Resumen del libro Being Boss por Kathleen Shannon y Emily Thompson 2018

Resumen del libro Being Boss por Kathleen Shannon y Emily Thompson 2018

Sinópsis/Resumen corto: Being Boss es una guía para emprendedores creativos decididos a construir negocios de éxito. Desde fomentar la mentalidad correcta hasta establecer límites, establecer metas y aprender a crear un equilibrio nuestro lado profesional y personal. 

¿Quién es Kathleen Shannon?

Kathleen Shannon es copropietaria de una agencia de branding.

¿Quién es Emily Thompson?

Emily Thompson es la fundadora creativa de una empresa minorista. Juntas, Shannon y Thompson han establecido una comunidad, una plataforma y un podcast que ayudan a los empresarios creativos a construir negocios lucrativos. Su trabajo ha sido reconocido por empresas como Entrepreneur, Forbes y Marie Claire. 

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¿Qué significa ser nuestro propio jefe, being boss?

Muchas personas sueñan con dejar atrás el trabajo de nueve a cinco y convertirse en su propio jefe. Pero soñar y hacer son dos cosas diferentes, y convertir ese sueño en realidad puede parecer imposible sin una guía. 

Por ejemplo, ¿cómo preparamos un plan de negocios? ¿Cómo podemos saber si a alguien le interesa nuestro producto? ¿Y qué hay de hacer tiempo para todas las cosas que nos importan, como la familia, los amigos y los pasatiempos? T

Aqui es donde entra en juego tener un plan y el concepto de ser nuestro propio jefe. Pero antes de seguir explicando como hacerlo, empecemos por definir lo que las autoras llaman “Ser nuestro propio jefe”. Según ellas este concepto significa crear intencionalmente la vida que queremos, tanto dentro como fuera del trabajo. No construimos nuestro negocio y pagamos las facturas: invertimos en las experiencias y el estilo de vida que queremos. 

Pero sin importar cómo definamos los detalles de ser nuestro propio jefe, llegar allí requiere trabajo duro. Y la única forma de superarlo es comprometiéndonos a disfrutar y confiar en el proceso. Cuando disfrutamos el proceso, es más fácil hacer los cambios, desde repensar nuestra carrera hasta ajustar nuestra vida familiar. 

Y cuando confiamos en que todo lo que estamos haciendo valdrá la pena a largo plazo, es menos probable que nos preocupemos o nos sintamos ansiosos por ello. Entonces, ¿cómo establecemos  el compromiso y la confianza necesarios? Bueno, necesitamos los cimientos correctos. Hablando con diferentes empresarios y creativos, los autores notaron varias ideas recurrentes que señalan como los cimientos de ser emprendedor. 

¿Qué necesitamos para dar el paso?

En el libro las autoras nos presentan el ejemplo de Marianne y Troy, dos personas que sueñan con iniciar sus propios negocios de diseño. Naturalmente, ninguno está seguro de dar el salto. Les preocupa que sus ambiciones sean descabelladas y que no tengan lo necesario para tener éxito. 

Pero ahí es donde terminan las similitudes. Mientras Troy deja que la incertidumbre gane y abandona su sueño, Marianne lo enfrenta de frente y trabaja para convertirlo en realidad. La magia que diferencia a Marianne de Troy es su forma de pensar. 

Tener la mentalidad correcta es esencial para lidiar los desafíos que conlleva ser emprendedor. En la esencia de esa mentalidad se encuentran los valores o principios que guían nuestras decisiones y acciones. Las personas que valoran el coraje suelen hacer cosas que las asustan, mientras que las personas que valoran la autenticidad prefieren las conversaciones significativas a las charlas triviales. 

Para descubrir cuáles son nuestros propios valores, podemos empezar por ver que momentos del día a día son los que más disfrutamos o más energía nos dan y anotar tantos como podamos. Tal vez valoremos la honestidad, la disciplina y la creatividad, por ejemplo. 

Si necesitamos algo de inspiración, podemos encontrar listas online que nos ensañan como lo han hecho otras personas. A continuación, debemos agrupar los valores similares y considerar cuáles son más importantes para nosotros. Una buena forma de hacerlo es preguntarnos si lucharíamos por defender un valor en particular. Podemos repetir este proceso hasta que hayamos identificado de cinco a diez valores fundamentales. 

