Resumen del libro 100 millones de años de comida lo que comían nuestros ancestros y porque importa hoy en día por Stephen Le (100 Million Years of Food What Our Ancestors Ate and Why it Matters Today)

Resumen del libro 100 millones de años de comida lo que comían nuestros ancestros y porque importa hoy en día por Stephen Le (100 Million Years of Food What Our Ancestors Ate and Why it Matters Today)

Resumen corto: 100 Million Years of Food What Our Ancestors Ate o en español 100 millones de años de comida lo que comían nuestros ancestros y porque importa hoy en día explica qué tipo de alimentos comían nuestros ancestros y cómo su dieta se relaciona con nuestros hábitos de alimentación hoy en día. Aprender cómo se alimentaban en la antigüedad puede ayudarnos a encontrar la esencia de la alimentación. Por Stephen Le

¿Quién es Stephen Le?

Stephen Le obtuvo su doctorado en antropología biológica de la Universidad de California, Los Ángeles, donde obtuvo una prestigiosa Chancerllor´s Fellowship.

3 de las ideas principales del libro son:

  • Las dietas ancestrales
  • Nuestros ancestros y la carne
  • El ser humano y los vegetales

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Las dietas ancestrales

Las dietas de nuestros ancestros empezaron comiendo alimentos cómo frutas o insectos que encontraban a su alrededor, parecido a la alimentación de los chimpancés hoy en día.  vivían en bosques tropicales en los que las únicas fuentes de proteínas faciles de conseguir eran los insectos.

Incluso hoy en día hay varias culturas que los incorporan y suplementos hechos a base de estos organismos, debido a su gran contenido en proteínas y vitaminas son muchos los que consideran añadirlos a sus dietas. 

Pero por desgracia hoy en día sería difícil vivir únicamente a base de insectos, ya que hemos perdido algunas de las enzimas necesarias para romper su citoesqueleto, formado por quitina, y por lo tanto pasaría por nuestro estómago sin ser digerido. 

La idea de usarlos aun no se ha abandonado, ya que el peso en vacas de grillos produce la mitad de CO2 por unidad de alimento. Por lo que quizá se popularicen los suplementos que hayan usado enzimas para ello también es una opción.

Tras dejar los insectos, hace alrededor de 60 millones de años, el clima se hizo más frío, y con la humedad empezaron a desarrollarse árboles fruteros.

Diferentes a los que vemos en la actualidad, eran menos dulces, se convirtieron en una gran fuente de vitamina C, vitamina que nuestros ancestros eran incapaces de producir durante ese periodo.

Para asegurar su supervivencia nuestros ancestros pasaron a consumir principalmente frutas, y son muchos los que pasaron a este tipo de dieta en los últimos años, solo para acabar con resultados desastrosos. Steve Jobs, Ashton Kutcher,  y otros probaron a vivir a base de comer frutas, pero en el caso de Kutcher al mes tuvo que ser hospitalizado por problemas en el páncreas.

Consumir exceso de fruta, sobre todo porque la actual es mucho más dulce que la que comían nuestros ancestros frugívoros, puede llevar a resistencia a la insulina, relacionado  con obesidad, diabetes y cáncer pancreático. El exceso de fructosa, algo que se usa en muchos siropes, causa estas patologías e incluso en algunos casos cáncer de hígado.

Nuestros ancestros y la carne

El siguiente alimento que se convirtió en la base de su dieta fue la carne. Hace alrededor de dos millones de años nuestros ancestros pasaron a alimentarse de carne gracias a su cambio de la vida en árboles a la vida terrestre.

Con el cambio de dieta, mucha más carne que antes, nuestros ancestros sufrieron cambios en el tamaño de algunos de sus órganos, en concreto el cerebro.

En el periodo de alrededor de un millón de años se puede ver un aumento de hasta el doble del espacio en el cráneo. La presencia de ácidos grasos importantes para su dieta en la carne, fue el combustible perfecto para su crecimiento

A su vez, el aumento de sustancia gris les dio una ventaja evolutiva. Con más capacidad cognitiva, aprendieron a desarrollar actividades de caza en grupo y con ello la capacidad de alimentar a más de sus familiares, y con ello asegurar la probabilidad de reproducción.

La carne fue sin duda esencial para los cambios en su fisiología e incluso su cultura, pero comerla en exceso tiene sus desventajas. La carne presenta compuestos nitrogenados conocidos por sus efectos cancerígenos cuando se consumen en exceso.

Su contenido excesivo de colesterol también puede presentar problemas a largo plazo a nivel arterial, sobre todo en forma de HDL, lípidos de alta densidad.

En paralelos también hubo poblaciones que adoptaron otros tipos de alimentos cómo el pescado. En muchas áreas en las que era difícil conseguir carne, las poblaciones locales empezaron a pescar. La ventaja de esto fue que introdujeron elementos cómo ácidos grasos omega 3 cuyas ventajas a nivel nutricional han recibido gran marketing.

Ciertas poblaciones no adoptaron el pescado, en algunos casos debido a razones culturales sea por su divinidad o por su suciedad, y optaron por derivados cómo es el caso de la leche. Los países de Europa del norte fueron unos de los primeros en adoptarlo y donde más se extendió. Su gran contenido nutritivo, gran cantidad de calcio y vitaminas la hicieron perfecta para las frías noches del norte.

La leche además permitía un aumento en el crecimiento infantil, a nivel de altura, aunque a costa de la salud de los huesos. Los países con más consumo de leche, y que suelen tener mayor altura, son también los que más sufren condiciones cómo fracturas de cadera.

Otro efecto es que las personas de zonas en las que no se han adaptado a tomar leche absorben mejor el calcio, y tomar un exceso de leche puede ser perjudicial para ellos, sobre todo porque se relaciona con cáncer de próstata entre otros.

El ser humano y los vegetales

La elección de comer plantas por parte de nuestros ancestros no fue especialmente voluntaria. Muchas plantas son venenosas, e incluso las que no lo son a corto plazo, contienen elementos que pueden causar patologías a la larga.

El único mecanismo de defensa de las plantas es producir compuestos que hieran o repulsen a los animales que se las puedan comer. Plantas cómo los pepinos tienen un sabor amargo para evitar que los consumas sus depredadores. Otro ejemplo son alimentos cómo las lentejas o la soja, que contienen compuestos conocidos cómo lectinas conocidos por tener un efecto sobre el hígado y posiblemente sobre el cerebro.

La razón por la que nuestros ancestros decidieron consumir plantas fue debida a que otros tipos de alimentos dejaron de estar presentes. El cambio a la agricultura fue hace 12 mil años y se debió a cambios en las llanuras que causaron la extinción de diversas especies de las que se alimentaban. La falta de otra opción les llevó a probar plantas y de forma indirecta desarrollar la agricultura.

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