Resumen del libro Brain Wash Cómo Detoxifica tu Mente para Pensar con Claridad, Mejores Relaciones y Felicidad Duradera por David Perlmutter

Resumen del libro Brain Wash Cómo Detoxifica tu Mente para Pensar con Claridad, Mejores Relaciones y Felicidad Duradera por David Perlmutter

Resumen corto: Brain Wash nos explica los últimos avances a nivel de entender cómo funciona nuestro cerebro y nos presenta la información necesaria para sacarle el máximo partido. En el libro nos presentan un plan de 10 días para romper malos hábitos y crear hábitos que fortalezcan nuestro cerebro. Por David Perlmutter, Austin Perlmutter y Kristin Loberg

¿Quién es David Perlmutter?

David Perlmutter es un neurólogo y autor de libros como The Grain Brain, The Grain Brain Cookbook, y Raise a Smarter Child By Kindergarten. Es el padre de Austin Perlmutter, que también es médico.

3 de las ideas principales del libro son:

  • La actualidad y nuestro cerebro
  • El cerebro es maleable
  • Nuestro cerebro y las recompensas

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La actualidad y nuestro cerebro

Gracias a internet y herramientas como Google y Amazon tenemos casi todo a nuestro alcance, pero a diferencia de lo que podríamos pensar, esta gran disponibilidad no ha sido únicamente ventajas. Desde 1990 hasta la actualidad el uso de antidepresivos en países como Estados Unidos ha aumentado en un 400%

Esto no significa que haya una relación de causalidad entre lo fácil que es todo hoy en día, y nuestra insatisfacción. Pero sí que muestra una correlación bastante interesante, entre cómo estar conectados todo el tiempo y tener acceso a cualquier cosa puede exacerbar algunos de los problemas que tenemos.

Nuestro cerebro no ha tenido el tiempo para adaptarse a los grandes cambios en el estilo de vida. Pasar de no saber cuando podremos comer, y de tener alimentos que apenas son energéticos, a comer alimentos seleccionados por su cantidad de azúcar, y vivir en un mundo en el que es más raro que hagamos deporte que pasar el día sentados, no han beneficiado a nuestra salud.

Por desgracia estos problemas se exacerban cuando las grandes empresas aprovechan para explotar como funciona nuestro cerebro, no para ayudar sino conseguir más ganancias. Cada vez cuesta menos comer comida basura, y cada vez hay que hacer un esfuerzo mayor para comer sano.

El deseo de comer alimentos dulces porque son lo que más energía aportan tampoco ayuda. En una tribu cazadora recolectora tiene sentido comerse toda la fruta que podamos, porque quizá no volvamos a encontrar más, pero cuando tenemos cantidades interminables de chocolatinas a 5 minutos, ya no es tan buena idea dejarse llevar.

El resultado de dejarnos llevar por los instintos de nuestro cerebro es el creciente número de casos de diabetes y obesidad y todos los problemas que las acompañan.

El cerebro es maleable

Por suerte, sabemos que aunque estemos acostumbrados a algo, si ponemos esfuerzo podemos desarrollar nuevos habitos. Esto significa que podemos crear nuevas conexiones en el cerebro y generar lo necesario para mejorar nuestra situación.

La neuroplasticidad es la cualidad que nos permite seguir mejorando con el tiempo. La neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro de crear nuevas conexiones, y con ello modificar nuestro comportamiento, o aprender nueva información. En realidad no nos comportamos de una forma porque lo tengamos integrado en el disco duro, sino porque nos hemos acostumbrado a ello

Si tenemos pensamientos negativos constantemente es posible que se vayan reforzando con el tiempo y acabemos con depresión. Pero del mismo modo, si cambiamos nuestra forma de pensar y encontramos algo que nos llene podemos salir de la depresión. Somos animales que funcionan identificando patrones, de forma que si escogemos los patrones que más nos benefician, podemos reforzarlos con el tiempo

La identificación de patrones funciona debido a la estructura del cerebro. El cerebro tiene tres partes principalmente, el tronco encefálico, que controla actividades inconscientes como la respiración, el sistema límbico, que controla respuestas como la identificación de emociones, y el neocórtex o corteza prefrontal, que es la región encargada de la lógica.

Nuestras reacciones dependen del procesamiento de información y comunicación entre las distintas regiones. Las dos primeras se encargan de recibir información sensorial, y en caso de que tengamos un acto reflejo reaccionar, o en caso de que no haya una respuesta programada, pensar en una.

Según el autor, fortalecer la relación entre las regiones, en concreto entre el sistema límbico y el córtex, es la clave para mejorar nuestra salud.

Nuestro cerebro y las recompensas

Nuestros cerebros se desarrollaron en una época en la que no teníamos tecnología, en la que la única forma de entretenimiento era movernos, hablar o como mucho leer un libro. Pero hoy en día, tenemos tantos estímulos sobre los que no tenemos ningún control que nuestro cerebro tiene problemas para controlar su atención y su deseo de recompensa.

Cada vez que comemos un alimento dulce nuestro cerebro produce una respuesta en forma de dopamina, la sensación de recompensa. Esto genera una serie de respuestas que a su vez potencian la probabilidad de que recordemos el placer que nos da el alimento. 

Este mecanismo es útil cuando es difícil encontrar algo dulce, pero se vuelve un problema cuando vivimos rodeados de alimentos que nos pueden causar esta respuesta.

Cuando este comportamiento se repite suficientes veces baja nuestra tolerancia a las actividades que no generen recompensas. Nos acostumbramos a que con solo comer algo conseguimos una sensación de recompensa, de forma que cuando tenemos que trabajar duro para conseguir esa sensación nos cuesta mucho más.

Esta es una de las razones por las que muchas personas obesas tienen dificultad para hacer cualquier tipo de actividad y se cansan rápido, no es solo que no estén acostumbrados a nivel físico, sino que incluso su cerebro se resiste a hacerlo.

Cuando experimentas situaciones difíciles o estresantes, el cuerpo genera cortisol. Esta hormona, activa nuestra respuesta de luchar o escapar, causa que nuestros músculos se tensen y que los latidos del corazón se disparen, y la amígdala toma control de nuestras funciones. 

Esta respuesta es útil en situaciones de peligro, pero cuando se da de forma repetida acaba debilitando la unión entre nuestra amígdala y el córtex y nos lleva a tomar decisiones más impulsivas. El estrés de cualquier tipo es responsable de que se de esto.

Cada día tenemos que luchar con los estragos del estrés y del exceso de azúcar en nuestros alimentos, de forma que sin darnos cuenta estamos luchando una batalla, contra la impulsividad y la pérdida de disciplina,  en la que nuestros hábitos nos debilitan cada vez más.

Conseguir recompensas con tanta facilidad, mirar whatsap, causa que cualquier tipo de estrés o dificultad nos afecte mucho mas a lo largo del dia, y acelera la caída en un ciclo en el que el resultado final es que no queramos hacer nada y nos de miedo todo. Vivimos sobreestimulados por nuestras dietas y redes sociales.

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