
Resumen del libro 13 Cosas que las Personas Mentalmente Fuertes no Hacen por Amy Morin (13 Things That Mentally Strong People Don’t Do)
Resumen corto:13 Things That Mentally Strong People Don’t Do o en español 13 Cosas que las Personas Mentalmente Fuertes no Hacen es una guia de como mejorar nuestra fuerza de voluntad y resiliencia. El libro describe cómo podemos tomar el control de nuestras pensamientos y acciones y desarrollar una mayor fortaleza mental. Con consejos útiles, ejemplos inspiradores y soluciones prácticas, este libro nos ayudará a superar nuestros miedos y empezar a vivir la vida al máximo. Por Amy Morin
El libro de las 13 Cosas que las Personas mentalmente fuertes no hacen, nació de un artículo que escribió la autora Amy Morin en la página web de lifehacker y las 13 características son:
- No Pierden el Tiempo Actuando como Víctimas
- No dan su poder a nadie (están en control)
- No les da miedo el cambio
- No pierden energía en cosas que no pueden controlar
- No se preocupan por gustar a todo el mundo
- No les da miedo tomar riesgos calculados
- No se dejan llevar por el pasado
- No cometen los mismos errores una y otra vez
- No resienten el éxito de otras personas (consiguen el suyo propio)
- No se dan por vencidos después del primer fallo u obstáculo
- No tienen miedo a estar solos
- No sienten que el mundo les deba nada
- No esperan resultados inmediatos
¿Quién es Amy Morin?
Amy Morin es psicoterapeuta y trabajadora social clínica y autora de 13 cosas que los padres mentalmente fuertes no hacen. Su popularidad comenzó gracias a un artículos, “13 Things That Mentally Strong People Don’t Do”, que se hizo viral y le dió el nombre a su primer New York Times Best Seller. Es además autora en Forbes, con una columna semanal en la que escribe sobre negocios y psicología.
3 de las ideas principales del libro
- Quejarse de que no conseguimos algo nos hace pensar que nos lo merecemos, que es mentira, y perder energía
- Dejemos de compararnos con otros y empecemos a ser pro activos
- Aprendamos a disfrutar de la soledad
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Quejarse de que no conseguimos algo nos hace pensar que nos lo merecemos, que es mentira, y perder energía
Uno de los principales problemas, o características, que dificultan empezar el camino hacia conseguir cualquier meta es perder el tiempo quejandonos como si fuesemos víctimas.
Sin duda hay cosas que no podemos controlar y que cuando pasan nos hacen daño y hacen que queramos escondernos, pero eso no significa que sea buena idea hacerlo.
Si nos despertamos hoy con pocas ganas de trabajar porque la vecina ha estado haciendo ruido hasta tarde, o nos enfadamos porque llueve y ya no podemos ir al parque, o porque un camarero o dependienta nos habla mal.
Sin importar cual de estas situaciones ocurra, no merece la pena dejarnos llevar y dejar que nos controlen las emociones, no tiene sentido quejarse de algo que ya ha pasado, lo tenemos que aceptar y seguir adelante.
Porque la situación ya ha pasado, no podemos hacer nada por cambiarlo, lo único que podemos hacer es aprender del error si nos hemos equivocado, pero exceptuando eso, lo único que deberíamos hacer es seguir adelante.
Tenemos poco tiempo en este mundo, y si lo desperdiciamos quejándonos de cosas que no merecen la pena, porque seamos sinceros, la mayoría de quejas solo las hacemos para sentirnos mejor con nosotros mismos.
Porque nos da miedo aceptar que nuestro estado de humor y nuestra productividad son algo que solo nosotros controlamos. Nada, ni nadie, nos debe algo asi que aceptemos esta realidad y pongamos el trabajo necesario para salir adelante
Si ella no pone excusas nosotros tampoco podemos
Un gran ejemplo de como poner esta mentalidad en práctica es Marla Runyan. No solo ha corrido el maratón de Nueva York en poco más de dos horas, tiene un master en educación y ha escrito un libro.
