
Resumen del Libro 12 Reglas Para Vivir por Jordan B Peterson (12 Rules for Life)
Resumen corto: 12 Rules for Life o en español 12 Reglas Para Vivir Un Antídoto al Caos. Muchos de nosotros encontramos que la pregunta sobre el propósito de la vida es cada vez más difícil de responder. En el pasado, la gente tenía dos formas principales de responder a la pregunta:
- La biología: para sobrevivir, necesitábamos asegurar nuestra comida, refugio, y dejar descendencia que nos cuidaran cuando seamos mayores y asegurarse la continuación de nuestros genes.
- La tradición: absorbimos los valores, la moral y las creencias de nuestros mayores, que dieron forma a nuestros deseos.
Pero hoy en día muchos vemos la vida a través de una lente materialista y basada en el método científico. Nuestro pensamiento racionalista puede tirar por los suelos muchas creencias, mitos y tradiciones culturales del pasado. Desafortunadamente, estamos desperdiciando mucha sabiduría que estaba escondida dentro de nuestros mitos y tradiciones.
En su libro 12 Reglas para la vida, Jordan Peterson nos ofrece herramientas para enfrentarnos a la pregunta de ¿Por qué vivimos? y que hacer con nuestras vidas. No podemos dejarnos llevar por el nihilismo o el relativismo moral, porque algunas formas de vida funcionan claramente mejor para nosotros, para las personas que nos rodean y para nuestra sociedad.
Este es un libro/manual que nos presenta principios para ser más disciplinados, actuar con más integridad y conseguir un mejor equilibrio en nuestras vidas a la vez que lo disfrutamos al máximo. Su principio más importante es que debemos asumir la responsabilidad de quién somos. Esto significa que debemos apuntar a crear menos sufrimiento y un mejor orden en el mundo para todos, comenzando por nuestras propias vidas. Por Jordan B Peterson
¿Quién es Jordan Peterson?
Jordan B. Peterson fue profesor de Harvard y profesor de psicología en la Universidad de Toronto. Ha sido psicólogo clínico durante más de 20 años. Jordan es famoso por sus clases, muchas de ellas en Youtube, que se enfrentan a la búsqueda de sentido en la vida, asi como la evolución del papel del hombre en la sociedad. Ha hecho apariciones en varios podcast famosos, como The Joe Rogan Show, y cuenta con una de las cuentas de Patreon, y páginas web más famosas en Estados Unidos. También ha participado en debates con Sam Harris a los que han asistido miles de personas en directo.
En los últimos años, Jordan Peterson se ha hecho famoso por su crítica de las «políticas de identidad» que se están volviendo más frecuentes. Esta posición pública le ganó tanto fans como publicidad negativa. De 2018 a 2020, se retiró de la vida pública para lidiar con dificultades, incluido el diagnóstico de cáncer de su esposa y los efectos secundarios extremos de los medicamentos para la ansiedad que estaba tomando.
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Jerarquías, langostas, babuinos y el ser humano
Según Peterson, uno de los términos que más aparece en los departamentos de humanidades de las universidades es el de “constructo social”, especialmente cuando se trata de diferencias de poder entre las personas. Sin embargo, el Dr. Peterson señala que incluso los animales más “simples o primitivos” como las langostas funcionan a través de jerarquías y estatus.
Y es en gran parte nuestra biología, junto al condicionamiento cultural, lo que nos hace muy conscientes de las jerarquías sociales. Algunas de las ideas que Jordan usa para defender esta perspectiva son:
- El cerebro de la langosta funciona de forma similar al cerebro humano, al menos en los niveles fundamentales. Esto se debe a que tanto los humanos como las langostas evolucionaron de un mismo antepasado hace millones de años. La principal diferencia es la región que se conoce como neocortex, que los seres humanos desarrollamos más tarde, y que es la que nos permite el proceso de abstracción entre otros.
