones mientras el consultor se va a trabajar. Puede sonar bien pero esto sin duda no resolvería nuestros problemas.
Se necesitan consultores y gerentes para crear cambios. Un consultor presenta una buena solución, pero un gerente es quien pone la solución en acción. Esta es una diferencia importante. Aunque un consultor podría actuar como gerente sustituto y resolver un problema , a la larga esto no beneficiaria a la empresa.
Si el problema volviera, la empresa tendría que volver a contratar al consultor, ya que no había aprendido la primera vez. Y sería poco efectivo porque un consultor no conoce de cerca la cultura de la empresa o el papel que tienen los distintos empleados en las dinámicas de la empresa.Por lo tanto, un gerente es una parte muy importante del proceso de consultoría.
Un consultor debe ser un agente independiente con libertad para analizar objetivamente la situación. Pero en algunos casos, el cliente está seguro de que ya entiende el problema y solo quiere que el consultor lo resuelva. Esto es problemático, ya que la mayoría de los gerentes no tienen las habilidades analíticas para diagnosticar correctamente un problema.
Los consultores, en cambio, están capacitados para hacer esto. Aquí hay un ejemplo. La empresa A contrató a un consultor para resolver el problema de que los nuevos empleados abandonaban el momento en que finalizaba su período de formación.
La compañía pensó que los altos precios de la vivienda en el área estaban causando que los empleados potenciales lo reconsideraran, y estaba considerando aumentar los salarios o incluso construir un complejo de apartamentos asequible solo para los empleados. Pero el experto consultor vio la situación de forma diferente.
Se dio cuenta de que renunciaban porque no les gustaba la. cultura empresarial jerárquica. No se sentían apreciados por la gerencia y no desarrollaron ningún tipo de vínculo emocional con la empresa. Una vez que el consultor haya llegado a esta comprensión más detallada del problema, podría asesorar a la Compañía A sobre soluciones mejores (y más baratas).
Por eso la clave para trabajar con éxito con nuestros clientes es establecer confianza.