Pero quizás de forma impresionante, ella logró todo esto mientras estaba legalmente ciega. A la edad de nueve años, a Runyan le diagnosticaron la enfermedad de Stargardt, una enfermedad, de base principalmente genética, que implica una degeneración de la mácula. A pesar de que su vista empeoró rápidamente, Runyan desarrolló una pasión por correr y ganó varias medallas, estableciendo récords mundiales en los Juegos Paralímpicos.
La clave de su éxito radica en su disciplina y en no permitirse la autocompasión. Se ha negado a ver su enfermedad como una discapacidad; en cambio, lo ve como una oportunidad, un regalo que le ha permitido convertirse en una atleta de clase mundial. en lugar de pensar en lo que la enfermedad le quitó, está agradecida por lo que le dio.
Y hay una buena razón para aprender de Runyan. Varios artículos demuestran que desarrollar nuestra capacidad de gratitud nos fortalece en muchos niveles. Para empezar, una mayor gratitud puede mejorar nuestra salud física. Un estudio de 2003 publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, por ejemplo, encontró que las personas que son agradecidas tienen sistemas inmunológicos más sanos.
Aunque la gratitud en sí seguramente no sea lo que cause esto de forma directa, la perspectiva que les ofrece es lo que marca la diferencia. Hacen ejercicio con más frecuencia, duermen mejor y disfrutan de un nivel general de salud que sus compañeros menos agradecidos. Y tener algo por lo que estar agradecido siempre nos permite reducir el estrés que podemos sentir, porque podemos verle el lado positivo a cualquier situación.
Dejemos de compararnos con otros y empecemos a ser pro activos
En un mundo en el que, casi, podemos saber lo que hace todo el mundo en todo momento, es casi imposible no compararnos con los demás.
Pero compararnos con otras personas y quejarnos por no tener lo que tienen es otra de las formas en las que solemos perder el tiempo sin darnos cuenta. Por eso si queremos dejar de perder el tiempo debemos hacer lo siguiente:
1)Decidir qué queremos hacer con nuestra vida. Qué sentido queremos darle al poco tiempo que tenemos en el mundo, para qué hemos nacido y hacia donde queremos ir
2)Crear los hábitos y acciones que nos permitirán embarcarnos en el camino para lograr ese objetivo
3)Eliminar nuestras redes sociales a menos que las vayamos a usar para trabajar. No tiene sentido que nos dejemos controlar por lo que hacen los demas, porque ni tienen el mismo punto de partida, ni tienen el mismo objetivo asi que centrémonos en lo que nosotros queremos hacer
La única persona con la que merece la pena compararse es con el yo del año pasado, el yo del mes pasado y el yo de la semana pasada. Son los únicos con los que tiene sentido compararse para ver si realmente estamos haciendo algo con nuestras vidas o no
Aprendamos a disfrutar de la soledad
Hoy en dia las cualidades mas importantes son la capacidad de trabajar en equipo, que depende de la inteligencia emocional y el liderazgo, y la capacidad de concentrarse y trabajar en tareas complejas
En ambos casos uno de los principales obstáculos es no tener el suficiente control sobre nuestra concentración como para dirigir nuestra atención hacia donde hace falta, y el principal culpable de esto es nuestro teléfono
Parece que tenemos una necesidad constante a estar con otras personas, como si nos diese miedo estar solos y lidiar con nuestra mente.
Pero debemos aprender a hacerlo, porque si realmente queremos hacer trabajo de calidad debemos estar preparados para centrarnos únicamente en nuestras tareas durante largos periodos de tiempo, ya que sin concentración y estar presente al 100%, es decir práctica deliberada, es imposible que mejoremos
La maestría nace del proceso de aprender un poco más cada día, y para ello tendremos que mejorar nuestra capacidad de concentración, porque por muy ‘’simple’’ que parezca nuestra disciplina, la complejidad simplemente irá aumentando.
Por eso si queremos mejorar nuestra concentración eliminar las distracciones, si queremos ser capaces de enfocarnos y hacer trabajo profundo, debemos empezar por eliminar todo lo que nos pueda sacar de ese estado
Dejemos de intentar distraernos con algo constantemente, y empecemos a apreciar el silencia y la soledad, porque en el proceso no solo mejorará nuestra capacidad de pensar, sino que, quizá por primera vez, podremos escuchar nuestra voz interior y entender quién somos realmente