- Las langostas siguen rituales complejos para crear una jerarquía social. Los que están en la cima de la jerarquía son los que presentan ciertas características que han sido seleccionados para priorizar. Su estatus les da acceso al territorio y parejas. Las langostas del fondo del barril se ven obligadas a tener menos acceso a ciertos recursos y pareja.
- Una langosta con un estatus alto tiene niveles más altos de serotonina en su cerebro. La serotonina es una sustancia química del cerebro que se encuentra en el cerebro humano. Producir mayores niveles de serotonina nos hace sentir mejor. Para muchos tipos de depresión se suelen recomendar medicamentos llamados ISRS que aumentan sus niveles de serotonina.
- Se ha visto que muchos seres humanos con un nivel socioeconómico más alto tienen una mayor serotonina, como las langostas. Aunque, que esto se deba al estatus y no a otros elementos como pueden ser un mejor control de sus vidas, poder dedicarse a una profesión que les guste, o tener hábitos de vida más saludables, no es algo que se haya demostrado.
- Una langosta con un estatus alto tiene un lenguaje corporal con más “confianza”, en comparación con una langosta con un estatus bajo. El Dr. Peterson ha descubierto que las personas con una baja autoestima suelen compartir patrones de lenguaje corporal. Su postura está encorvada, sus hombros están vueltos hacia adentro y sus ojos apuntan hacia el suelo.
Relacionado con este último punto, podemos encontrar similitudes en el trabajo de Robert Sapolsky. Robert Sapolsky profesor de biología y neurología en la Universidad de Stanford. Ha estado estudiando cómo funcionan los cerebros durante años, incluido pasar años en la jungla estudiando a babuinos. Encontró un fuerte vínculo entre el estatus social de un babuino y su neuroquímica.
Se ha visto que los babuinos de bajo estatus tienen niveles más altos de sustancias químicas del estrés que los babuinos de alto estatus. Estos productos químicos hacen que los babuinos de bajo estatus estén más ansiosos y sean más vulnerables a las enfermedades. Resulta que la misma conexión se puede encontrar en los humanos. Las personas con un nivel socioeconómico más bajo tienen niveles de sustancias químicas de estrés más altos que las que tienen un nivel alto.
En el mundo de la langosta, un estatus bajo se convierte en un circuito de retroalimentación negativa. Una langosta que pierde una batalla por el dominio terminará con niveles más bajos de serotonina. Como resultado, su postura se vuelve más arrugada, lo que hace que la langosta parezca más pequeña y más débil.
Esto a su vez incrementa las probabilidades de que pierda la próxima batalla por el dominio, y posiblemente las posteriores. Los seres humanos podemos quedar atrapados en ciclos de retroalimentación negativa en nuestras vidas. Por ejemplo, cuando nos deprimimos, es probable que optemos por aislarnos de los demás, lo que nos hace sentir aún peor.
En muchos casos estas dinámicas de ir de derrota en derrota, son cosas que ya entendían nuestros ancestros, y que muchas veces han pasado a formar parte del lenguaje. Por ejemplo, en el caso del japonés existen términos, principalmente despectivos, que se refieren a esta dinámica en la que cualquiera de nosotros puede caer.
Algunos de estos términos son make inu, término que literalmente significa perro perdedor, y se suele usar cuando alguien ha caído hasta perderlo todo. Y otro termino es el de madao, termino que tiene sentido propio, pero que puede usarse como siglas para marde dame na ossan, frase que se traduciría como hombre de edad media que no es bueno para nada.
Estos términos en japones son una curiosa muestra de como los hombres suelen ser unos de los principales afectados por estos ciclos. En su libro “Down and out in Paris and London” George Orwell nos presenta una imagen de la vida de aquellos que sobreviven con sueldos minimos, y la vida del vagabundo en los años 20/30 del siglo pasado, y uno de los comentarios que hace el autor es como casi todos los vagabundos que se encuentra son hombres. Pero por suerte, que sea más facil que acabemos en alguno de estos ciclos, no implica que no haya forma de salir de ellos.
