Resumen del libro Color La Historia Natural de la Paleta de Colores por Victoria Finlay (Color a Natural History of the Palette)
Resumen corto: Color a Natural History of the Palette o en español Color la Historia Natural de la Paleta nos explica cómo surgieron los colores, los pigmentos base que permitieron crearlos y su papel desde la prehistoria a la actualidad. Por Victoria Finlay
¿Quién es Victoria Finlay?
Victoria Finlay es una periodista británica basada en Hong Kong. Es editora del South China Morning Post.
3 de las ideas principales ideas del libro son:
- El color rojo carmín
- El color Blanco
- El ocre y la prehistoria
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El ocre y la prehistoria
El color que solemos ver en las imágenes de los yacimientos prehistóricos es el ocre. El ocre. Se produce a través de triturar un mineral con el mismo nombre. El color de este mineral suele ir entre el color rojo, y el color amarillo, según el tipo de oxido presente.
Según los escritos del enciclopedista Plinio el Viejo, las rocas alrededor de Sinope cerca del mar negro eran las mejores fuentes de ocre, pero el pigmento lo podemos encontrar en muchas otras regiones.
El pigmento ha tenido muchos usos a lo largo de la historia. Por ejemplo, los nativos de Norte América usaban el pigmento sobre la piel debido a su creencia de que les protegía de los malos espíritus. También ayudaba a repeler insectos durante el verano, y protegía su piel del viento y del sol.
Podemos encontrar usos más recientes del ocre en las obra y cultura aborígenes de Australia, sobre todo en aquellos de la región del desierto central de Australia. Las obras que usan ocre suelen presentar además patrones de puntos, ondas y círculos, cada una con un significado diferente. Las obras se usan no sólo con propósito artístico sino también como mapas, en los que por ejemplo los círculos pueden hacer referencia a pozos.
El color Blanco
El color blanco se ha conseguido usando varios tipos de materiales como base. Entre ellos encontramos el uso de tizas, fósiles marinos y arroz, pero el más popular fue sin duda el blanco producido por el plomo.
Los artistas europeos de los siglos XVI y XVII preferían el blanco producido por el plomo, debido a su tono más brillante y la pureza del color. Sus usos van desde decorar jarrones hasta como sombra de ojos. Entre los artistas que lo usan destacan nombres como Vermeer y Rembrandt, ambos artistas holandeses.
Se sabía que el blanco producido por el plomo era tóxico. Ya desde la era romana hay escritos como el de la enciclopedia de Plinio que explican cómo consumir plomo puede matar. Pero no fue hasta mucho más tarde que se entendió que se puede absorber a través de la piel y que por lo tanto usarlo para el maquillaje no era una buena idea.
Aunque su uso para cosméticos se redujo, siguieron usándolo en las fábricas, lo cual causó muertes entre los distintos obreros y artesanos. Tal era su popularidad que el aumento en el número de muertes no fue suficiente para eliminar su uso. No fue hasta 1978 que se prohibió el uso del plomo como colorante en Estados Unidos, algo que demuestra lo fácil que es que un producto se mantenga aunque se conozcan los riesgos asociados.
El proceso de obtención del color blanco con plomo nació en Roma. Para ello se añadían trozos de plomo a cubos llenos de vinagre. La reacción producia carbonato como resultado, una sustancia blanca que era la que usaban como base para el maquillaje y otros productos.
Más tarde, durante el renacimiento, algunos artesanos holandeses descubrieron que añadir excrementos a los boles de vinagre podía mejorar el proceso, y fue así como se expandió su popularidad en Holanda, hasta convertirse en el color favorito de artistas tan famosos como Rembrandt.
El color rojo carmín
Cuando vamos a una galería de arte solemos pensar que los cuadros siempre han sido como los vemos, pero la realidad es que muchos de ellos han cambiado con el tiempo, sobre todo los que usan el color rojo carmín.
Un ejemplo es la obra del pintor Joseph Mallord Willim Turner, cuya obra Waves Breaking Against the Wind de 1835 muestra un color grisáceo, que en realidad debería haber sido rojo. En su caso lo eligió a propósito, aun sabiendo que perdería el color con el tiempo, pero quizá no fue el caso para todos los artistas cuyas obras disfrutamos hoy en día.
El rojo carmín pierde su color debido a que está hecho con la sangre de insectos, lo cual significa que la velocidad a la que se oxida es superior a la velocidad a la que se oxidan colores a base de minerales. El color se consigue de los insectos conocidos como cochinilla del carmín, un tipo de cochinilla que suele vivir en las zonas con desiertos, como es el caso de algunas de las islas de Canarias.
Hoy en día seguimos usando el color creado a base de estos insectos en productos como pintalabios, sombras de ojos e incluso en alimentos como la coca-cola sabor cereza.
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