Lo siguiente a lo que nos debemos enfrentar es lo que se conoce como el síndrome del impostor: la sensación de que no tenemos lo que se necesita para crear la vida que queremos. Incluso las personas con éxito experimentan el síndrome del impostor, y abordarlo requiere desarrollar nuestra confianza. 

Las autoras nos recomiendan empezar por pensar en las cualidades que mas nos gustan de nosotros mismos, y pensar en ellas de forma habitual. Puede ser útil repetir mantras o afirmaciones positivas para nosotros mismos. Aunque personalmente creo que la confianza no es algo que nos forzamos a desarrollar de esta forma, sino más bien algo que vamos acumulando a medida que nos demostramos que somos alguien que la merece.

Nos suele faltar confianza porque no cumplimos nuestras promesas. No las promesas hacia los demás, porque estas tienen consecuencias externas y las solemos cumplir, sino las promesas hacia nosotros mismos. Cuando decimos que vamos a empezar a ir al gimnasio, a comer sano, aprender un idioma, dejar de beber o fumar, pero no solo no lo hacemos, sino que nos ponemos excusas.

Esta vez no puedo, o es demasiado difícil, o el profesor no es muy bueno, o hace frio esta mañana o estoy demasiado cansado. Todas estas no son más que excusas, y la principal razón por la que no tenemos confianza. Si queremos tener confianza debemos empezar por respetarnos a nosotros mismos, y esto significa cumplir si hemos dicho que vamos a hacer algo porque lo consideramos importante. Si dejamos de considerar que es importante no hay ningún problema en dejarlo, pero solo si realmente es asi después de probarlo.

Personalmente creo que las formas artificiales de crear confianza no funcionan. Pueden servir hoy y mañana, pero no dentro de 1 año o dos y ahí es donde se nota la diferencia. Si solo usamos “afirmaciones positivas” sin hacer nada, después de un año seguiremos igual, en cambio si nos esforzamos cada dia por aprender algo y mejorar, después de un año no solo tendremos confianza sino también un set de habilidades que la respalda.

El optimismo y pensar en grande estan muy bien, son un gran boost inicial, pero lo que marca la diferencia es la disciplina y la constancia.

¿Por qué es importante establecer límites?

Imaginemos que queremos probar suerte con la jardinería. Después de leer, plantamos algunos en una sección de nuestro patio trasero. Regamos y fertilizamos el jardín con la frecuencia necesaria, pero nuestras plantas no crecen. Y  nos damos cuenta de por qué. Otras personas han plantado sus propias semillas en el jardín. Y dado que no tenemos agua y fertilizantes para todos, nuestras plantas luchan por obtener suficientes nutrientes y cuidados. 

La solución según las autoras es poner una cerca para proteger nuestro jardín y conservar nuestros recursos. Lo mismo se aplica en el viaje a ser nuestro propio jefe. Los límites son reglas que establecemos para asegurarnos de que tenemos el tiempo y el espacio que necesitamos para nutrir las cosas que nos importan; por ejemplo, decidir no revisar el correo electrónico durante los fines de semana y las vacaciones, o rechazar algo que puede parecer una oportunidad pero no lo es. 

Es imposible hacerlo todo, e intentarlo solo genera estrés y, eventualmente, agotamiento. Al igual que una valla protege un jardín, los límites protegen nuestro tiempo, energía y recursos. Para establecer nuestros límites, debemos averiguar qué es lo que queremos nutrir. Queremos que nuestro negocio tenga éxito, pero es posible que también queramos dedicar más tiempo a nuestra familia o emprender proyectos creativos al margen. 

Cuando tenemos claras nuestras prioridades, podemos concentrar más tiempo y energía en ellas y alejarnos de cualquier cosa que nos agote o que no sea importante. Podemos crear límites tangibles en nuestro trabajo y en nuestra vida personal. Estos incluyen tener horas de trabajo dedicadas y un espacio para trabajar, por ejemplo, o establecer pautas para gastar nuestro dinero. 

Una vez que hayamos determinado cuáles son nuestros límites, el siguiente paso es comunicarlos a quienes nos rodean. Explicarles  nuestros límites a las personas relevantes, ya sean socios comerciales, clientes o familiares y amigos. Y debemos tener la disciplina necesaria para respetarlos nosotros mismos. 

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