Peterson ofrece un par de consejos para ayudarnos a romper ese ciclo y, comenzar un ciclo ascendente en nuestras vidas:
- Primero, aprendamos a gestionar nuestros hábitos alimenticios y de sueño. Peterson pregunta a sus clientes sobre esto porque tiene un efecto dramático en nuestro estado de ánimo y la química de nuestro cerebro. Él dice que debemos asegurarnos de dormir al menos 8 horas, despertarnos a la misma hora todos los días, tener una rutina estable y tomar un desayuno a base de grasas y proteínas, para evitar que aumenten nuestros niveles de insulina, hormona que suele causar un sentimiento de cansancio.
- Caminar erguidos. Los estudios demuestran que nuestro cuerpo puede afectar nuestras emociones. Por ejemplo, los investigadores encontraron que sonreír hacía que las personas se sintieran más felices.
- Además, cuando nos comportamos como si nos respetáramos a nosotros mismos, los demás también responderán mejor. Este aumento en el número de reacciones positivas, nos dará más confianza y hará que sea más fácil que mostremos un lenguaje corporal positivo.
Compárate únicamente con tu <<yo>> pasado
Hasta hace relativamente poco, la gente en pequeñas comunidades con comunicación limitada. A lo largo de su vida, era probable que a lo largo de nuestras vidas tan solo hubiésemos podido conocer a unos pocos cientos de personas.
Cómo era menos probable conocer a gente nueva, también era más probable que formasemos parte de los mismos grupos a lo largo de nuestra vida. Cómo tal, cada persona se encargaba de ofrecer algo al grupo, y con ello aseguraba una relación que aunque no de igualdad completa, si que los ponía en posiciones similares.
Pero ahora vivimos en una sociedad en la que estamos expuestos a mucha más gente que nuestros antepasados. Esto significa que no importa lo buenos que seamos en algo, podemos encontrar a alguien mejor que nosotros en el resto del mundo.
Constantemente se nos muestran publicaciones, noticias y publicidad que parecen estar llenos de personas que con más exito, mejores cuerpos, más atractivas, con más amigos o mejores parejas. Hoy en día, muchos de nosotros podemos sentirnos abrumados por una voz crítica interior que nos compara con los demás.
Para muchos de nosotros esto puede resultar en que perdamos la confianza o sintamos que no valemos nada, lo que a su vez nos lleva a rendir menos porque aceptamos la derrota. Para evitar que caigamos en esta situacion, Peterson noa ofrece algunos consejos:
- El éxito no es en blanco o negro. El autor nos recomienda que tengamos cuidado al usar palabras que simplifiquen demasiado la verdad, como «Soy un éxito o un fracaso». Es muy probable que estemos en algún lugar intermedio, porque al igual que siempre hay alguien que nos supera, tambien hay cosas que hacemos mejor que otros.
- Ampliar nuestra definición de éxito. Muchas veces nos criticamos a nosotros mismos enfocándonos en un área pequeña de nuestra vida. Olvidamos que hay muchas áreas, como nuestra carrera, familia, amistades, pasatiempos, etc.
- El éxito comienza por entender lo que queremos hacer. Cada uno tiene un punto de partida diferente, con nuestras propias ventajas, desventajas, talentos, debilidades, y ante todo aspiraciones y metas. El éxito se puede lograr de muchas formas. Si una forma no nos funciona, entonces podemos elegir otra. La sociedad valora muchos tipos de carreras.
- El éxito es, muchas veces, un subproducto del crecimiento. No tener éxito no significa que no estemos avanzando o mejorando. Es importante ponernos metas, pero en lugar de medir nuestro progreso en según si lo hemos logrado o no, es mejor medirlo según cuanto hemos mejorando comparado con hace una semana.
A la larga, la dirección hacia la que nos dirigimos es mucho más importante para nuestra felicidad que juzgar dónde nos encontramos en este momento. Porque nuestro objetivo cambia la forma en que percibimos el mundo. Cuando nuestro enfoque es diferente, notaremos y prestaremos atención a diferentes cosas.
