Resumen del libro Better Sex Through Mindfulness por la Dra. Lori Brotto

Resumen del libro Better Sex Through Mindfulness por la Dra. Lori Brotto

Resumen corto: Better Sex Through Mindfulness (2018) explora por qué el estrés y la falta de atención son las causas principales de muchos problemas sexuales, y explica cómo la atención plena puede ayudar a muchas mujeres. 

¿Quién es la Dra. Lori Brotto?

Lori Brotto es una psicóloga y una reconocida experta en el campo de los trastornos sexuales femeninos. Hay muchos mitos culturales sobre el sexo: es fácil, y cualquier dificultad con él es indicativo de problemas mayores; nuestro deseo de sexo disminuirá con la edad; todo el mundo lo disfruta desde el principio. 

Pero la realidad es que es normal, incluso común, experimentar dificultades sexuales. Tal vez descubramos que nos distraemos durante el sexo y luego no podemos volver al momento. O tal vez sufrimos de un grave dolor cuando nos tocan sexualmente. O sentimos que nuestra vida sexual es decente, pero podría ser mejor. 

Cualesquiera que sean nuestras preocupaciones, la atención plena podría ayudarnos. El mindfulness es el arte de prestar atención a lo que pasa en el momento, tanto en la mente como en el cuerpo, sin juzgar ni culpar. Fue pionera en el uso de la atención plena como técnica para tratar los trastornos sexuales y mejorar la vida sexual de las mujeres. 

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Parece que no todo el mundo disfruta del sexo

El sexo a menudo se considera algo energizante y excitante, pero la realidad muchas personas pueden experimentar dificultades con el proceso, y por un sin fín de razones.  Por ejemplo, la autora ha visto que muchas de sus pacientes sienten que el sexo no es gratificante, incómodo o doloroso. 

En un estudio, los investigadores preguntaron a 3.000 mujeres y hombres estadounidenses sobre su vida sexual. Se preguntó a los participantes si habían experimentado algún problema sexual, como falta de interés en la sexo, problemas para excitarse, dificultad para alcanzar el orgasmo, ansiedad o dolor. 

En total, se encontró que el 43 por ciento de todas las mujeres tenían algún tipo de disfunción sexual, en comparación con el 31 por ciento de los hombres. Era común la falta de interés en el sexo, casi un tercio de todas las participantes femeninas, y muchas de las mujeres más jóvenes tenían dificultades para alcanzar el orgasmo. Una de cada cinco mujeres dijo que experimentó dolor. 

Múltiples encuestas confirman estos resultados, y no solo en Estados Unidos. El Estudio GLObal de Actitudes y Comportamientos Sexuales patrocinado por Pfizer, que analizó a casi 20,000 adultos en 29 países, obtuvo resultados similares y confirmó que el bajo deseo sexual es la queja sexual principal, independientemente del país. 

Y un estudio británico reciente encontró números aún más altos: el 51 por ciento de las mujeres tenía al menos una preocupación sexual, mientras que el 10 por ciento de las mujeres se sentían “angustiadas” como resultado del sexo. 

Esto sugiere que los problemas podrían estar creciendo. Pero, muchas mujeres, aunque experimentan dificultades sexuales, no consideran que el problema sea lo suficientemente grave como para merecer una intervención terapéutica. 

Incluso el 10 por ciento que experimenta “angustia” se lo guarda para sí mismo. De ese grupo, tan solo uno de cada cinco buscó asesoramiento e, incluso en su mayoría recurrió a Internet en lugar de consultar a un profesional. Pero este silencio general, quizás provocado por la vergüenza o la incomodidad, no significa no pueda mejorarse la situación. 

¿Qué es el sexo?

El sexo a menudo se considera únicamente como un acto físico. Pero hay mucho más. Por un lado, existe una clara correlación entre la depresión y el deseo sexual. Según la autora, cuanto más deprimidos estemos, menos interés tendremos en el sexo. 

Un estudio de 2008 descubrió que las mujeres con depresión tienen el doble de probabilidades de experimentar una reducción en sus niveles de deseo sexual y, como resultado, angustiarse. La depresión puede ser tanto causa como consecuencia de las dificultades sexuales, generando un círculo vicioso. 

Para ilustrarlo, la autora nos cuenta la historia de Sheila, después de tener un año difícil, con la muerte de sus padres murieron perdida de su trabajo de su mejor amiga que se mudó, la dejaron en un estado de depresión. 

Para recuperarse y distraerse, se dijo a sí misma que debería reunir la motivación para tener relaciones sexuales, pensando que podría mejorar su estado de ánimo. Pero, descubrió que lo que antes había sido una experiencia emocionante ahora era apenas agradable, lo que solo profundizó su depresión. Quizá el error fue buscar una solución fuera cuando el problema, y lo que necesitaba reparación eran sus emociones y estado de ánimo, por lo que ver que no lo disfrutaba o no mejoraba su estado de ánimo solo empeoró la situación.

Los efectos del estrés sobre el sexo

Muchos de nosotros estamos estresados, con múltiples ideas, listas de tareas y deadlines en nuestro cerebro en cualquier momento. Según varios estudios, hasta un tercio de los estadounidenses admiten sufrir de estrés, y con el aumento de las redes sociales, y la “necesidad” de estar siempre conectados los números no hacen mas que subir. 

Varios artículos científicos muestran que usar el multitasking, es decir, hacer varias tareas a la vez no funciona. Nuestros cerebros no pueden realizar múltiples tareas. En su lugar, pasan de una tarea a otra en sucesión. 

Y este vaivén es en sí mismo una forma de esfuerzo mental que simplemente cansa a nuestro cerebro. Y lo mismo se aplica al sexo. Cuando estamos pensando en varias tareas, preocupaciones, cualquier otra cosa en el momento, es menos probable que podamos disfrutarlo.

Asi que el estrés y estar siempre ocupados, no solo nos dejan sin energía para disfrutar del sexo, sino que incluso si intentamos hacerlo, es probable que nos dejen a medias. Algo que si pasa varias veces, es probable que nos acabe alejando de la actividad del todo. 

Varios artículos demuestran que las distracciones reducen significativamente la respuesta sexual. Por ejemplo, en un estudio de 1976, los investigadores pidieron a hombres jóvenes que se pusieran auriculares y escucharan historias eróticas, que se escuchaban en un solo oído. Las historias provocaban excitación y una erección. 

Por el otro auricular, tenían que escuchar problemas matemáticos cada vez más difíciles lo que acabó resultando en que perdieran la erección. Encontrar formas de mantener nuestra atención y permanecer en el momento es un paso importante hacia el sexo satisfactorio. 

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