La regla número cuatro de Jordan Peterson es «Compararnos a nosotros mismos con quienes éramos ayer, no con quién es otra persona hoy». Debemos regular nuestro crítico interno entendiendo que el éxito nunca es blanco o negro.
El caos y el orden
El psicólogo Carl Jung dijo que los arquetipos son patrones o imágenes fundamentales que se encuentran en todas las culturas. Jordan Peterson, un gran fan del trabajo de Jung, dice que estos arquetipos se basan en humanos que intentan encajar el mundo en las categorías mentales con las que está programado nuestro cerebro.
Según estos autores, uno de los aspectos básicos de la realidad es la existencia de orden y caos. Para comprender el caos y el orden de manera más efectiva, lo encajamos en categorías como las de masculino y femenino:
- El caos es lo desconocido. Son todas las partes del mundo que aún no hemos explorado. Representa potencial y novedad. Sin embargo, el caos es peligroso e inquietante. En los mitos, el caos es simbólicamente femenino, representado como la madre naturaleza o una fuerza de destrucción. ¿Por qué el caos es femenino? Quizás porque las cosas nuevas, los seres nuevos, provienen de las madres.
- El orden es lo conocido. Son todas las partes del mundo que hemos explorado y dominado. Significa previsibilidad y seguridad. Sin embargo, el orden puede volverse aburrido e incluso socialmente opresivo. En los mitos, el orden es simbólicamente masculino, representado como Dios padre o un rey tiránico. ¿Por qué el orden es masculino? Quizás porque prácticamente todos los órdenes sociales del pasado fueron dirigidos por hombres.
El primer libro de Jordan Peterson, Maps of Meaning, le llevó casi 15 años escribirlo porque tenía como objetivo demostrar que los grandes mitos culturales siguen siendo tan relevantes como antes. Afirma que los mitos nunca tuvieron la intención de proporcionar una explicación científica del mundo, sino un mapa moral de cómo deberíamos actuar.
En el libro, profundiza en el significado detrás de figuras específicas de mitos religiosos. Por ejemplo, muestra cómo la Gran Madre es un arquetipo que se encuentra en el cristianismo como María la Madre de Jesús, en la mitología egipcia como la Diosa Isis, en el Hinduismo como la Diosa Kali, etc.
Estos elementos básicos de la realidad están representados como personajes en muchos de nuestros mitos, leyendas e historias culturales. ¿Por qué algunos mitos se transmiten de generación en generación durante miles de años? Según Peterson, la respuesta es que nos muestran cómo equilibrar el caos y el orden en nuestro mundo.
En las leyendas medievales, un dragón actúa como guardián de los tesoros. El caballero se enfrenta a su miedo, y a lo que muchos consideran como imposible, y sale victorioso. ¿Qué tal si le damos un ejemplo más moderno? Esta historia no es más que una forma de representar la lucha constante contra el miedo, y nuestro deseo de mantenernos en la zona de confort. Nadie “en su sano juicio” se plantea luchar contra el dragón, porque por prueba social, creen que es imposible . Pero si tenemos el valor para enfrentarnos a nuestros miedos, crear algo nuevo, somos como el caballero típico de las historias, creamos nuestra propia leyenda y obtenemos tesoros inimaginables.
El viaje del héroe nos muestra una forma de vivir y enfrentarnos al miedo. Debemos vivir al borde del caos para mejorar nuestras vidas. Debemos acercarnos con cautela a lo desconocido si queremos aprender cosas nuevas de gran valor.
Es por eso que muchos adolescentes se sienten atraídos instintivamente por actividades nuevas o por rebelarse contra sus padres o el “sistema”, están intentando enfrentarse al miedo a lo desconocido, y en el proceso crear su propia leyenda. Al intentar cosas difíciles y fallar, se vuelven mejores. Sin importar lo que queramos hacer, salir de nuestra zona de confort es probablemente la mejor forma de mejorar. Y para esto, no importa nuestra edad, solo hace falta humildad, el deseo de aprender, y disciplina.
